El domingo 28/09, la TV Record realizo un debate entre los candidatos. Ataques a Dilma expusieron los escándalos de corrupción en la petrolera Petrobrás, que involucran partidos del gobierno. Quedó evidente la fragilidad de Marina Silva ante los esfuerzos de desconstrucción de su imagen. Y el candidato Levy Fidelix gano evidencia por sus rabiosas declaraciones homofóbicas.
Martes 30 de septiembre de 2014
Marina Silva siente los golpes en la recta final del primer turno
El viernes 26/09 se publicó una nueva encuesta que refuerza la tendencia de recuperación de Dilma y la declinación de Marina. Luego de llegar a empatar con Dilma un mes atrás, Marina cayó hasta alcanzar 27% para el primer turno, mientras Dilma subió hasta 40%. En el segundo turno, la encuesta por la primera vez muestra a Dilma delante de Marina, marcando 47% contra 43% de la adversaria.
Algunos analistas ya especulan la posibilidad de que, si se profundiza esta tendencia, Dilma pueda resolver la disputa en el primer turno, aunque por hora sea lo menos probable. Este ha sido el resultado del esfuerzo de deconstrucción de la imagen de Marina no sólo por la campaña de Dilma – involucrando también a Lula en los ataques – sino también de Aécio.
En el debate, Dilma fue decidida a profundizar la misma estrategia. Puso en evidencia las incoherencias del discurso de Marina, que tuvo dificultad para contestar. Pero no fue solo Dilma que así lo hizo. Mostrando las alianzas y presiones a las cuales Marina se subordina, Luciana Genro también puso a la candidata de la “nueva política” en dificultades para explicar los viejos métodos que utiliza.
Marina está pagando el precio de la enorme contradicción que existe entre su tentativa de capitalizar el sentimiento de cambio político y social que emergió de las manifestaciones de junio de 2013 por un lado y por el otro, el programa neoliberal que ha levantado para ganar la confianza de los empresarios.
¿Los escándalos de corrupción pueden generar un nuevo cambio de escenario?
Casi todos los candidatos buscaron alguna forma de hacer que Dilma pague por los escándalos de corrupción en la Petrobrás. A pesar de que hay muchos indicios de involucramiento de los partidos del gobierno, el discurso de Dilma de que no sabía y que ha tratado de combatir esta práctica ha convencido una parcela importante de la población. Como mínimo, hay una importante parcela del electorado que considera más importante impedir que un eventual triunfo de Marina o Aécio pueda implicar el retroceso de las mejoras de vida que obtuvieron en los últimos años de crecimiento económico.
Lo que sí está confirmando es un acuerdo entre el poder judicial y uno de los principales personajes del esquema de corrupción en la Petrobrás, que ha ganado repercusión en los noticieros nacionales en las últimas semanas por una "delación premiada". Hay una gran expectativa sobre que podrá revelar en esta delación (acusación publica) Alberto Youssef. Este se encargaba del lavaje de dinero y es conocido por sus múltiples lazos con el PT. Si se confirma este acuerdo, esta semana pueden saltar a la superficie nuevas denuncias.
En una de las elecciones más imprevisibles desde 1989, no se pueden descartar nuevos giros.
El brote homofóbico de Levy Fidelix
Indagado por la candidata Luciana Genro sobre por qué se recusaba a defender el casamiento entre personas del mismo sexo, el candidato derechista le contesto: “Dos que son iguales no hacen hijos”; “aparato excretor no reproduce”, “no podemos permitir que (…) estos que están por ahí acosándonos diariamente, intentando apuntalar esa minoría a la mayoría del pueblo brasilero”; “Tratamos la vida con religiosidad para que nuestros hijos puedan encontrar realmente un buen camino familiar.” Estas fueron algunas de las expresiones con las que Fidelix intentó posicionarse en el debate, no solo diciendo que se opone al casamiento igualitario, sino incentivando abiertamente la violencia contra los LGBTT, que en Brasil alcanza récords siendo el país con más asesinatos y agresiones homofóbicas del mundo.
El hecho de que ningún candidato ni tampoco el canal televisivo haya denunciado inmediatamente los crímenes de homofobia y la incitación a la violencia cometidos por el candidato es una demostración del oscurantismo que prima sobre la política brasilera.
Si al silencio de los demás candidatos ante tamaña demontración de prejuicios le sumamos las denuncias por corrupción ligadas al gobierno y al poder estatal, se pone en evidencia el verdadero carácter de las elecciones en esta sociedad capitalista.
Daniel Matos
Nacido en Montes Claros, Minas Gerais, Brasil. Dirigente del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) de Brasil, reside desde 2015 en Argentina colaborando con la dirección del PTS. Miembro del consejo editorial de Esquerda Diário y de la revista Estrategia Internacional. Coautor del libro Questao negra. Marxismo e classe operaria no Brasil, Ediciones Iskra, 2013.