La vicepresidenta Delcy Rodríguez, informó este miércoles que el país alcanzó los 100 fallecidos registrándose cuatro nuevas muertes por COVID-19 desde que se detectaron los primeros contagios a mediados de marzo pasado, y suman 10.428 casos. Aun cuando hay muchas dudas razonables sobre esos datos que viene ofreciendo el Gobierno, muestran el potencial expansivo del contagio en un país que tiene el sistema sanitario en deterioro.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Jueves 16 de julio de 2020
Miembros de Defensa Civil y sepultureros del cementerio municipal de San Cristobal entierran a una persona que falleció por el coronavirus, este miércoles, en San Cristóbal. EFE/ Johnny Parra
Delcy indicó que de los decesos registrados este miércoles, tres eran del estado de Zulia, y donde se mantiene una "cuarentena radical" para frenar los contagios. También dijo que en esta región se registran 2.054 casos totales del nuevo coronavirus, lo que la convierte en la más afectada en el país. El otro fallecido reportado era de Caracas, donde también aplica una cuarentena que esta semana se flexibilizó hasta el miércoles, cuando volvió a entrar en vigencia ante el aumento de los casos, de acuerdo a datos Gobierno. En el país también se reportó este miércoles 418 casos, por cuanto los contagios totales ascendieron a 10.428, de los cuales 7.278 están activos.
"El virus está circulando en la calle, y lo único que necesita es una persona susceptible", dijo Delcy en declaraciones que transmitió por VTV, pero no se ven medidas extraordinarias frente a esta situación que no vayan más allá de la cuarentena. Incluso, la situación se agrava en el propio personal de salud que está en la primera línea del combate pero en situaciones precarias, tal como lo denunciaron las enfermeras en sus protestas recientemente.
De acuerdo a otros reportes no oficiales pero tomados a partir de los anuncios por Covid-19, nueve fallecidos y 28 nuevos contagios por coronavirus dentro del personal sanitario han ocurrido entre el 1 y el 15 de julio en Venezuela. Zulia sigue siendo la entidad con el mayor número de decesos dentro del personal sanitario. Desde el 29 de junio y hasta el 13 de julio se dio a conocer el contagio de 28 personas, con lo que los casos del personal sanitario con COVID-19 en Venezuela ascienden a 215. “Exigimos condiciones de trabajo decentes, seguras y salarios suficientes” claman entre sus demandas los trabajadores y las trabajadoras del sector salud.
“Hacemos un llamado a todos los entes gubernamentales tanto nacionales como regionales para que provea a todo el equipo de salud, especialmente a las enfermeras, los médicos, los obreros, a todo el personal de salud de los equipos de bioseguridad establecidos por la OMS para de esta manera garantizar el cuidado humano requerido y no contagiarnos. Que no sea ésta tu última guardia, el Covid 19 no es un juego, cuídanos para poder cuidarte”, declaró recientemente la presidenta del Colegio de Enfermeras del estado Guárico, Petra Malavé.
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Como vemos el estado actual del sector salud es calamitoso, lo que lleva a causar mayores estragos por la pandemia, además de que se priorizan en estos momentos medidas que deterioran aún más el nivel de vida de las personas como aumento de combustibles y continúa la hiperinflación desembocada, aunado a la prepotencia burocrático-autoritaria del Gobierno. A la preexistencia ya del colapso de la economía, de los servicios y una catástrofe social instalada, se suman las “sanciones” impuestas por los EE.UU., apoyadas por la oposición. Toda una situación de conjunto que pone a Venezuela como uno de los países más vulnerables.
Por otra parte al Gobierno se le cuestiona que no da la información veraz, lo que es clave y es un derecho elemental de la población. Es de primera importancia que el pueblo venezolano pueda contar con información totalmente clara, precisa y cierta sobre la situación de la pandemia en curso. Es que quien está gestionando la crisis es el mismo Gobierno que durante largos años ha ocultado datos de la situación económica, social y ¡de salud! Baste un solo ejemplo muy pertinente: le niega al país el boletín epidemiológico desde 2016, cuando el mismo mostró un aumento drástico de la mortalidad materna y la infantil, y cuando una ministra se atrevió a publicarlo la primera medida fue destituirla.
De igual manera por ejemplo, no se sabe prácticamente nada o poco, si en el país se continúan con los test masivos para la detección del virus. Aunque con información opaca en sus inicios el Gobierno hablaba de los test masivos, aunque éstos fueran los de test rápida –que son cuestionados- y no de los llamados PCR que son más efectivos, pero últimamente ni siquiera de eso se está informando, y todo se reduce a si se flexibiliza o radicaliza la cuarentena, un método que necesario, pero que se aplica desde épocas medievales frente a la imposibilidad de control, pero ya no se viven en tiempos donde los avances médicos y tecnológicos estaban ausentes en las sociedades.
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Como vemos, no hay ningún “combate” exitoso a la pandemia del coronavirus tal como lo demuestran los propios números que emite el Gobierno, sino que se encamina a un escenario más terrible para el pueblo. Frente a esta situación que se agrava hay que exigir medidas de emergencia para garantizar un fortalecimiento rápido del sistema público de salud y ponerlo a tono con las necesidades, y para atender todas las necesidades económicas y sociales de las mayorías del país.
Comenzando la pandemia desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) se propuso y exigió todo un plan de emergencia planteando la necesidad de medidas extraordinarias para evitar que esta crisis terminara golpeando aún más al pueblo trabajador, pero desde el Gobierno de Maduro no ha pasado de tomar como lo central la cuarentena sin un plan de conjunto y hoy vemos, incluso tomando los datos oficiales, la amenaza de un desborde está más que presente.
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