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AUTOCULTIVO / ENTREVISTA. Cultivo cannábico solidario: “No somos criminales, cultivamos nuestra propia medicina”

Entrevistamos a Christian Matías Maltratado, cultivador solidario de cannabis medicinal y activista por su legalización. Testimonios y relatos emocionantes de usuarios medicinales que consumen su aceite.

Laura Achiou @lau_achio

Sábado 11 de marzo de 2017 00:00

Cristian, o “El Pirata”, como le dicen sus amigos, tiene 29 años y es cultivador solidario de cannabis medicinal hace 5 años. Nació y se crió en San Justo, La Matanza, y trabaja en gastronomía hace 14 años. Nos recibe en el monoambiente en el que vive con su novia en Parque Chacabuco, con mate listo, facturas y un faso armado con flores de su cosecha. De fondo, suena la banda uruguaya “No te va a Gustar”.

  •  “Ella es Kali, nuestra perra”, nos dice mientras acomoda la cocina. “Justo estoy preparando cremas hoy, quiero me quede más sólida todavía…”.

    Christian nos cuenta como comenzó su pasión por el autocultivo para ayudar a las familias de usuarios medicinales de cannabis, sobre la necesidad de avanzar en la investigación científica de las propiedades medicinales de la planta y los obstáculos políticos para su legalización. El motor de su lucha por la legalización de la marihuana son las historias emocionantes de usuarios medicinales que lograron cambiar cualitativamente su vida.

    “La sociedad consume marihuana y no se puede negar la realidad, el problema es la hipocresía social”, nos dice mientras ceba otro mate.

    ¿Cómo y dónde empezaste a cultivar?

    A cultivar empecé a los 24 años. Antes tenía una plantita o dos pero no le daba mucha bola. Cuando probé mi primera flor dije “Tengo que cultivar”. Me dijeron una frase que no me la olvido más: “Quizás en la vida vas a dejar de fumar, pero dejar de cultivar no vas dejar nunca”. Y es verdad. Es algo que te apasiona, me entretiene, un hobby muy sano. Tengo el cultivo en el mismo lugar donde empecé, en mi casa en zona oeste. Primero empecé para consumo personal, luego me fui informando sobre las extracciones, capacitando y ahora me dedico al cultivo medicinal a full. Lo veía todo como muy lejano, las fotos de otros cultivadores y no lo podía creer, era inalcanzable.

    ¿Cómo fue tu primer acercamiento a un usuario medicinal?

    Cuando hice mi primer tanda de aceite. Lo probamos con un chico de 9 años con autismo. Un amigo, Guillermo, me preguntó si había hecho aceite y le dije que sí. El me comentó que conocía una madre que está buscando. Le dije “se lo regalo, que lo lleve y lo pruebe”. Cuando me dijeron que el chico estaba más tranquilo, cambiado, fue una emoción muy grande. Imaginate cuando vi el video del festejo de su cumpleaños por primera vez. Antes no se podía porque se ponía muy nervioso, gritaba mucho. De cierta forma, está recuperando el tiempo perdido con la familia.

    Cultivo de Cristian

    Y actualmente, ¿con qué casos de usuarios medicinales estás trabajando?
    Aparece de todo y siempre es un pariente de la persona afectada. A veces les da vergüenza acercarse y pedirme, porque saben que no quiero nada a cambio y les resulta incómodo pero siempre me regalan cosas como aceite de coco, recipientes, alcohol tridestilado de cereal, son unos genios. Ahora estoy empezando a viajar un poco para tener otros puntos de vista diferentes de cultivadores de otros lugares, nuevas respuestas y nuevos paradigmas de cultivo que me sirven mucho. Por ejemplo, un cultivador mexicano, consiguió un permiso para poder cultivar para otras personas, pero no le permitían hacer medicina. Buscó el hueco en ese permiso y empezó a hacer manteca cannábica y otros alimentos. Tuvo que aprender una forma totalmente distinta de cómo administrarlo, fusionarlo, medirlo, y ahora tiene muchísimas personas en tratamiento dándole de comer cannabinoides. Y funciona.

