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Red Internacional
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Congreso Nacional. Del Caño cruzó a Guzmán: “No queremos que nos mientan más en la cara, este presupuesto está dibujado”

Junto a Myriam Bregman y Romina del Plá, constituyeron las únicas voces que cuestionaron la subordinación al FMI y el pago de la deuda pública ilegal y odiosa. Denunciaron el ajuste que se lleva adelante y también la demagogia de la oposición patronal que se presentó y habló como si Macri no hubiera empujado al país a esta crisis.

Lunes 13 de diciembre de 2021 17:30

Nicolás del Caño "Este gobierno como los gobiernos anteriores dibujan los presupuestos" - YouTube

Un largo circo: esa podría ser la definición de la reunión de Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados que tuvo lugar ese lunes por la tarde y hasta entrada la noche. Un ministro de Economía -Martín Guzmán- esquivando las preguntas y respondiendo casi en piloto automático. Una oposición patronal -agrupada en Juntos por el Cambio- que hizo como de cuenta que nunca había gobernado el país y no tenía nada que ver con ajustes y crisis. En el trasfondo del escenario la monstruosa deuda -ilegal e ilegítima- que el FMI pretende cobrar y el Frente de Todos se apresta a negociar. Ese acuerdo, como ya se dijo, solo traerá ajuste y mayores padecimientos para las grandes mayorías populares.

Que se trata de un circo lo demuestra la celeridad del oficialismo en tratar el proyecto de Presupuesto 2022. Enviado al Congreso a mediados de septiembre, recién entró a discusión este lunes y el plan del Gobierno es que se trate y apruebe este mismo jueves. Esa aceleración fue cuestionada por la mayor parte de la oposición. Se explica por una sola y única razón: el Frente de Todos quiere presentarle la votación al FMI como parte de las negociaciones para cerrar el acuerdo. Eso explica, también, el sordo diálogo entre el ministro, sus funcionarios y todos aquellos que decidieron preguntar y/o criticar.

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"No queremos que nos mientan más"

Entre los presentes en el edifico anexo de la Cámara de Diputados estaba Nicolás del Caño, que criticó fuertemente al oficialismo. El diputado del PTS-Frente de Izquierda hizo una de las intervenciones más duras en la primera parte de la reunión.

Del Caño recordó que "en el 2017 el ex ministro de Economía Nicolás Dujovne había venido al Congreso a defender su Presupuesto con una estimación inflacionaria del 15 % o 16 % para el 2018. Pero ese año la inflación fue finalmente del 47 %. Es decir que insultó la inteligencia de los diputados, las diputadas y de todo el pueblo argentino.

De inmediato señaló “no queremos que nos mientan más en la cara cuando presentan un presupuesto. Esto no es privativo de este Gobierno. En los gobiernos anteriores, como señalé recién, también se dibujan los presupuestos para después utilizarlo para distintos objetivos. Uno, por ejemplo, es el tema de las paritarias de las trabajadoras y los trabajadores, para buscar que sean a la baja. De fondo hay un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional- valga la redundancia- y este presupuesto no está exento de esas exigencias".

Además, denunció que las “metas que están planteando están cuestionadas por esas exigencias. Y además, por las propias estimaciones que se hacen de la inflación, que va a ser superior al 33% que está fijando en este presupuesto. Y eso trae aparejados ajustes cuando la inflación es mayor en términos reales. Igualmente, ya con este 33%, en muchas partidas hay un ajuste muy fuerte”.

No fueron las únicas criticas lanzadas desde el Frente de Izquierda. Más tarde, luego de variadas intervenciones y esquivas respuestas por parte del ministro y otros funcionarios, hizo uso de la palabra Myriam Bregman. La diputada nacional por CABA criticó duramente el discurso demagógico del oficialismo, que habla de "perspectiva de género" en cuanto al presupuesto mientras se reducen las partidas destinadas a los programas e iniciativas que permiten afrontar los femicidios y la violencia de género.

Además, recordó la dramática situación en la que se encuentran muchas empresas recuperadas, que vienen padeciendo tarifazos desde el Gobierno de Macri y que, lejos del relato, no han encontrado apoyo en la actual gestión del Frente de Todos.

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Guzmán y el intento de defender lo indefendible

"El proyecto de Presupuesto es lo mejor que se puede construir en las condiciones actuales de la Argentina". La frase de Martín Guzmán llegó casi al final de la reunión de comisión, tras varias horas de reunión. Fue parte de una respuesta a Myriam Bregman, pero puede sintetizar el "espíritu" que recorrió el cónclave. El oficialismo no solo no contestó críticas ni rebatió seriamente argumentos. Por el contrario, presentó el proyecto de Presupuesto como el único posible.

Por solo citar unos pocos ejemplos, al responder a las preguntas que le había formulado Del Caño -acerca de jubilaciones, pobreza, inflación y ajuste del gasto público, entre otros temas- el ministro de Economía negó enfáticamente la existente de un ajuste. "Los números no respaldan su afirmación, es falsa”, dijo el funcionario nacional. Inmediatamente agregó que “el déficit fiscal se ha reducido debido a la política tributaria de carácter progresivo a generado un mayor crecimiento estructural de la recaudación y por la recuperación de la economía”

Sin embargo, es la propia Oficina de Presupuesto del Congreso la que confirma ese ajuste. Como lo reseñó hoy la economista Lucía Ortega en este diario: “En los primeros diez meses del año el ajuste de los gastos corrientes fue de 7,2% en términos reales, según un informe de la . Estos estuvieron motorizados por una reducción de las Prestaciones Sociales del 14 % deducida la inflación, en relación al mismo período de 2020.”

