El primer tribunal ambiental decretó el cierre permanente del proyecto minero el megaproyecto binacional minero Pascua Lama, que en el lado chileno se ubica en Alto del Carmen, Región de Atacama, ya que el proyecto de la minera canadiense Barrick Gold fue declarado inviable producto de la magnitud del daño que genera al medio ambiente como a la salud de la población.
Viernes 18 de septiembre de 2020
El fallo ratifica la sentencia de octubre de 2018, cuando se confirmó la sanción realizada por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), la cual levantó cinco cargos, tres de los cuales fueron considerados en la sentencia, que hacen referencia a un incumplimiento respecto al monitoreo de los glaciares, al monitoreo y contaminación el río estrecho y el uso de una metodología para considerar la calidad del agua que permitía aumentar la contaminación de estas por fuera de la calificación ambiental comprometida.
Uno de los acontecimientos más graves fue que en marzo de 2013 la empresa descargó, directamente hacia el río Estrecho, aguas contaminadas lo que produjo un deterioro en la calidad del río y con ello, puso en riesgo la salud de la población por exposición al manganeso.
El cual es un elemento altamente cancerígeno que además puede generar efectos toxicológicos en el sistema nervioso afectando el desarrollo cognitivo, sobre todo en niños, lo que es una situación extremadamente grave.
Sin duda fue una larga batalla judicial, que de todas formas aún la empresa puede volver a apelar ese fallo del Tribunal. Según explicó el presidente del Tribunal Mauricio Oviedo “desde el punto de vista procesal, las partes que no se encuentren conformes con el fallo pueden recurrir ante la Corte Suprema vía recurso de casación”, pese a que “esta causa ya fue revisada en su oportunidad por este Primer Tribunal Ambiental, en esa oportunidad la Corte Suprema devolvió el expediente al Tribunal para que se revisara en su totalidad las reclamaciones y que es lo que se ha hecho el día de hoy con esta sentencia definitiva”.
Para las comunidades ya son años de lucha contra este proyecto, seguramente nada restablecerá la situación original de los glaciares como invaluable reserva de agua, ya que son ecosistemas frágiles, tampoco hay estudios definitivos sobre la salud de las personas.
Si bien el resultado actual es judicial, lo que hay detrás es una enorme lucha ambiental prolongada por años tanto desde Chile como desde Argentina, con múltiples denuncias, años de esfuerzos, con denuncias de las condiciones tanto laborales como ambientales por parte de sus propios trabajadores. Todos estos esfuerzos obligaron al sistema judicial- así como la propia empresa, antes que este- a reconocer la inviabilidad del proyecto.
Durante este proceso en realidad el sistema judicial tendió permanentemente a ser favorable a la empresa, hasta que ya era innegable el nivel de impacto ambiental y a la salud de las comunidades. El fallo, que marca el término de un trabajo revisó más de 500 documentos y miles de páginas de documentación e informes de diversos organismos.
Este resultado esconde un problema más profundo del Chile Neoliberal: ¿Quién debe decidir sobre los recursos naturales? ¿Deben ser los grandes empresarios, o deben ser los trabajadores junto a las comunidades? La revuelta y el actual proceso constituyente son muestra viva de este debate, pero la letra chica de este acuerdo por la paz y la nueva constitución, quieren devolverles la legitimidad cuestionada a los partidos tradicionales, ya que serán estos los favorecidos para poder resolver temas tan importante como la nacionalización de los recursos naturales; además de que en este pacto ya acordaron no tocar los tratados internacionales, con lo cual es prácticamente imposible tocar los intereses de estos mega proyectos.
Es por esto que necesitamos luchar por una asamblea constituyente libre y soberana, para que realmente podamos decidir, para poder poner sobre la mesa la urgente necesidad de recuperar estos recursos bajo gestión de los trabajadores y las comunidades.