    El caso más fuerte que viví es con Martín. Tiene 38 años y hace dos años que tiene cáncer. Empezó con cáncer de riñon y rápidamente hizo metástasis. Empezó a bajar de peso, estuvo dos meses que no se podía mover de la cama. Sus días consistían en levantarlo, alzarlo hasta el auto y llevarlo a la quimio. Estaba con muchos dolores, sin dormir, la morfina ya no le hacía efecto, su hermano se pone a buscar tratamientos alternativos con las últimas esperanzas. Conocí al hermano por parte de un amigo, y le dije “yo hago todo de onda, probalo, pero contáme si funciona”. Me manda el audio de la primera vez que lo prueba. “Medio picante, durmió seis horas…” Había descansado! Con el tiempo, empezó a tener más apetito, volvió a comer, le subió el ánimo, los dolores eran menores. Empezó a recuperar peso al mes.

    ¿Qué le decían sus médicos?

    Lo apoyaban, pero tuvo que esperar hasta el último momento casi. Después ya empezó a ir solo manejando en el auto a la quimio y hoy por hoy hace una vida normal. Juega a la pelota todos los Miércoles con los hermanos, hace un recorrido tres veces por semana de 8 km, se siente muy bien.

    En los casos de epilepsia refractaria, una vez que se prueba con una cantidad de medicamentos y no dan resultados, recién ahí es cuando se intenta con cannabis. ¿Por cuánto dolor pasamos hasta llegar al último medicamento, el más efectivo y que menos toxicidad tiene? Muchas personas que estaban negadas al cannabis, hoy por hoy lo toman como parte de su vida.

    Hay que educar a una nueva generación de médicos que tengan un acceso más amplio a lo que es el cannabis. Es algo estúpido e ilógico. Un árbol para madurar tarda años. Una plantación de cáñamo tarda meses nada más y obtenemos los mismos beneficios en mucho menos tiempo. Es una planta muy bondadosa.

    ¿Qué es el aceite de cannabis? ¿Y cómo lo producís?

    El aceite que produzco es un transportador del extracto del cannabis. Se puede transportar en distintos grasos como manteca, aceite, leche, chocolate, pero en estos casos utilizamos aceite . Se puede usar de coco, de oliva, de uva, hay muchos. Yo utilizo aceite de coco para los chicos. En invierno utilizo oliva por las temperaturas, el de coco se solidifica mucho pero es más rico.

    Lo más importante que aprendí es que el cultivo sea 100% orgánico y a cuidar las temperaturas. Al ser todo 100% orgánico también te limita mucho en el producto final, porque la cantidad es menor, entonces hay que cultivar más.

    Primero se deja secar la materia prima dos o tres semanas, después va a frío, luego va alcohol frezado, se cola en filtros de café, se limpia bien. Y una vez que esté limpio y filtrado, pasamos a destilar, le sacamos todo el alcohol. Y lo que nos queda es toda la resina que separamos de la materia vegetal. Con el solvente, en este caso el alcohol, lo que hacemos es barrer las propiedades en esta resina. Una vez que lo separamos de la materia vegetal, medimos la cantidad de resina que tenemos y una vez que tenemos el número de concentrado, ahí vamos a sabemos cuánto aceite vamos a poder tener. Depende del concentrado también (1%, 2% o 3%).

    El psicoactivo que más te produce adicción es el THC y en este caso es lo que más se desagrada en la descarboxilación. Lo que hacemos es usar plantas fuertes en CBD pero que tengan un porcentaje de THC. El mito que solo funciona el CBD es mentira. El ultimo seminario de Medellín, científicos hicieron pruebas y ensayos de laboratorios probando solo CBD por un lado en comprimidos y por otro THC. Si bien dan resultados, no son tan positivos como cuando los juntas. Realmente van de la mano. Todo aceite que se produce tiene que tener ambos . Por eso las plantas deben ser híbridas también.

    ¿Qué otros derivados haces?

