¿A vos te parece? Daniel Scioli comparó a Javier Milei con el Dibu Martínez

Daniel Scioli ya había dicho en el programa de Tomás Rebord que a Javier Milei "le van a tener que dar el Premio Nobel de Economía". Al parecer el presidente se engolocinó con el piropo y el mismo día en que se conocía el aumento en la desocupación del país, Milei dijo que le podían “dar un premio Nobel”.

Éste viernes, el actual secretario de Turismo, Ambiente y Deporte, continuó con su táctica absurda de adular a Milei. "A usted cuando era arquero, se lo reconocía por el vigor, por la intensidad. Ahora le toca atajar todo lo que le tiran, como el Dibu anoche". Por supuesto a Javier Milei le encantó el piropo. Lástima que toda la gestión del presidente vienen siendo goles en contra del pueblo trabajador y las mayorías populares.

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En estas semanas, se conocieron distintos indicadores económico y sociales que muestran el desastre de la gestión mileísta. El coeficiente de GINI, que mide la desigualdad social, es el más alto desde el año 2008, y es peor incluso que durante los momentos más duros de la pandemia. Y la pobreza ya trepó al 55% de la población. Por otro lado, la desocupación va en aumento, no solo en el sector público donde el Gobierno viene despidiendo trabajadores y trabajadoras indiscriminadamente; sino también en el sector privado, producto de la recesión económica que el propio gobierno genera con sus políticas de ajuste.

En esta última semana, luego de que Javier Milei lograra la aprobación de la Ley de Bases, coimas mediante, "los mercados" continuaron presionando al alza del dólar. Hay una combinación de grandes empresarios sojeros y exigencias del FMI, que empujan a una devaluación de la moneda.

Los elogios del excandidato a presidente del peronismo en 2015, no tienen ningún sentido más que mantener la buena relación de Daniel Scioli con el presidente, para así conservar su cargo político. Scioli no está solo, hay 1867 funcionarios del gobierno anterior que permanecen hoy en cargos. Además es inestimable la ayuda que el peronismo viene brindando a la gobernabilidad de Milei. Por un lado, por parte de dirigentes sindicales, que contienen el despliegue de planes de lucha contundentes para atajar los goles en contra, como la reforma laboral y del Estado que pasó con la Ley de Bases. Y por otro lado, con los votos prestados para aprobar la misma ley, tras beneficios personales que ofreció el Gobierno, o por cálculos de negocios por parte de legisladores de provincias mineras en cuanto al RIGI.