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Red Internacional
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20 años del 2001. Cumbia villera: “Industria argentina” que instaló el “sentimiento villero” de los 2000

Hubo un subgénero que retrató la Argentina de los 2000. Surgió desde abajo, irrumpió como piquete y cacerolazo en la Plaza y fue censurado por el Estado pero ¿Cómo surgió? ¿Cuáles fueron sus canciones más políticas?

Miércoles 22 de diciembre de 2021 17:10

Si quisiéramos establecer algún primer esbozo de lo que más tarde fue la cumbia villera tendríamos que poner los ojos en la banda Amar Azul, haciendo zoom en dos de sus integrantes: Pablo Lescano y Gonzalo Ferrer ¿El contexto? La Buenos Aires de los 90 ¿El lugar? Villa La Esperanza, San Fernando: una villa del norte del Conurbano Bonaerense.

Para la última década del pasado siglo la crisis social y económica era un hecho. Una porción significativa de la clase trabajadora y los sectores populares era castigada con la recesión, el desempleo, el hambre y un hostigamiento sistemático por parte de las fuerzas del Estado. Sin embargo, todavía todo esto no era reflejado en la escena tropical. "Nosotros íbamos al baile y la música no hablaba de lo que pasaba en los barrios", señalaba Pablo Lescano en entrevista con Canal Encuentro. Los grupos que más sonaban se conformaban por “carilindos” con especial preocupación en lucir prolijos y esculturales. El contenido general de las letras era el de las dolencias del amor romántico plasmado –aunque no sin machismos- con cierta inofensividad. Por ejemplo, uno de los temas que más repercusión tenía era “Tonta” de Comanche. Faltaba que arribaran los 2000 para que la cumbia villera irrumpiera en la tele y en los parlantes como cacerolazo en la Plaza.

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Las primeras bandas de cumbia villera como tal –aunque todavía no aparecía esa denominación- fueron Guachín y Flor de Piedra donde Gonzalo Ferrer y Pablito Lescano respectivamente compusieron y produjeron para que otros tocaran. El primero, desde su casa y con su teclado y un güiro identificaba que a la cumbia de ese entonces faltaba incorporarle “un bombo, pero no la cuestión de murga: bombo de cancha, de manifestación en la Plaza de Mayo” y fue así que le dio forma a “La danza del tablón” señalada como la primera canción de cumbia con un sonido propio y definido.

Quien sería posteriormente el cantante y compositor de Damas Gratis, pese a haber hecho el hit "Yo me enamoré", no paraba en Amar Azul de encontrar negativas ante sus propuestas para cantar temas más atrevidos. Con la guita que fue haciendo en su primer conjunto se compró una moto y un teclado propio. Con la moto tuvo un accidente que lo dejó postrado por meses. Con el teclado, desde una cama ortopédica se puso a componer los temas que más tarde entrarían en el disco La vanda más loca de Flor de piedra, donde se estableció como himno fundacional "Sos botón".

La influencia para el contenido de las letras que sin tapujos hablaban de carencias económicas, sexo, violencia, drogas, alcohol y en contra de la policía se le atribuye al punk cabeza de los Dos Minutos. Aunque en una entrevista para Canal Encuentro Pablo aclaró que jamás escuchó rock y que se salió de la cumbia y del chamamé -géneros que escuchaban tíos y abuelo de Pablito- solo para eventualmente bailar break dance a los 16 años, no resulta tan llamativo suponer cierto parentesco entre ambas músicas: ambas son en sus inicios una trompada al "buen gusto" de las clases dominantes y las buenas costumbres y ambas son hijas de la crisis.

En nuestro imaginario podemos ubicar justamente a temas de punk rock como "Novedades" o “Señor cobranza” como parte de la banda sonora del estallido de los 2000 pero, musicalmente, lo que estalló fue la cumbia villera. Y si bien esta última no hablaba en su mayoría del hartazgo generalizado por las condiciones de vida, trae en su haber canciones que cristalizaron ese sentimiento.

Quisieron bajar la expresión popular y no supieron cómo hacer

Para julio del 2001, la recesión ya llevaba 36 meses desarrollándose en la Argentina. El PBI había caído el 10% en un único trimestre. La situación era insoportable para las grandes mayorías y era casi inevitable que tarde o temprano se expresara el descontento. Para ese entonces -es decir, cuatro meses antes de diciembre- había encontrado una expresión cultural para hacerlo: la cumbia villera. Esta fue también brutalmente reprimida y perseguida por el Estado. Así fue que para el séptimo mes de lo que era el tercer o cuarto año que llevaba circulando la cumbia villera, el ComFeR –Comité Federal de Radiodifusión- emite un documento que prohíbe transmitir cumbia villera en radio y televisión por considerarla inapropiada para adolescentes y preadolescentes.

Pese a que algunos grupos que recién estaban ganando peso en la movida tropical se vieron ahogados por la censura, para otros -en especial para Damas Gratis- les sirvió para cobrar mayor trascendencia. El hecho de ser borrados de las pantallas y la radio y perseguidos fue un golpe duro debido a que los programas de TV eran la vía más certera para entrar en la casa de la gente. De todas formas, Lescano tenía de antemano la práctica de filtrar él mismo, mediante copias piratas, el material que estaba produciendo y grabando. Por lo tanto, para cuando en el 2001 sale Para los pibes, el primer disco de la banda, ya sus temas estaban instalados por lo menos en los barrios.

En el posterior disco no es casual que Damas Gratis se burle de Cavallo y su intento por acallar la expresión popular. En "Industria Argentina" se condesa justamente el clima del 2001 pero en su aspecto más político: va dirigida a Cavallo y le arroja frases como “Tu casa van a quemar, mataste a Norma Plá/ vendiste a la Argentina, sos capaz de vender a tu mamá” y a la gente le recomienda “Si vas a reclamar/ a pelear por el país/ tené mucho cuidado: te van a reprimir/ Te lo dije hace mucho y te lo vuelvo a decir: /al gobierno hay que sacar para poder sobrevivir” y “Estate preparado para luchar”.

En una entrevista para la película "Alta Cumbia", Traiko Milenko, cantante de Meta Guacha, decía: “Era bastante de protesta. La cumbia siempre fue para divertirse o de amor. En ese momento dio la cabida que nosotros representáramos la voz de la gente”. Su banda, junto con otras como Pala Ancha, Malafama, Yerba Brava y Los Gedes –entre otras- participaron también de los momentos iniciales de este subgénero recién parido y justamente captaron los ánimos de la gente en ese momento respecto al poder político. “Panzas vacías los niños de hoy y en el Congreso tranzas no más. En medio de la Plaza los vamos a quemar”, cantaba Traiko.