    Tintura madre, cremas, alguna loción para dolores musculares, manteca. Usamos toda la planta, al igual que en el aceite. Tiene menos concentrado, pero lo tiene. Lo dejas reposar 3 o 4 meses. Sirve mucho para los dolores musculares u óseos. Al ser hecho con alcohol, se absorbe cutáneo, no hace falta esperar para el efecto, vas directo al dolor. Y lo podes transportar a cremas, tés, cosméticos, comestibles, de todo. Por ejemplo, conozco una usuaria medicinal que lo utiliza para sus dolores óseos causados por dos barras fracturadas y 26 clavos en su espalda y los resultados fueron mágicos.

    Crema cannabica

    ¿Cómo administras el aceite que producís?

    Comienzo siempre mandándoles una jeringa de 10ml que maso menos dura entre 15 y 10 días. En ese lapso vemos si funciona o si se necesita aumentar un poco más la dosificación, vamos probando. Por ahí con un concentrado del 1%, de cinco síntomas, ataco dos, por ejemplo el sueño o los dolores. Pero por ejemplo todavía tiene ataques epilépticos, o mucha ansiedad. Vamos graduando para de a poco ir barriendo con todos los síntomas. Pero nunca va a existir una formula universal para todo porque cada sistema endocannabinoide es distinto en cada persona.

    ¿Qué opinas de la media sanción en la cámara de Diputados sobre el cannabis medicinal?

    Es un gris. Es algo nuevo que hay que aprovecharlo, pero el que cultiva sigue en la misma. Continúa siendo ilegal porque no podes tener una planta en tu casa. Tengas una, seis o sesenta es lo mismo para la ley es ilegal!. Pero si está facilitando el acceso de aceite cannabis medicinal exportado a una persona que lo necesita, lo estás ayudando de cierta forma. Es justo y entendible, pero que lo legalizen para que podamos plantar tranquilos, queremos vivir en paz “no somos criminales somos gente responsable que cultiva su propia medicina”. Es muy difícil la lucha con tantas leyes y fama en contra. Pero no hay una causa tan fuerte como el dolor de otra persona. Tenemos el deber de ayudar al que lo necesita.

    Y te abre una ventana muy grande porque a través de lo que es medicinal, hay personas que se la pasan a Alplax o Valium. Con esta alternativa, ya no hace falta. Por ejemplo, tenía una persona que tomaba 4 mg de Clonazepan por día, una animalada, y logramos reducirlo a cero. Y la chica volvió a recuperar peso, bajo mucho su ansiedad, ya no tiene ataques, padece menos estrés. También le ayudo a mejorar mucho su piel porque con el estrés se brotaba toda. Con una sola planta atacamos un montón de síntomas.

    El nivel de consumo ya existe, hay una demanda que se tiene regularizar. Pensar que legalizando la marihuana va a explotar el consumo es mentira. La gente ya fuma en su casa, en la calle, en las plazas. En ningún país donde la regulación del cannabis avanzó, se demostró una explosión de consumo. Todo sigue igual y los que regularizaron ganan impuestos.

    ¿Qué pasa en los países que estuviste donde el cannabis ya está legalizado?

    En Uruguay vos caminas y sentís el mismo olor a marihuana que sentís en Buenos Aires. Es la misma frecuencia ver a un pibe fumando. No es la moda que salen todos a las calles a fumar porque es legal. En Medellín, Colombia, donde está apto el uso medicinal, puede tener hasta 19 plantas en la casa y portar hasta 19gr. Si bien no pueden fumar libremente, la sociedad misma la hace legal. Porque se busca sus lugares donde la policía no jode. Puede haber una nube enorme y nadie te dice nada. Hay mucha lucha, hay una marcha y van todos. Está en su cultura ya.

    ¿Qué rol tienen las organizaciones cannábicas en la lucha por la legalización?

    Generar conciencia en la sociedad. Cuando empecé a cultivar iba a un grow que me enseñaron mucho o todo. Ahí conocí a los pibes de Cogollos del Oeste. Me contaron de su militancia era inspirador escucharlos, luego voy a una marcha y de pronto los veo a todos con sus remeras, banderas y me sorprendió mucho. Además de su lado militante, tienen una parte humana que creo que es lo que más los impulsa.

