En mitad de mi búsqueda de materiales para una de mi clases de Inglés, me encuentro con una voz cascada que dice:"recibo todos los días niñxs muertos de hambre, cuyas familias deben elegir entre pagar la calefacción para no morir de frío, o comprar comida".
Domingo 15 de diciembre de 2019 09:40
Es claro que esta realidad dista bastante de nuestros días en donde sufrimos altas temperaturas, pero del otro lado, hoy les toca padecer temperaturas bajo cero.
Sin embargo, a pesar de las distancias, la denuncia podría pertenecer a cualquier funcionario escolar de nuestro país o de Latinoamérica. Pero en este caso, es una declaración de un director de escuela del condado de Thanet, de una de las zonas más pobres de Kent en Reino Unido durante una entrevista radial ( quien por una cuestión de auto preservación decide mantener en reserva su identidad) a LBC, una radio londinense.
Andy Robinson, periodista de ese medio , estaba realizando el día 3 de diciembre una encuesta entre sus oyentes para saber su opinión acerca de la relación que tiene la educación en un niño proveniente de una familia con pobres recursos y cómo esto impactará a lo largo de su vida.
Me pregunto si esta misma encuesta podría ser posible de realizarse por los pagos rioplatenses, donde esta pregunta parece tan obvia que sólo se me ocurriría posible que exista en forma de denuncia, gritos y demandas en cada movilización docente, en cada charla entre recreo y recreo entre maestros y profesores.
Ni comida, ni calefacción ni salud
"Los chicos no tienen acceso a prestaciones básicas de salud, y tienen una lista de espera de 18 meses para ser atendidos por trastornos severos", destacó el director . Además, resaltó que las pésimas condiciones laborales en la zona provocan la escasez de profesionales que acepten trabajar ahí. "Hace poco logramos conseguir un dentista para nuestros alumnos. Y a veces accedemos a los servicios de un oculista"
Esto es la realidad que golpea de frente en mis clases, cuando mis alumnos me cuentan sobre las desesperantes búsquedas por ayuda médica para ellos o familiares, o cuando deben ausentarse para sacar turnos en los hospitales públicos, o quedarse a cuidar familiares que desamparados por el aparato estatal, no tienen cuidadores ni acceso a tratamiento. Acá, también de este lado del Atlántico, las falencias coinciden.
La no tan igualdad de condiciones ante la ley
Otro aspecto que resaltó el educador europeo es el sistema de presupuesto escolar, que está asociado a los resultados que los alumnos tienen al rendir los GCSE, (General Certificate for Secondary Education), una serie de exámenes finales que los chicos deben realizar al terminar sus estudios sobre las materias principales como (lengua) Inglés, ciencias , matemáticas, entre otras.
"Los funcionarios llegan enfurecidos por los bajos resultados de los GCSE, pero al ver las condiciones en que estamos trabajando y las carencias de los chicos, se disculpan por no poder dar más recursos. Este sistema premia a quienes tienen mejores resultados".
De este lado del mundo lidiamos con situaciones similares y en nuestro caso las pruebas se llaman irónicamente "aprender"
No resulta sorprendente estas declaraciones a quienes sistemáticamente denunciamos que las pruebas APRENDER no son otra cosa que un intento de implementar un sistema que fundamente la discriminación de entrega de mayor presupuesto a las escuelas con mejores resultados, y de esta manera, desfinancie a la mayoría de las instituciones que se ubiquen en la periferia, las cuales reciben a los niñxs de sectores más vulnerables.
La crisis del capitalismo hace que los sectores que se consideraban más blindados, como lo es Inglaterra, cuna del capitalismo, que sean los trabajadores los que paguen la crisis, también.
El capitalismo encuentra su mayor apoyo creando la falsa ilusión que todos somos iguales ante la ley. Y las contradicciones que surgen y que coinciden en todas partes del mundo muestran que es necesario cambiarlo todo.
De hecho, sólo un 2% del total de la población del mundo se llevan todas las ganancias mientras el resto apenas sobrevive.
Francia despertó y está realizando una huelga extraordinaria. Es cuestión de tiempo para que la acompañen sus vecinos.