En un conocido programa radial llamado “La corneta” que se transmite en la estación de radio “Los 40”, se desarrolló este debate entre la “libertaria” Gloria Álvarez y Antonio Attolini, quien es uno de los rostros jóvenes de la “4T” del gobierno de López Obrador.
Jueves 7 de marzo de 2019
El tema a discutir era “El libre mercado”, como de costumbre el discurso de Álvarez se centró en que la libertad económica está ligada a la felicidad. En esta ocasión habló de los datos del “Instituto Fraser”, un instituto de ultra derecha canadiense, para justificar su defensa a ultranza de la libertad empresarial.
Por su parte Attolini se limitó hablar de que “depende” de cada país y situación histórica, el nivel de libre mercado y de intervención estatal que un gobierno debe tener.
No fue sorprendente que la fanática del capitalismo salvaje intentara atacar usando el ejemplo de Venezuela, mientras que Attolini argumentaba con el ejemplo de Haití donde la miseria es claramente producto de un gobierno neoliberal alineado a Estados Unidos.
Por su parte, los presentadores se limitaban a comentarios para amenizar la tensión, Gloria Álvarez atacaba abiertamente a Attolini calificándolo como socialista y por "defender una ideología asesina". Por su parte, el integrante de Morena se limitó a explicar su visión keynesiana del mundo ante una Gloria que no contenía sus ganas de calificar como “socialismo” a todo lo que no encuadrara con su visión.
Álvarez, como lo ha hecho en otras ocasiones, defendía la privatización del agua, de la educación y la salud. Usando los argumentos más derechistas y falsos, planteaba que gracias al capitalismo se cuida el medio ambiente.
Siempre refiriéndose a la "libertad capitalista" de forma abstracta y deliberadamente intentando confundir a la audiencia hablando de "la gente”, cuando se refiere en realidad a los empresarios.
Álvarez dijo que hay que dejar que “la gente” controle Pemex o hay que dejarle la educación y la salud a “la gente” y no al Estado. Encubriendo que las inversiones no las hace cualquier “gente” común y corriente, sino quienes buscan sacar ganancia de ello y tienen los recursos para invertir, es decir, un puñado de grandes propietarios.
También Álvarez discutía que, "si dejamos que libremente se pueda contratar y despedir, las personas podrán elegir donde emplearse" dependiendo qué patrón les ofrece mejor salario, incluso en otro país. Es decir, que quien apenas llega a fin de mes puede elegir libremente si quiere ir a buscar trabajo en otro país o renunciar a su trabajo y buscar uno mejor. Esta lógica no tiene fundamento alguno que no sea la teoría económica más ortodoxa y que es difícil incluso para neoclásicos defender.
Por su parte, Attollini no dejaba de plantear (sin dejar de defender el capitalismo) que la teoría económica convencional puede señalar que, si dejar actuar al mercado todos van a ser felices, pero la realidad que se generan enormes asimetrías.
Hacia el final del "debate", Gloria intentó refutar frases de Marx al hilo –quizá intentando cerrar con fuerza y “ganar” el debate- a lo que Attolini se limitó a decir que estaba citando como si leyera una galleta de la fortuna y no se habló más de Marx.
La ultra derecha intenta ganar terreno con gente tan nefasta como Gloria Álvarez en medios de comunicación masiva. Así ganó Bolsonaro, con paladines como la guatemalteca tildando todo lo que suene a regulación de socialismo. No obstante, la palabra “socialismo” y el nombre de Marx no dejan de sonar en las redes o en debates como este.
Ahora bien, para defender las ideas del socialismo no hay que invitar a un autodefinido “populista” (¿?) como Attolini quien no reivindica más que algunas reformas fiscales progresivas.
Para defender el socialismo hay que enfrentar a derechistas mentirosas como Gloria Álvarez y plantear claramente que lo que hay que hacer es nacionalizar bajo control obreros todos los sectores estratégicos de la economía y acabar con la propiedad privada de los medios de producción, algo a lo que se oponen tanto Attolini como Álvarez. Decir que Venezuela no tiene nada de socialismo y que el estalinismo es una degeneración del marxismo.
Sin embargo, en esta estación y en este programa, donde uno de los presentadores es hermano de Luis Videgaray, no es gratuito que invitaran a un ponente que dista mucho de ser socialista y a otra que abiertamente iba a atacarlo y a calificar de marxista algo que no se acerca siquiera a un discurso de izquierda.
Y es que lo cierto es que discurso de Morena nunca ha sido de izquierda, no habla de la clase trabajadora y menos del socialismo, por lo tanto, el objetivo del debate en buena medida intentaba ridiculizar no solo al Morena, sino a la izquierda en general.
Para defender el socialismo hay que militar por esa perspectiva: por un gobierno de trabajadores y del pueblo. No militar, como Attolini por un gobierno “populista” de burócratas nacionalistas. Para defender el socialismo, un conciliador como Attolini no es opción; para defender el socialismo hay que tener una posición del lado de la clase trabajadora y tomar partido desde una visión anticapitalista. Solo estas posiciones pueden combatir y derrotar a derechistas como la “libertaria” Gloria Álvarez.