Si se atiende a otros aspectos del gasto público, por el lado del financiamiento la reducción de los aranceles tanto para las empresas agroexportadoras como para las mineras aplicadas desde 2020, no tienen nada de “progresivas”. Al mismo tiempo, las modificaciones en el impuesto a las ganancias y bienes personales no significan un cambio sustancial en términos distributivos. Este último, el único verdaderamente aplicado sobre la riqueza, representa solo el 2,6% de los recursos corrientes en el proyecto de Presupuesto 2022.

El Presupuesto proyecta para 2022 un déficit primario (sin incluir pagos de deuda) de 3,3 % del PBI ($2 billones) y un déficit financiero del 4,9 % ($ 2,9 billones), tomando de conjunto al Sector Público Nacional. A pesar de los maquillajes, el Gobierno propone, una vez más, un presupuesto de ajuste. Con los números sobre la mesa el gasto primario tendrá una reducción de 9,9% en términos reales si se asume la inflación de 33 % de Guzmán a diciembre de 2022, de 14,5 % si se considera que ello significaría una inflación promedio de 40 % al año, y de 21,3 % si se toma el supuesto de inflación de 51,2 % como estiman las consultoras relevadas por el Banco Central (BCRA).

En relación a la pobreza el ministro se mostró esquivo al decir: “no voy a dar proyecciones que va estar anunciado el Indec” y afirmó que ven a la economía transitando en una dinámica de reducción de la pobreza y la indigencia que: “quisiéramos que fuera a una velocidad mucho mayor, pero entendamos el contexto de doble crisis en el que estamos viviendo”.

Incluso el mismo Indec se ve obligado a reconocer que la pobreza no baja del 40 % y la indigencia del 10 %. Una consecuencia inevitable de la baja de los ingresos reales de los trabajadores del sector privado y público, de las jubilaciones y de aquellos que reciben asistencia social desde el Estado.

Por fuera de esta realidad Guzmán respondió “haremos todo lo posible por reducir la inflación de forma rápida, con el objetivo de favorecer el crecimiento de los salarios y los ingresos en términos reales, nuestro gobierno es de los que gobierna en favor del pueblo trabajador”.

Una declaración que suena a frase hecha, más teniendo en cuenta que los salarios no dejaron de perder en los últimos años -desde el macrismo se registra una caída del 26% en el empleo público y 31% en el caso de los informales- y que la pauta inflacionaria que el proyecto presenta para 2022 (33 %) ya aparece por debajo de todos los cálculos que se conocen.

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En relación a jubilación mínima admitió que “es difícil hablar de justicia social con algo así” y argumentó que la fórmula de la ley actual permite el crecimiento de las jubilaciones al estar basada en la recaudación del Estado, pero esto no se confirma en la realidad porque el componente central de la fórmula es el ingreso de los asalariados registrados que está lejos de recuperarse.

El gasto en prestaciones previsionales de las jubilaciones que paga la Anses se computa por $ 4.050.339 millones para todo el 2022, lo que representa un incremento de 38,4% interanual respecto del presupuesto vigente para 2021. Así, se consumaría, en el mejor de los casos, un ajuste de 1,1% en dicho gasto considerando la inflación, consolidando la pérdida de 6 puntos respecto a 2020 y de 17 puntos reales respecto a 2017.

En cuanto a la fuga de capitales el ministro dijo que: “tenemos un problema de injusticia histórica en la Argentina, parte de la formación de activos a externos se ha ido a guaridas fiscales y no ha sido declarada. Es una deuda de toda nuestra sociedad, es una deuda de todo nuestro estado nación, poder encontrar un mecanismo para atacar ese problema tan grave para la constitución de un estado nación”.

Como plantea el Frente de Izquierda, el monopolio del comercio exterior y la creación de una banca estatal única permitirían enfrentar la evasión de las grandes empresas exportadoras, al controlar todo lo que se exporta e importa. Al ponerle fin a la concentración privada de las finanzas en manos de unos pocos bancos limitaría la creación de las sociedades off shore en las guaridas fiscales. Pero medidas de este tipo son rechazadas por este Gobierno (y lo fueron a lo largo de la historia) porque, más allá de los discursos, se oponen a afectar las ganancias de las grandes multinacionales y corporaciones.

Fue llamativo que Guzmán en su extensa intervención no respondió cómo sería viable pagar los compromisos anuales de la deuda a partir del 2026 que, como planteó Nicolás del Caño, superarían los 20 mil millones de dólares anuales. El diputado del Frente de Izquierda le había marcado la contradicción de denunciar como inviable el acuerdo del macrismo con el FMI que implicaba pagar montos de esa cantidad durante el 2022 y la renegociación en curso con el FMI que volvería a generar una crisis de deuda muy similar en pocos años.

No hay respuesta porque la política del Frente de Todos es sólo patear el problema hacia adelante y aplicar un fuerte ajuste en el camino. Por este motivo es central la lucha en las calles por el desconocimiento soberano de la deuda externa y no firmar ningún acuerdo con el Fondo.

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