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Red Internacional
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Abusos eclesiásticos. Declaró el exobispo Zanchetta: negó los abusos y habló de "venganza"

Sostuvo haber tenido una “buena relación y sana con todos los seminaristas” y afirmó que detrás de la denuncia de los dos seminaristas hay “otra connotación”. Cuenta con la asistencia de dos abogados especialistas en derecho canónico, provenientes del Vaticano.

Valeria Jasper

Valeria Jasper @ValeriaMachluk

Martes 22 de febrero de 2022 17:10

Foto: Informatesalta

Este lunes dio comienzo al juicio contra el ex obispo de Orán Gustavo Zanchetta por los delitos de abuso sexual agravado en perjuicio de dos seminaristas. Es la primera vez que un obispo llega a esta instancia. Y no es cualquier obispo; es uno de los protegidos de Francisco, quien supo acobijarlo en el Vaticano al momento de conocerse las denuncias de abuso sexual.

El religioso llegó a la audiencia acompañado por los abogados canónicos Javier Belda Iniesta y Francesco de Angelis, ambos llegados desde el Vaticano, lo que deja en evidencia la fuerte protección de las altas esferas eclesiásticas con que cuenta Zanchetta. Según Belda, la presencia de ambos letrados se debe a que, en el juicio, se “se discutirán cuestiones canónicas”, en referencia a los documentos canónicos llegados días atrás. Sobre el juicio canónico, Belda aseguró que aún sigue en proceso.

Protagonistas

Como era de esperar, el acusado negó todos los hechos. Dijo haber tenido una “buena relación y sana con todos los seminaristas”. Explicó su rol como obispo de la diócesis, por el cual visitó algunos domicilios a los que fue invitado por los familiares de los seminaristas y ellos le confiaban sus problemas familiares o historias de vida. Como parte de su función debía conocer a los seminaristas en profundidad, sobre todo “para saber si iban a cumplir su papel como sacerdotes”. Y agregó que “nunca hubo alguna connotación sexual”. Hizo alusión también al expediente de la investigación canónica, y señaló que tres sacerdotes le habían dicho que la denuncia “se trataba de una venganza”.

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Una vez finalizada la declaración del imputado, el Tribunal ordenó su retiro de la Sala, por pedido de la fiscalía y se escuchó la declaración de los denunciantes sin la presencia de Zanchetta, quien posteriormente fue informado de ambas declaraciones.

Los dos ex seminaristas, mencionados como G.F.L.G. y M.C., ratificaron sus dichos formulados en la etapa de investigación. Uno de ellos indicó que el sacerdote le habría formulado “propuestas amorosas” y requerido “masajes”. Testificó haber sido abusado por el sacerdote en el 2017, en el Seminario Juan XXIII, y en un domicilio particular del pueblo de Los Toldos. La otra víctima aseguró que sufrió diferentes situaciones de abuso sexual no solo en el ámbito privado sino también "en público". Los hechos habrían sucedido en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del Seminario Juan XXIII y en la casa del ex obispo.

Testigos

Durante la segunda jornada del juicio, comenzaron las declaraciones de los testigos.

Un exseminarista, quien oficiaba de chofer del ex obispo, aseguró que Zanchetta era una persona autoritaria que impartía miedo. En el mismo sentido declaró una psicóloga que colaboraba en la diócesis y tenía a su cargo un taller de educación emocional. Aseguró que los jóvenes seminaristas pudieron expresarse con mayor libertad una vez que el obispo renunció.

También declaró Martín Alarcón, rector del seminario Juan XXIII durante la gestión de Zanchetta, uno de los sacerdotes que lo denunció en el juicio canónico. Hizo referencias a las preferencias de Zanchetta por algunos seminaristas, a quienes les hacía regalos en forma personal o a través de terceros como ropa, computadoras o dinero. Agregó que cuando él tenía que viajar o ausentarse de la ciudad, los seminaristas le pedían que no se fuera mucho tiempo porque el obispo tenía otro comportamiento cuando él no estaba.

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Luego declaró Gabriel Alejandro Acevedo. El sacerdote era formador y director espiritual de los seminaristas y vicario general de la diócesis. Es otro de los sacerdotes que denunció al acusado en el juicio canónico. Contó sobre lo que en su momento le dijeron los seminaristas e hizo referencia a los acercamientos físicos a las víctimas.

Mencionó que en septiembre de 2014, luego de una visita a Rivadavia, el obispo le entregó su celular al canciller del obispado para que baje las fotos a la computadora y se haga una selección para subir a las redes, y allí encontraron fotos de contenido pornográfico en las que aparecía el obispo y algunos jóvenes.