Declaración de la Agrupación de mujeres Pan y Rosas Uruguay ante la campaña para derogar la ley trans que impulsa la derecha.
Martes 20 de noviembre de 2018
Compartimos la declaración de la agrupación de mujeres Pan y Rosas-Uruguay ante la campaña que impulsa la derecha para derogar la ley trans:
DECLARACIÓN DE LA AGRUPACIÓN DE MUJERES PAN Y ROSAS URUGUAY
En esta semana sectores del Partido Nacional lanzaron una campaña de recolección de firmas para derogar la ley trans. Desde Pan y Rosas repudiamos enfáticamente cualquier discurso de odio, discriminación y desinformación, que atenta contra los derechos de las personas trans. Y queremos decir que no permitiremos que se echen atrás conquistas que se obtuvieron luego de años de lucha y perseverancia.
A las maniobras de la derecha y sus intentos de retacear los derechos más elementales, la enfrentamos con la movilización en las calles.
La defensa del patriarcado
¿De dónde surgen estos sectores anti derechos? De una estructura compuesta por dos dimensiones: una social y una política. Socialmente es irrefutable el peso que cobran las iglesias evangelistas (y otras) como promotoras de acciones discriminatorias. Políticamente, consideramos que es imposible no hacer foco en el Partido Nacional abarcando a sus diversas vertientes. Depositamos una cuota de responsabilidad tanto sobre Larrañaga y sus intentos de sacar los militares a las calles, así como en la senadora Verónica Alonso, quien ha decidido no continuar pronunciándose públicamente contra la ley trans únicamente por sus intentos de posicionarse como candidata presidencial.
Repudiamos los dichos del diputado Álvaro Dastugue, quien caracterizó a la ley como “una herramienta destructiva para la familia y la sociedad”. pero la ley no destruye, sino que implica una reparación de los derechos que durante años le han sido vulnerados a la población trans. Se trata de una ley mínima que intenta reparar décadas de violencia sistemática y restituye derechos negados. Lo realmente destructivo para nosotres es la reafirmación de la familia heteronormada como base social y la negación de la posibilidad de un concepto de familia en un sentido mucho más amplio.
Tenemos claro que estos son los defensores del hetero-patriarcado y quienes no perderán oportunidad para cuestionar derechos elementales como el matrimonio igualitario, la interrupción voluntaria del embarazo o la ley integral trans. Los defensores del patriarcado perpetúan así la naturalización de la violencia de género, la homofobia y la transfobia, como ha ocurrido recientemente.
¿Todos somos iguales?
Denunciamos a su vez la ironía e hipocresía del nombre designado para la campaña de recolección de firmas: “Todos somos iguales”. Nunca existió tal igualdad porque de entrada existe una ley para equiparar posibilidades de acceso al empleo o a becas, e incluso una compensación económica para reparar los daños causados a la población trans durante el gobierno de facto.
Partimos de que no existió tal igualdad - y aún hoy con la ley aprobada, tampoco existe - porque la población trans sigue siendo discriminada en en el mercado laboral y sigue siendo atacada y agredida violentamente y la misma ley deja que el sector privado no establezca un porcentaje de contratación de personas trans.
Desde Pan y Rosas supimos posicionarnos de manera crítica ante ciertos puntos de la norma que nos parecían insuficientes, por ejemplo la magra reparación económica que no llegaba a asemejarse ni siquiera a un sueldo mínimo. Incluso nos mostramos en disconformidad con la postura tomada por el Frente Amplio, quien regateo incansablemente derechos básicos, y permitió que se terminara aprobando una ley “lavada” ya que se modificaron artículos esenciales para conformar a la derecha. Aun así, nos plantamos firmes ante la posibilidad de retroceder en materia de derechos y no permitiremos que se continúe vulnerando a la población trans bajo ningún concepto.
Sabemos que si no damos una pelea por cambiar de raíz esta sociedad machista y patriarcal no conseguiremos una igualdad efectiva y una emancipación de toda opresión y explotación, pero sin embargo defendemos esta ley porque la consideramos un derecho mínimo de las personas trans y una conquista.
El FA y su responsabilidad
El Frente Amplio debería garantizar trabajo digno para la población trans (no solo en el ámbito público sino en el privado), debería sancionar cualquier tipo de discriminación en los trabajos por motivo de una opción sexual o de género, debería promover educación sexual e inclusiva en todas las escuelas, debería dejar de permitir que las iglesias se metan en la educación pública, debería votar el financiamiento a la ley integral de violencia de género, debería proponer un presupuesto donde se garantice verdadero acceso a la vivienda para todes, lo mismo que a la salud y la educación.
Frente a los grupos anti derechos, que son parte de una tendencia como mínimo continental y que vienen desarrollándose aceleradamente, no hay medias tintas. Frente a los intentos de quitarnos conquistas o de avanzar en una política represiva y de criminalización de la protesta social, debemos levantar una lucha social de conjunto uniendo los sectores que el capitalismo divide, lucha que se proponga cuestionar las causas que generan esta suma de opresiones: el capitalismo y el patriarcado.
Lucha en las calles e independencia política
Desde Pan y Rosas nos ponemos a disposición de las actividades y medidas que definan los colectivos trans y de la diversidad sexual. Pensamos que debemos librar una lucha en las calles y en unidad con todos los sectores que quieran defender los derechos y que quieran luchar contra la discriminación. Creemos que es necesario ganar las calles para hacer oír nuestra voz, y movilizarnos con total independencia política del Estado y de los partidos del régimen. Organizaciones como la FEUU y el PIT-CNT deberían convocar a acciones en defensa de nuestros derechos.
No queremos migajas, lo queremos todo
Desde nuestro feminismo socialista visualizamos al capitalismo y al patriarcado como los causantes de nuestras múltiples opresiones, y vemos que éstas se agravan en los estratos más pobres de nuestra sociedad. Por eso nos proponemos contribuir a organizar a las mujeres trabajadoras y a dar la pelea contra el hetero-patriarcado en los sindicatos, facultades y liceos.
Queremos construir un potente movimiento de mujeres unido al de la diversidad sexual para que cuestionar al capitalismo y derrotarlo.