    ¿Y los grandes medios de comunicación?

    Los medios siguen diciendo que la “la marihuana es la puerta a otras drogas” y eso ya se sabe que no es así. El transa, avalado por el Estado, es la puerta a otras drogas. Si tienes la planta en tu casa, no necesitas ir a comprar a ningún lado.
    ¿Cómo continuar la lucha por la legalización?

    Concientizando y militando mucho. Tomamos información real y viendo lo que podemos hacer todos juntos. Uno de mis objetivos este año es capacitar a muchas familias de usuarios medicinales que quieren cultivar y hacer lo mismo que hago yo su propia medicina. Concientizar que teniendo todos una planta en casa podemos tener una herramienta para un montón de enfermedades, dolores y por qué no recreativamente también.

    Testimonios de usuarios de aceite de cannabis medicinal

    -Leticia, mamá de Valentina (autismo no especificado)
    “Valentina tiene 6 años y ella tiene un diagnóstico desde los 2 años de un trastorno del espectro autista no especificado. Tiene ausencia total de lenguaje, no controla esfínteres y depende en gran parte de sus necesidades básicas de un adulto. Concurre a terapias desde hace 4 años: psicopedagogía, terapia ocupacional, fonoaudiología, musicoterapia, etc. Ha tenido un trastorno importante en el sueño. Ella dormía entre 3 y 5 horas diarias. Eso hizo que la medicaran con Risperodona. El primer tiempo durmió mejor, luego de un tiempo volvió a dormir muy poco y aumentaron la dosis de la Risperodona. Estaba lenta durante el día, no estaba dispuesta para aprender, y con el tiempo volvió a pasar lo mismo, Valen volvió a dormir muy poco.

    Luego empezamos con una dieta libre de gluten. A fines de Noviembre empezamos a darle aceite de cannabis. Esto sucedió porque acá en Tandil nos contactamos con una persona y esa persona nos contactó con un cannabicultor solidario, que nos facilitó y nos hizo llegar el aceite. Los cambios fueron muy notorios. Valentina hoy duerme entre 7 y 8 horas corridas. A la noche después de cenar se acuesta sola, espera hasta logra conciliar su sueño en su cama y esto nos cambió la vida, a ella y a nosotros. Entre las cosas que nos planteaba el psiquiatra es que era muy difícil que pudiese aprender cuando no tenía un sueño reparador. Los logros se comenzaron a ver en otros ámbitos. Su psicopedagoga está sorprendida con el cambio en el sentido que ella ya no rechaza los materiales que le daba, crayones, fibras o masa. Por cuestiones sensoriales ella no quería ni tocarlos. Hace unas rayas solas y con ayuda logra escribir su nombre. Si bien no tiene lenguaje con significación, sí ha logrado aumentar la cantidad de monosílabas. Hoy por hoy está en el proceso se aprendizaje de controlar esfínteres y comer con cubiertos. Logró comer con la mano, antes no quería tocar la comida por esta cuestión de alteración en los sentidos. A nosotros nos cambió la vida darle aceite a Valentina. Ella mira más, presta más atención. Se trepa. Mira por el vidrio detrás del auto. Quizás a otras personas les parezca simple o común pero para Valentina son grandes cambios.”

    - Mamá de Pilar (Síndrome de Wess)

