Las cuotas de participación en la CUT serán del 30% mínimo en los cargos para las mujeres, mientras que las banderas de Ni Una Menos siguen ausentes en la Central.
Lunes 6 de febrero de 2017
En el último Congreso que se realizó en la Central, se votó que el 30% de participación en todos los cargos los utilicemos las mujeres. ¿De qué sirve esta resolución, si en dicho organismo no se cambia la política?
Pues uno de los grandes ausentes de este Congreso - y hasta los días actuales en la CUT– sigue siendo el movimiento Ni Una Menos, movimiento que ha tenido repercusiones a nivel nacional e internacional ante el cuestionamiento de la violencia hacia las mujeres. Esto se ha demostrado en las diferentes movilizaciones que se vienen realizando en todo el mundo contra la violencia machista que las mujeres vivimos a diario.
Nada se habla en la CUT de ser parte o levantar esta gran consigna, menos aún ser parte de este importante movimiento social que en Chile comienza a tener mayor peso.
La CUT, al aprobar el 30% de participación de las mujeres en los cargos de dirección al interior de la Central, muestra un avance que no podemos negar; pero a la vez no hace más que dar cumplimiento a la nueva norma legal que garantiza la representación femenina en los directorios de los sindicatos, una norma que solo entrega lo básico y lo mínimamente necesario para comenzar a dar mayores pasos en este debate.
La ausencia de una política de género como tarea central en la CUT, la no adhesión y la no participación del movimiento Ni Una Menos, no solo refleja la debilidad explícita ante estos importantes debates al interior de la CUT, sino también la nula voluntad de vinculación con los movimientos sociales más importantes, donde precisamente somos las mujeres, las trabajadoras, quienes debemos ser protagonistas de estos.
Una concepción meramente sindicalista, atrapada solo en la idea de resolver las problemáticas más sentidas al interior de nuestros puestos de trabajo, como así se deja entrever en la central, no solo nos empuja a pensarnos parceladamente ante los conflictos que la sociedad atraviesa, sino que también nos limita a concebirnos como mujeres transformadoras de la realidad, creadoras de política en todas las esferas de la vida.
Pues no es casualidad que hasta la fecha la CUT incluso no tenga una postura enfática de rechazo al aumento de nuestra edad para poder jubilar, donde se nos impone y arroja a las mujeres a las condiciones más precarias. La CUT se ha mostrado poco activa a la hora de tomar en sus manos las exigencias que los más importantes movimientos sociales han puesto al centro del debate nacional, donde los y las trabajadoras hoy jugamos un rol clave.
¿Nos contentaremos solo con la resolución de contar con el 30% de la utilización de cargos de dirección? ¿Qué dirá la CUT este 8 de marzo?
A nivel internacional, para este 8 de Marzo se comienza a gestar la idea de una gran movilización de mujeres para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora; las importantes manifestaciones contra el racismo y machismo de Trump han dado vida a este importante empuje que viene gestándose. Las demandas por un aborto libre, seguro y gratuito, el énfasis de poner freno a la violencia machista y la moral que nos impone la Iglesia, a las precarias condiciones laborales que las mujeres vivimos en nuestros espacios laborales, sostenidas por grandes empresarios y políticos corruptos, nos invitan a posicionarnos y movilizarnos en las calles este 8 de Marzo, a levantar grandes movilizaciones de la mano de nuestros compañeros hombres.
La CUT no puede seguir haciendo oídos sordos a estas importantes demandas, de quienes hoy conformamos la mitad de la fuerza laboral en Chile y el mundo.
