
Carina A. Brzozowski Agrupación Bordó Leo Norniella en Alimentación
Martes 23 de diciembre de 2014
Ibamos en el micro esta mañana y decíamos: qué hermoso día, porque el cielo era bien celeste, el aire fresco… Agregué: qué hermosa mañana para entrar a trabajar!.
Llegamos a la Panamericana, con el sol bien alto, empezamos a saludarnos, todos con el gesto de la felicidad en los rostros, de la tarea casi cumplida.
Cantidad de canas de la puerta de Lear, implacables. Ya estaban los medios en la puerta esperando a los Indomables. Como siempre, en la carpa de los obreros había movimiento, algo late ahí adentro, se discute, se decide todo en asamblea desde hace más de seis meses. Nadie decide por ellos. Afuera siempre los esperamos expectantes. Hoy había un clima muy propicio, para el festejo, pero también para no descuidarnos. Para estar alertas. Ya casi todo preparado, las banderas, los bombos empezaron a sonar, los redoblantes, las voces recién desayunadas comenzaban despacito un “dale dale que esta la ganamooooss…”
Y así empezaba la mañana, la jornada de lucha. Nunca me saco de la cabeza a mis compañeros de Felfort. Participando de una lucha tan importante como esta, no puedo más que pensar en ellos, en que la quietud de la fábrica se contagie alguna vez de todo este movimiento, esta vorágine de lucha. “Dale, dale que esta la ganamoooos, en Lear luchamoooss, todos reincorporados…” Suena como un latido. Pasan los bondis por la colectora y tocan bocina, los choferes agitan los brazos alentando y nosotros nos preguntábamos con la mirada: “¿y si es hoy?” “¿Por qué no?”
Sacábamos fotos, hacíamos chistes, de apoco fuimos cortando la colectora, esperando el momento en que los funcionarios del ministerio de trabajo se hicieran presentes en la puerta y anunciaran lo que tanto deseábamos. Los funcionarios entraron. Nosotros afuera. Un puñado de obreros vestidos de azul, concentrados como un equipo de fútbol antes de salir a la cancha. Y “Dale dale que esta la ganamos…. En Lear luchamos, todos reincorporadoooos…”.
Cada vez más cerca del portón, de pronto, en la espera, aparecen los colores más indeseables detrás de las rejas, del lado de adentro. Afuera, nosotros, con los obreros despedidos, en el medio, los mulos del patrón, la yuta que cuida a la burocracia, adentro, la patota de la verde con sus banderas y sus cantos agresivos, “que se vayan todos, que se vayan todos” la impotencia los hace salir a enfrentarnos, la carencia de una política obrera, tratando de instalar en nosotros la desazón, como hizo siempre la patota del SMATA, mafiosos, fachos, esos son sus métodos. Nosotros afuera: “la celeste es combativa de verdad… Verde decime que se siente…” No encontrábamos canciones que no hablaran de carneros, de verdes traidores, de mulos y todas esas cosas tan familiares para ellos. Entonces nos resiganamos al “Vamos a volver” . Y saltábamos, el asfalto quemaba, las banderas rojas y celestes flameaban. No podíamos parar.
El anuncio llegó en la voz del funcionario del ministerio, la excusa de la empresa para no dejar entrar a los indomables era la falta de garantías para la integridad física de los obreros. ¿Ah si? Cortamos la Panamericana, ahí nomás.
“Y dale dale que esta la ganamos…” Pasaban los camiones, los autos, tocando bocina, alentando, en la puerta de la fábrica había movimiento, en la carpa también.
Pasó un rato largo más. Nosotras ya estábamos en viaje a capital porque teníamos que repartir boletín de lucha en Felfort. Pasó que entraron. Pasó que pasaron las rejas, los indomables, firmaron un acta con fecha de reingreso tras sus vacaciones. Pasaron la reja de la burocracia, pasaron el límite que puso el SMATA, el gobierno y la patronal. Pasaron los límites que querían imponerles las corrientes de izquierda que daban por perdida esta lucha, que los creían derrotados. Pero ellos no, ellos son indomables, ellos saben que tenemos los ojos puestos en su lucha, que los seguimos como ejemplo, que si ellos entran, entramos todos.
La felicidad en nuestros rostros al repartir el Boletín de lucha en Felfort nos delataba, incontenible, la alegría.
Los indomables pasaron la reja de lo imposible, el sueño comienza a tomar forma para los que aún esperamos.
“Lloooooren carneros, aunque vos no quieras volveremoooos… dale dale que esta la ganamos… en Lear luchamos, todos reincorporados”
Se nos pegó para todo el día la canción, para todo el día y toda la historia de la lucha obrera.
GRACIAS INDOMABLES!!!!