    “Pilar tiene 5 años y medio. A los 4 meses se le diagnosticó síndrome de Wess. Este síndrome es una epilepsia refractaria, resistente a la medicación, por lo que tiene muchas crisis por día y esto no deja desarrollar el cerebro. Desde los 4 meses de Pilar, empezó nuestro peregrinaje. Neurólogos, estudios, combinación de medicamentos, más estudios, más medicación. Desde hacía un par de años, habíamos leído acerca del aceite pero no nos animamos a buscarlo. Hasta que el año pasado, Pilar fue internada por segunda vez por trombocitopenia, que un descenso de glóbulos blancos que puede causar hemorragias internas. Producido por una medicación anticonvulsionante. A esto se sumó que otra medicación que estaba tomando le estaba sacando visión. Nos desesperamos. Las crisis eran más. El neurólogo de cabecera se negó al aceite, diciendo que no había pruebas. Las entidades que estaban con el tema jamás nos contestaron. Hasta que encontramos a unos chicos que son cannabicultores, gracias a ellos Pilar tiene el aceite. Ellos no solamente lo cultivan para uso recreativo, sino también para ayudar a varias familias que están en nuestra situación. Y te puedo decir que no es por lucrar, porque estos chicos no nos cobran. Sí, gracias a estos “transas” o “narcos” como los llaman algunos, Pilar salió de su mundo y por primera me miró a la cara e intentó imitarme. Por primera vez exploró su habitación de juegos que hace 5 años mi marido y yo esperábamos que usara. Las crisis ahora son una o dos por mes. Por primera vez no hay agresividad. Ver lágrimas de felicidad en mi marido porque a los 5 años mi hija balbuceó “Papá es todo”. Y no puedo decir más que gracias. Gracias a los cultivadores solidarios.”

    -Marcos Martín (Cáncer de riñon)

    “Me llamo Marcos Martín. Hace 2 años me detectaron un cáncer de riñón, con una data tumor de dos años antes, osea que hace 4 años que estoy enfermo de cáncer. Me sacaron el riñon izquierdo entero. Tuve metástasis pulmonares. Fui operado del pulmón izquierdo, me sacaron el glóbulo superior izquierdo. En los tratamientos de quimioterapia después de las cirugías no tuve tanta suerte, siempre la enfermedad progresó. Cada tres meses, los informes de las tomografías no eran positivos para mi salud. Se iba cambiando de drogas. Hice primer línea de tratamiento que son seis meses. Después hice tres meses más con otra droga. Y así pasó un año y medio hasta que tuve metástasis hepática y ósea, en el hígado y en los huesos de la cadera. Ahí empecé a hacer rayos, para ese entonces tenía un deterioro importante, pesaba 50 kilos. Estaba en silla de ruedas y bastón, haciéndome quimioterapia y rayos en conjunto.

    Mi cáncer es un cáncer avanzado, estadío 4. En ese momento empezé con el aceite de cannabis sin dejar los tratamientos convencionales de la medicina. A partir de ahí, empecé a estar mejor de ánimo, el apetito me cambio totalmente, en poco tiempo subí de peso, bajé los dolores del cuerpo, recuperé masa muscular, salir a caminar, dejé la silla de ruedas y el bastón. Me desapareció la metástasis hepática. Las partes óseas están muy estables. Tuve muchas mejorías en el pulmón, en el medioastino, algunos ganglios. Empecé a ganarle a la enfermedad, momentáneamente. Me fui recuperando poco a poco. Recupere peso en un corto tiempo, que hasta tuve que empezar una dieta para no excederme de mi peso normal. Ahora estoy pesando 67 kilos que fue mi peso de toda la vida. Volví a jugar al futbol hace un mes y medio, después de dos años de la lucha. Estoy en mi mejor momento acompañado por el aceite de cannabis y los tratamientos convencionales que no tenemos que dejar de lado. Pero desde que empecé con el aceite de cannabis, me cambió mucho el estado de ánimo, calidad de vida, recuperé la vitalidad para hacer trabajos en mi casa, deporte, caminatas, vacaciones, que antes no podía hacer. No podía estar al sol o subir una escalera, me cambio totalmente la rutina.”

    -Mamá de Mateo (Parálisis cerebral y displasia pulmonar)

    “Se notaron muchísimo los cambios con el aceite. Desde Septiembre que no toma antibióticos, el pediatra no lo podía creer. Fue a la cancha por primera vez y en ningún momento se alteró. Está muy conectado, comprende todas las consignas. Lo evaluaron y está para empezar primer grado, con su patología. No es que tuvimos que esperar un mes, a la semana ya empezamos a notar que el sistema inmunológica había mejorado”