Polémica por los twits de Patronelli, piloto de cuatriclo en el cuestionado Rally Dakar. El gobierno provincial de Manzur, como la intendencia de Alfaro –oficialismo y oposición- se lavan las manos sobre el problema de los basurales y castigan a los carreros.
Jueves 7 de enero de 2016
“Toto” Patronelli desató un revuelo con sus declaraciones en la popular red social. Este criticó duramente a las autoridades de Tucumán por el estado del ingreso a la ciudad. "que alguien se ocupe de limpiar Tucumán", fue una de las frases que disparó. "En mi vida vi semejante mugre, basura por donde mires y asfalto destruido... qué lástima”.
Cínicamente, el Ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Regino Amado, declaró: “Lo de la basura en Tucumán es verdad y no se puede ocultar. Es una responsabilidad conjunta de la Provincia y la Municipalidad de la capital; no nos tenemos que pelear por esto, sino mejorar”.
El intendente de Acuerdo para el Bicentenario por la capital, Germán Alfaro, planteó que se necesita la colaboración de los vecinos para el operativo “Basurales cero”. “Es un problema cultural: hace unos días secuestramos una camioneta particular, una Kangoo modelo 2013, de la que se bajó un matrimonio a arrojar basura en la avenida Kirchner” y agregó “no vamos a retroceder con la política de secuestro de los carros que transportan residuos porque arrojar desperdicios no es un trabajo”. Manifestó con un discurso estigmatizante contra los carreros a quienes el gobierno tanto municipal se apresta a “erradicar” (arrancar de raíz), como también a los feriantes y vendedores ambulantes.
Los verdaderos responsables
Un problema muy sentido por la población es de la basura. Ante las acusaciones del gobierno de que los basurales se deben a los carreros y con respecto al programa que se está llevando adelante -“Basurales Cero”-, que tiene como objetivo “erradicar” a los carreros, acusados de arrojar la basura y contribuir a la proliferación de basurales, el gobierno y el municipio nada dice de la responsabilidad que tiene la empresa privada 9 de Julio, que amasa millones sin brindar un servicio acorde a las necesidades populares.
Respecto a los carreros, Domingo Amaya –otro de los puntales del Acuerdo para el Bicentenario- en su intendencia implementó un programa fallido de reemplazo de los carros de tracción a sangre por motocarros. Fracasó -como ya denunciamos en una nota anterior- ya que los carreros ganan una miseria por día en el reciclado de la basura que recogen. Y las familias que obtuvieron los motocarros tuvieron que dejarlos porque no les alcanzaba para la nafta; ni hablar de los arreglos que se deben hacerle al vehículo regularmente y la denuncia que hicieron de que nunca se les dio los permisos correspondientes para circular, por lo que caían una y otra vez en las garras de la odiada Policía de Tránsito, también dependiente del Municipio capitalino.
El intendente Alfaro plantea que ese no es un trabajo. Siguiendo la tradición de Betty Rojkes, que trató de “vago de miércoles” a un afectado por las inundaciones, Germán Alfaro desprecia el modo de subsistencia con el que sobreviven más de 3.000 familias, que con una miseria deben hacer magia para llegar a fin de mes. Lo que no dice el gobierno es que Tucumán es una de las provincias con el índice más de desocupación y trabajo en negro, con un salario promedio muy por debajo del costo de la canasta básica familiar.
Los carreros plantean que ellos están dispuestos a dejar los carros pero a cambio de trabajo digno. En una provincia castigada por la miseria y la desocupación es la única opción que tienen, como dicen ellos que “les quieren sacar el pan de la boca pero no les dan una solución”.
Dakar vs Carreros
Para completar la hipocresía del oficialismo y la oposición, el día Martes llegó el Rally Dakar a Tucumán. El Gobierno en boca de su Gobernador Manzur y funcionarios de primera línea se hizo eco rápidamente de la denuncia del piloto acerca de los basurales. Pero no dice nada de las denuncias que tiene el Dakar por múltiples organizaciones ambientalistas de la contaminación ambiental que produce esta competencia, de los daños a los paisajes por donde transita la carrera, de los animales que mueren atropellados por la alta velocidad a la que van los vehículos. El daño que representan para el patrimonio cultural de zonas declaradas de interés histórico. Todo esto sin contar los accidentes que se cobran, cada año, la vida de numerosos pilotos y el público que cae rendido ante la parafernalia de marcas y el rugido de motores, como ocurrió en la primera jornada con un terrible accidente que dejo una veintena de heridos, algunos de gravedad.
Mientras los carreros no pudieron cortar las rutas en reclamo a la persecución que están viviendo por un mega-despliegue de efectivos policiales para liberar las calles del “caos vehicular”, permite que se corten múltiples puntos de la provincia por donde pasa la ruta del cuestionado mundialmente Rally Dakar.
El Dr. Raúl Montenegro (presidente de la Fundación para la defensa del ambiente) que presentó una denuncia penal contra funcionarios públicos y organizadores del Rally Dakar 2016 en los Tribunales Federales de Córdoba, manifestó: "El Rally Dakar es una competencia con antecedentes trágicos que viene produciendo impactos ambientales a gran escala en los lugares por los cuales circulan sus cientos de autos, motos, cuadriciclos y camiones, además de una cantidad similar de vehículos de apoyo, más helicópteros, aviones y drones. Actualmente solo puede realizarse en países del Tercer Mundo que aceptan las coloniales y onerosas condiciones de Amaury Sport Organisation, ASO. Ningún país europeo permitiría el rally Dakar en su territorio. Ya fue expulsado de África y su expulsión de América del Sur es una cuestión de tiempo".