Mientras la derecha promete desalojos a campamentos a punta de represión y el oficialismo se subordina al modelo de concesiones que ha demostrado ser incapaz de resolver la grave crisis habitacional en Valparaíso ¿qué podemos hacer para resolver el problema habitacional que afecta a miles de familias para que la casa propia deje de ser un sueño y pase a ser un derecho y una realidad?
Miércoles 28 de agosto de 2024
Si en noviembre del 2023 la encuesta Casen ubicaba a Valparaíso como la segunda región con mayor déficit habitacional en Chile (6,8%), tras el megaincendio que afectó a miles de familias el verano pasado las cifras se dispararon. Con 135 personas fallecidas, 8 mil viviendas siniestradas y 11.349 hectáreas afectadas, el plan de reconstrucción del gobierno ha sido un total fracaso. A finales de marzo de este año se reportaron 21.229 personas afectadas que comprenden un total de 8.188 hogares.
Mientras los datos arrojan, respecto al incendio, que el 70,2% de los hogares se ubica en Viña del Mar; un 28,3% en Quilpué y un 1,4% en Villa Alemana. Un 88% de los hogares se identificó como “muy afectada” o “destruída” y la gran mayoría de las viviendas afectadas pertenecen al tramo más vulnerable del Registro Social de Hogares.
Si bien los datos más acuciantes son aquellos relacionados al megaincendio, el déficit habitacional es un problema cada vez más extendido en la población con contrastes extremos de un mismo problema. Mientras los comités de vivienda y habitantes de cerro Centinela en San Antonio se movilizan y se resisten al desalojo, las inmobiliarias construyen departamentos de lujo sobre las dunas de Concón destruyendo el ecosistema que ahí habita. Son las dos caras de una misma moneda, la de un modelo que privilegia a los empresarios y castiga a los pobres.
En el marco de las nuevas elecciones municipales, cores y gobernación regional, se vuelven a reponer las promesas históricas de los partidos del régimen frente al problema de la vivienda en la V región. Mientras la
derecha con candidatos como Ivan Poduje por la alcaldía en Viña del Mar promete desalojar cuatro campamentos mediante las “fuerzas del orden”, candidatas como Camila Nieto (la carta del Frente Amplio a la alcaldía por Valparaíso) vienen a replicar las fórmulas del gobierno que aún mantiene a miles de familias afectadas por el incendio sin una vivienda sólida. Por su parte, Carla Meyer, del movimiento transformar impulsado por Sharp y también candidata a alcalde por la ciudad puerto, dicen cuestionar al gobierno pero solo lo hacen desde una óptica de gestión, manteniendo en lo estructural la esencia de concesionar el problema a empresas privadas o llegar a uno que otro acuerdo público-privado para gestionar las migajas que caen de la mesa cuando hay una profunda riqueza en la región que puede estar al servicio de garantizar derechos esenciales como la vivienda. ¿Es posible otra salida?
Todos los sectores se excusan en que los municipios no tienen facultades para resolver temas habitacionales, pero la realidad es que se subordinan al modelo subsidiario, donde el Estado entrega recursos para asegurar el negocio privado mientras se respeta la sacrosanta propiedad privada.
Aun cuando los municipios tienen facultades expropiatorias, los representantes de los partidos tradicionales se niegan a usarlas para no chocar con la propiedad privada capitalista, que es un tema tan sensible como es el habitacional prefieren mantener una enorme cantidad de bienes Inmuebles al servicio de la especulación del suelo antes de intervenir con decisión en favor de la resolución de un problema crítico como es la falta de viviendas.
En el debate por la alcaldía de Valparaíso algunos de los candidatos de la derecha señalaron que la gente se iba del plan de Valparaíso por la falta de seguridad, pero la realidad es que es imposible pagar arriendos que parten en los 500 mil pesos cuando el sueldo mínimo tiene el mismo valor.
Para resolver el problema de la vivienda hay que tomar decisiones que cuestionen la propiedad privada capitalista e invertir las prioridades en beneficio de las mayorías trabajadoras.
¡No al desalojo de campamentos!
Poduje promete dejar 1200 familias en la calle en su supuesto combate a la delincuencias, cuando anteriormente él mismo estuvo ligado a la gestión de Virginia Reginato que desfalcó el municipio y se robó millones. ¡Basta de criminalización!
¡Fin a la especulación inmobiliaria!
Desde ya los municipios tienen la facultad de expropiar inmuebles ociosos y habilitarlos para dar solución en un corto plazo a las familias en campamentos o que llevan años esperando una solución habitacional.
¡Hay que avanzar en un plan de viviendas controlado por trabajadores y comités de vivienda! que planifique la administración de los bienes expropiados y los planes para la construcción de viviendas definitivas pagadas por el Estado central.
La V región concentra grandes ganancias a través del puerto principal de San Antonio, la bahía energética de Quintero-Ventana, el puerto de Valparaíso o la agroindustria, sin embargo esa riqueza se concentra en el bolsillo de unos pocos que viven a costa del saqueo y el trabajo precario, dejando nada más que pobreza para miles. Es urgente y necesario pelear por la expropiación sin indemnización de estas grandes empresas, y su estatización bajo control de trabajadores y la población que permita planificar la economía en función de las grandes mayorías para el financiamiento de vivienda, salud y educación.
