El candidato del Nuevo Partido Anticapitalista y obrero de la Ford, Philippe Poutou, se refirió a los ataques en París del jueves a la noche. Las razones profundas y el militarismo del resto de los candidatos.
Viernes 21 de abril de 2017 11:26
El candidato del Nuevo Partido Anticapitalista y obrero de la Ford, Philippe Poutou, se refirió a los ataques en París del jueves a la noche. Reproducimos a continuación la declaración, cuyo original en Francés se puede leer en el sitio Revolution Permanente
El tiroteo del jueves por la noche, en el cual un hombre atacó un vehículo policial, matando a un policía e hiriendo a otro y a una turista, antes de ser abatido, es el centro de todas las miradas en el tramo final de la campaña. Es un drama humano que ha golpeado a sus familias, pero la mayor parte de los candidatos lo instrumentalizan para sembrar el pánico, calificándolo de acto de guerra y barbarie islamista.
Las raíces de estos actos no están ni en las mezquitas ni en los campos de refugiados. Están en la situación de guerra exterior e interior que mantiene el Estado [francés] y en las injusticias y discriminaciones perpetuadas en los barrios, en el ascenso de un racismo y una islamofobia estatales
Sean las que sean las motivaciones precisas del atacante, este acto no puede ser aislado del contexto político en el que tiene lugar. De un lado el Estado francés lidera el ranking de las intervenciones militares en África y Oriente Medio, así como el de la venta de armas a las dictaduras. Del otro, en Francia una parte de la población, de la juventud de los barrios populares, sufre miseria y discriminación por su color de piel u origen.
Todo este contexto deja un lugar, limitado pero real, a actos como éste, en el que individuos buscan una revancha suicida y criminal contra una sociedad que les excluye. Más aún, en las redes sociales, la propaganda reaccionaria y mortífera del Daesh [Estado Islámico] trata de convencer y alistar miembros.
Las raíces de estos actos no están ni en las mezquitas ni en los campos de refugiados. Están en la situación de guerra exterior e interior que mantiene el Estado [francés] y en las injusticias y discriminaciones perpetuadas en los barrios, en el ascenso de un racismo y una islamofobia estatales. Estas son las raíces que hay que cortar.
No son ni el Estado de emergencia, ni el armamento, ni el aumento de efectivos policiales quienes ayudarán a conseguirlo. El policía asesinado estaba armado. El armamento de la policía no hace más que empeorar el clima de violencia y causar muertes. El cierre de fronteras, el rechazo de inmigrantes y el refuerzo de las intervenciones militares están todavía más lejos de aportar una solución.
Montreuil, 21 de abril de 2017
Révolution Permanente
Francia