El pasado viernes 3 de septiembre se produjo la décima jornada de huelga de las y los ferroviarios malagueños y se acompañó de una cacerolada en protesta en la puerta de la estación María Zambrano Vialia.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 7 de septiembre de 2021
Foto: ID
La asamblea de trabajadores de Renfe Málaga apoyados por CGT continúa peleando por el empleo y el tren como servicio público para la provincia tras un verano en el que han encadenado hasta diez jornadas de huelga si contamos la del viernes pasado. A la lucha de los trabajadores hay que sumarle la de asociaciones como la Plataforma por el tren rural en Andalucía, diversas asociaciones de vecinos de municipios afectados; y la presencia de diversos cargos públicos de ayuntamientos como los alcaldes de Álora, Pizarra y Cártama, concejales del ayuntamiento de Málaga y diputadas autonómicas.
La cacerolada que dio comienzo a las diez y media de la mañana reunió a los colectivos mencionados y trató de visibilizar las demandas que los trabajadores sostienen desde hace meses. Por su parte Renfe ha negado la situación de gravedad del servicio público que acumula 2.400 suprimidos desde enero en el Cercanías, llegando incluso a 30 trenes suprimidos en un día debido a la falta de maquinistas. La empresa trata de escurrir el bulto echando la culpa a los trabajadores por movilizarse y a los casos de covid-19 en la plantilla de maquinistas.
Por su parte desde CGT, se reivindican medidas en favor del empleo y de la conexión entre municipios, en concreto se propone añadir entre 10 y 12 maquinistas y el mismo número de interventores además de otros seis empleados en ventanilla para cumplir conforme lo estipulado en las condiciones de Obligación de Servicio Público. CGT también plantea que la línea C-2 amplie su recorrido hasta la Roda de Andalucía y Ronda para que atienda a la población de las comarcas del interior de la provincia de Málaga y de la Sierra Sur.
Por su parte la plataforma por el Tren Rural en Andalucía reafirma sus reivindicaciones para exigir una inversión en la ampliación de trenes de Cercanías y regionales frente a la política rutinaria de los gobiernos de invertir solo en AVE. Un cambio en la forma de entender el transporte ferroviario que a juicio de los manifestantes ayudaría tanto a combatir la despoblación rural como los problemas del cambio climático, siendo el tren un transporte público acorde a las necesidades de la transición ecológica y una forma de conectar los municipios de la provincia con la capital.
Roberto Bordón
Andalucía