Este viernes comenzó en Argentina la reunión de las potencias imperialistas para garantizar la hegemonía neoliberal en la región, con un Macri intentando fortalecer su imagen nacional e internacional en medio de fuertes cuestionamientos, mientras recibe un espaldarazo de parte de Trump.
Sábado 1ro de diciembre de 2018
Este viernes la capital argentina, Buenos Aires, amaneció totalmente sitiada por un operativo para garantizar la realización de la Cumbre del G20, que reúne a las potencias imperialistas del mundo, en medio de fuertes tensiones a nivel mundial por el precio del crudo y la guerra comercial chino-norteamericana.
En esta ocasión, el contexto de fondo pasa por el avance de los intereses norteamericanos en la región, encabezados en términos de ajustes por Macri y Piñera, a los cuales se les suma ahora el recientemente elegido Bolsonaro, todos en clave de retomar la hegemonía del neoliberalismo como sistema, que viene cuestionado y con oposición, como lo expresan las movilizaciones principalmente en Argentina y secundariamente en Chile ante determinadas políticas, o en Brasil en el movimiento anti Bolsonaro "Elle Nao".
A esto se suma la propia situación argentina, donde el nivel de desaprobación de Macri ya alcanza un 65%. Esta situación, sumada al alza de las tarifas para mantener el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha provocado un alto rechazo, con paros y protestas. En palabras del propio Macri "los inversores más importantes en la Argentina son las empresas americanas. De donde más han crecido los visitantes es de los Estados Unidos, y es demostración del interés del pueblo norteamericano por la Argentina", lo que se traduce en reafirmar la subordinación hacia Estados Unidos, especialmente de las petroleras como Chevrón.
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Por eso no es menor el espaldarazo de Trump esta mañana, en el marco de una reunión bilateral con Macri, considerando que fue el principal apoyo para que Argentina se endeudara con el FMI a cambio del paquete de ajustes contra los trabajadores. "Hace años que soy amigo de Mauricio, era un hombre muy joven, muy apuesto, nos conocemos muy bien. Hice negocios con su padre, excelente, muy buen amigo mío", comentaba Trump, y proseguía, "Un gran trabajo, exitoso, uno de los grandes trabajos que hicimos en Manhattan en la época en que yo era solamente un ciudadano, sin saber que su hijo en algún momento se convertiría en presidente de Argentina, y creo que usted tampoco sabía que yo me convertiría en presidente de EE.UU. Vamos a rememorar un poco el trabajo del pasado", indicó.
Paralelamente a la realización de la reunión, hubo movilizaciones en rechazo a la cumbre, fuertemente reprimidas, que en días previos fue denunciada por el diputado nacional y militante del PTS, Nicolás del Caño, de manera sintética con la frase "Paralizan el país y bloquean las calles para recibir a los asesinos del G20, pero cuando son los trabajadores quienes bloquean las calles por sus derechos, nosotros somos los salvajes". Este operativo incluyó no solo la represión de la multitudinaria marcha, sino que también la confiscación de banderas previo a la marcha y la detención arbitraria de dirigentes, como ocurrió con Guillo Pistonesi, reconocido apoderado del PTS/Frente de Izquierda y de los Trabajadores, mostrando que el gobierno se encuentra agresivo ante las movilizaciones que cuestionan al FMI y los intereses norteamericanos.
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