Se trata de Carlos Williamson, quien figuraba como candidato para el cargo de Subsecretario de Educación Superior para el gobierno de Piñera, quien se desechado para el cargo luego de la polémica por sus declaraciones hacia el Museo de la Memoria y sus posturas contrarias a la educación gratuita.
Viernes 26 de julio de 2019
Las declaraciones
“Un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional”. Así fue como calificó el actual rector de la Universidad San Sebastián y quien fuera candidato a Subsecretario de la derecha a la cartera de Educación Superior. Agregando que: “a todas luces constituye una iniciativa que mostrará una no-verdad, una mirada falsa de una realidad dolorosa que nadie quiere volver a vivir (…) (es) inaceptable que esa memoria quede corta y las futuras generaciones conozcan una grosera falsificación de lo sucedido en esos años”.
Sin embargo, Carlos Williamson no esperaba que sus declaraciones emitidas por el medio de prensa El Mercurio el 2 de noviembre de 2009 -que dicho sea de paso no expresa otra cosa que una legitimación de la dictadura cívico-militar en Chile- fuera la expresión práctica y concreta del dicho “por la boca muere el pez”.
Pese a esto, en donde el gobierno ha desestimado el mantenerlo como candidato posterior a las críticas por sus declaraciones, cabe destacar que dicha medida no responde a un posicionamiento a favor de la defensa de los Derechos Humanos o incluso algún tipo de repudio al régimen genocida y pinochetista. En lo más mínimo. Lo que expresa en definitiva es a un gobierno débil que debe ir corriendo de un lugar a otro apagando incendios internos para evitar mayores cuestionamientos y volver a revivir al fantasma de la desaprobación histórica, acompañado de descontento social y movilizaciones a nivel nacional.
Una línea clara y continua: La derecha busca borrar la memoria histórica a su beneficio
Las y los lectores podrán recordar el caso de Mauricio Rojas, el ex Ministro de Cultura que duró la nada misma después de haber anunciado que el Museo de la Memoria no es nada más que un montaje, o incluso la polémica política educativa del gobierno de optar por quitar Historia de 3ro y 4to medio, en donde justamente los contenidos abarcan el periodo de dictadura militar en Chile y Sudamérica.
¿Qué tienen todos estos elementos en común? El que responden a una intención del gobierno por borrar un episodio crudo de la historia, en donde la derecha nacional, aliada con el imperialismo yanqui, demostró a rostro descubierto su esencia. Lo que a su vez es parte de un plan de la derecha por instalar un sentido común favorable a su gobierno, buscando instalar a través de una agenda valórica elementos y valores conservadores, a la par de instalar la lógica del enemigo interno con el pueblo mapuche y hacia las y los migrantes.
Frente a esta línea de la derecha de intentar integrar a personajes afines a la dictadura pinochetista en su personal de gobierno, de borrar la memoria histórica y de instalar un clima represivo hacia el pueblo mapuche y la juventud movilizada, debemos responder con una gran organización en las calles, que logre no sólo que estos personajes no asuman en sus carteras de gobierno, como se ha conformado el Frente Amplio -con interpelaciones infértiles como la que buscaron realizar a Chadwick- y el Partico Comunista, sino que apueste por derribar toda la herencia pinochetista que ha configurado al Chile neo-liberal de hoy en día.
