Ayer, en tribunales Federales de Rosario, Chiche Hernández, referente metalúrgico de izquierda, brindó testimonio ante el juez Bailaque, en la causa conocida como “El Villazo”
Jueves 15 de octubre de 2015
El miércoles por la mañana, se sumó una nueva e importante ampliación de testimonio a la causa caratulada como “N.N. sobre Homicidio agravado por el concurso de dos o más personas en concurso real con imposición de tortura, en concurso real con privación ilegal de la libertad. Luna, Agustín Reynaldo y otros” que tiene a cargo el juzgado federal número cuatro de Rosario.
Pasadas las 9.30 horas se presentó ante el juez para ampliar su declaración el compañero Oscar Chiche Hernández, reconocido dirigente obrero clasista metalúrgico y candidato a Vicepresidente del PTS en 1999 en la fórmula junto a José Montes. Lo acompañaban su familia, amigos como Pacho Juarez ex dirigente metalúrgico detenido en la represión obrera, representantes de organismos de Derechos Humanos como Norma Ríos de la APDH, quienes también son querellantes en la causa con el patrocinio de las abogadas Gabriela Durruty y Jésica Pellegrini, el Ceprodh Rosario, el dirigente y candidato a diputado nacional Octavio Crivaro del PTS en el Frente de Izquierda, junto a compañeros militantes de dicha organización. Toda la familia de “Chiche” tuvo participación activa en la gran gesta obrera que se dio en la ciudad de Villa Constitución desde comienzos del año 1974. Su padre, Helvecio Hernández, fue organizador de la lista Marrón durante el primer Villazo, que con la ocupación de Acindar y la movilización de los metalúrgicos en 1974, le arrebató a la burocracia de la UOM la seccional de Villa Constitución. Fue elegido como uno de los dos delegados normalizadores luego del triunfo de marzo de ese año. La mamá de Chiche, Ester, fue parte del Comité de Mujeres, que organizó la resistencia desde los barrios a la represión del gobierno peronista. Su cuñado fue asesinado y toda la familia, víctima de numerosos allanamientos represivos.
Con la bronca de un luchador militante que nunca bajó los brazos, su testimonio se dio en el marco de una gran impunidad reinante no sólo de los genocidas sino también de los directivos de la fábrica Acindar Villa Constitución, empresarios, gerentes y colaboradores, con quienes se ha cruzado durante 41 años en las calles villenses.
Al salir de Tribunales dijo: “Desde el día que entraron los milicos a mi casa, me despertaron a punta de ametralladora y se llevaron a mi viejo, me cambió la vida, entre otras cosas, no sólo perdí a mi cuñado, mis primos que tuvieron que exiliarse, sino que al estar mi viejo en la cárcel de Coronda, me obligaron a dejar la escuela secundaria, y salir a laburar. Por eso, lo que más quiero, es que éstos empresarios asesinos que inauguraron en la fábrica el primer centro clandestino de detención, se pudran en la cárcel”.
Desde comienzos del año 1974 Villa Constitución se transformó en el centro neurálgico del clasismo combativo con la lucha histórica que dieron los metalúrgicos frente a la burocracia de la UOM de Lorenzo Miguel. El Villazo. En lo que fue un verdadero ensayo de la represión, que luego del golpe de 1976 se extendiera a todo el país, fue necesario tomar por asalto Villa Constitución, detener ilegalmente en la noche del 20 de marzo de 1975 a la inmensa mayoría de los luchadores sindicales, y en muchos casos a sus familiares, asesinar a numerosos dirigentes gremiales y sociales que apoyaban la huelga, y convertir a la ciudad en un gran centro experimental del terrorismo de estado.