El diputado y presidente del bloque del Frente Renovador Darío Giustozzi reafirma su candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires. El Concejo Deliberante de Almirante Brown, aceptó su renuncia a la intendencia el pasado jueves 11 de septiembre.
Gabriela Boyadjian @gabyrub_
Jueves 18 de septiembre de 2014
Giustozzi fue electo intendente en 2011 por el Frente para la Victoria y al promediar su segundo mandato se pasó a las filas del Frente Renovador. Ante el revuelo presentó su dimisión al Concejo Deliberante en diciembre de 2013 manifestando que, aunque no existiría incompatibilidad legal, consideró que habría incompatibilidad ética en continuar con los dos juramentos. Esta doble ostentación de cargos no se limitaría sólo al “Barón” de Almirante Brown, sino que también entraría en la misma bolsa su posible contendiente en las PASO de 2015, “MI” Martín Insaurralde, entre otros. Quedarse en los municipios les posibilitaría relanzar candidaturas en tierra firme. A pesar de los baldazos de agua helada que ambos se echaron, siguiendo la mediática campaña de concientización sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica, se abre un escenario caliente de cara al 2015.
Ahora bien, durante todo este tiempo, el Frente Renovador, mayoría en el Honorable Concejo Deliberante de Almirante Brown, dilató el tratamiento de la renuncia de Giustozzi rehusando el argumento de incompatibilidad de cargos. Desde el Frente para la Victoria, el jefe de la bancada local, Mariano Cascallares, descargó a los medios que le dieron la licencia para “seguir usando la plata del municipio para su posicionamiento personal y mantener el doble comando en la intendencia". A comienzos de julio de este año, el Concejo Deliberante trató y rechazó “el retiro” en medio de un escándalo desatado por publicitar la imagen de Giustozzi durante el Mundial de fútbol en Brasil por TyC Sports. Hecho que llevó a Cascallares a realizar una denuncia judicial por los ¡¡5 millones de pesos!! gastados en la pauta que supondrían estaban destinados a las escuelas del distrito.
Los últimos acontecimientos, entre otras cuestiones, hicieron que el jueves pasado y a las apuradas, se aprobara la renuncia por unanimidad. Quedó al frente de la Intendencia el arquitecto Daniel Bolettieri, ex secretario del Sindicato de Empleados Municipales de Almirante Brown, cargo que dejó para ocupar la titularidad de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas del municipio y luego, electo concejal en 2011. En relación a su nombramiento, desde el Frente Renovador afirmaron que habrá “total continuidad” de gestión con el arquitecto a la vez que Giustozzi no se alejará del todo porque es vecino de Almirante Brown y quien conduce el espacio político gobernante. Desde el Frente para la Victoria, la discusión se dio en primer lugar por el aviso a última hora del tratamiento de la renuncia. Aunque, pasado el alboroto, señalaron que Bolettieri podrá trabajar con mayor libertad y tomar decisiones propias a la vez de dejar su impronta en la gestión. Luego puntualizaron sobre el intendente saliente señalando que a lo largo del último período “especuló con los tiempos de la política ya que comenzó el año posicionándose fuertemente como gobernador y se le fue todo de las manos”. Al mismo tiempo, plantearon que la meta política de Giustozzi fue dedicarse a los sectores transitados del distrito y no la periferia. Para despegarse, plantearon que los ediles del proyecto nacional y popular enfocan su trabajo en los barrios desde un espacio cultural para transformar la parte olvidada del territorio. Unos a otros se tiran dardos sin preocuparse que la mayoría formó parte, a lo largo de esta década, del mismo proyecto.
Almirante Brown es el único gran partido de la Tercera Sección que fue administrado por un "Barón" del Frente Renovador, converso del kirchnerismo que, en su momento, fue catalogado como traidor al proyecto, y que hoy tiene una continuidad sin un heredero destacable en la delantera. Con la aceptación de la renuncia de Giustozzi se profundiza la pelea electoral de cara al 2015 en la carrera por la gobernación de la provincia de Buenos Aires, como también los pases de bando que esta semana tuvieron su primera repercusión con el traspaso al massismo de la edil Marta Ortiz denunciando hechos de corrupción (que deberá demostrar) dentro de las filas K.
Almirante Brown es un distrito con importantes desigualdades sociales en el que habitan alrededor de 600.000 personas. Como sucede en el resto de los partidos bonaerenses carga con graves problemas de infraestructura habitacional, sanitaria y de educación, barriadas humildes con calles de tierra, sin agua potable ni cloacas, problemas en la red de distribución eléctrica, además de extensos basurales por los cuales transitan centenares de personas, en su mayoría trabajadores y niños, que no tienen acceso a una vida digna. Contrariamente a ese escenario, Adrogué y otras cabeceras de municipio corren otra suerte ya que allí viven los ricos y la vida tiene otro color.
En medio de la ya lanzada batalla electoral brotan los contrastes de la “década ganada” en la que kirchneristas, massistas y todos los barones del conurbano que especulan hacia el 2015 demostraron gobernar para los intereses del negocio inmobiliario y los ricos, y no para resolver los problemas de los millones de familias trabajadoras de la provincia de Buenos Aires que viven en la miseria, con bajos salarios, precarización laboral, escuelas y hospitales que se caen a pedazos y entre el barro y las inundaciones.