El primer denunciante de los abusos sexuales cometidos por el cura Nicola Corradi en La Plata declaró ante la Justicia. Aquí cuenta su experiencia y pide cárcel para todos los curas y las monjas culpables.
Daniel Satur @saturnetroc
Lunes 2 de enero de 2017 00:14
Para el entrevistado la lengua de señas es un verdadero "grito en el silencio"
Daniel Sgardelis tiene 42 años. Nació y vive en Tartagal, Salta. Pero su infancia y adolescencia las pasó en La Plata, estudiando y viviendo en la sede que el Instituto Antonio Provolo (fundado en Italia) tiene en la capital bonaerense. Allí estuvo entre 1981 y 1995.
Daniel tardó años en poder confesar que durante todo ese período, junto a otros niños sordos, sufrió abusos sexuales, castigos y maltrato de parte de curas y monjas. Su primer testimonio público fue a través de un video casero. “Hace cuatro años había publicado un pedido por Youtube para que hagamos la denuncia y no se me prestó atención”, dice a La Izquierda Diario. Por eso ahora se siente fortalecido porque entiende que su verdad, la que quiere que todos sepan desde hace décadas, finalmente puede salir a la luz.
Durante los años que Daniel pasó en el Provolo platense un hombre gobernó las vidas y las voluntades en el instituto. Era Nicola Corradi, el cura italiano que había sido trasladado al otro lado del Océano Atlántico cuando las violaciones cometidas por décadas en la sede de Verona se habían vuelto inocultables. Muchas de sus víctimas infantiles ya eran adultas y habían empezado a hablar. Es el mismo Corradi de 82 años que desde fines de noviembre está preso en Mendoza, junto a su “colega” Horacio Corbacho, tras ser denunciados ambos por abusos sexuales a niñas y niños sordos en el Provolo de Luján de Cuyo. En La Plata Corradi estuvo de principios de los 80 hasta fines de los 90.
“Eso no puede seguir sucediendo, le van a seguir arruinando la vida a más personas. Tenemos que salvar a los futuros niños”, dijo Sgardelis a este diario horas después de haber declarado (vía teleconferencia) ante el fiscal Fernando Cartasegna de La Plata, quien tomó la investigación sobre el Provolo de la capital bonaerense tras el escándalo destapado en Mendoza.
Su experiencia con Corradi y sus cómplices, los abusos de todo tipo contra él y otros niños sordos, los difíciles años que siguieron y la necesidad de que todos los culpables vayan presos; fueron los ejes de la conversación que Sgardelis tuvo con La Izquierda Diario y que aquí se reproduce, previo agradecimiento por su colaboración a Verónica Mercado, intérprete de lengua se señas.
“Siento que salió la opresión”
¿Cómo te sentís después de haber declarado ante la Justicia de La Plata?
¿Qué tipo de declaración tuviste ante Cartasegna?
¿Creés que tu testimonio va a ayudar a que otras víctimas de Corradi y Corbacho se animen a hablar?
Debe ser difícil dar ese primer paso
¿Esas personas con las que hablaste están en La Plata?
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Doble cara, doble vida, doble moral
¿El caso del Provolo puede ser más grande de lo ya se sabe?
¿Cómo lo recordás a Corradi?
De todos modos, ahora que lo apresaron me sorprendí de tantas cosas horribles que hizo a tantos chicos, que haya abusado de tantos. No puedo creer que hayan seguido con esto todos estos años.
Vos decís que él y sus cómplices le arruinaron la vida a mucha gente
Y también decís que además de abusos sexuales el maltrato era generalizado
Mi mamá, por ejemplo, cuando descubrió esto que me pasó me contuvo. Ella me decía que en definitiva pagaba al Provolo una cuota mensual para que me dieran mala vida, mala alimentación, maltrato y abuso. Se han burlado de tantas familias. Las monjas recibían toda esa plata ¿y a dónde iba esa plata? Porque a nosotros no nos daban de comer, nos maltrataban, con palos nos pegaban y después iban a seguir rezando. ¿Cómo nos podíamos defender nosotros?
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¿Qué te dijo el fiscal Cartasegna en cuanto a cómo sigue la causa?
¿Vos estás convencido de que en La Plata hay mucho por investigar?
Ahora nos podemos sentir apoyados. Ojalá sean todos investigados y vayan todos presos. Eso le pedí en mi declaración al fiscal. Porque cuando estén presas los sordos van a tener más confianza en ir a denunciar y ahí vamos a poder tener alguna retribución por todo este daño que nos han hecho.
Desde que expusiste tu caso ¿qué tipo de solidaridad recibiste?
¿Qué pensás de toda esta historia, de los abusos pero también de los encubrimientos de la Iglesia?
Pero yo sé que el Papa sabe de esto que pasaba. ¿Por qué ocultaron todo y dejaron que Corradi viniera de Italia? Había muchos antecedentes en Verona. ¿Por qué lo mandaron para acá? Eso es lo que tenemos que saber. A mí me arruinaron la vida ya, pero no quiero que le arruinen la vida a más niños. En Paraguay hay otros institutos Provolo y también en Bolivia. Deberían sacarle a esa congregación el permiso para que no tengan más instituciones educativas para niños sordos, porque los van a seguir maltratando.
Otra cosa importante, necesitamos que no se les prohíba a los niños el uso del lenguaje de señas. No puede suceder lo que nos pasó a nosotros, que nos prohibían la lengua de señas. Eso va degenerando el intelecto de los chicos, lo que sumado al maltrato recibido hace que todo sea negativo para los chicos.
¿Qué le dirías a las y los sobrevivientes que aún se sienten temerosos de hablar?
Yo les digo que entiendo que tengan miedo, pero que estén tranquilos. Si no quieren salir en la prensa, con nombre y apellido, igual el fiscal les va a tomar la denuncia.
En el Instituto Provolo no se les permite a las niñas y los niños sordos usar la lengua de señas . Por eso tantos estuvieron y están sumidos en el silencio. Para Daniel y otros sobrevivientes la lengua de señas se transformó en un grito como pedido de justicia
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc