A pesar de las pocas ganas que le pusieron muchas conducciones sindicales, el paro mostró quiénes hacen funcionar el país y quiénes pueden detenerlo. Recorremos gremios, empresas y ciudades con nuestros corresponsales para contarte cómo se vivió la jornada después de años de pasividad de la CGT y la CTA. El próximo martes, o el día que se trate la Ley, vayamos a un nuevo paro con movilización y piquetes. No para negociar algunos puntos: hay que voltear todas las leyes y medidas de Milei.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Jueves 25 de enero 01:33
Poco antes de la medianoche, los tableros de los aeropuertos de todo el país se tiñeron de rojo por los vuelos cancelados. Había comenzado un paro de pilotos al que se fueron sumando el resto de los gremios aeronáuticos. Las turbinas quedaron en silencio todo el día. Igual que las líneas de producción de las grandes automotrices. En Toyota dejaron de fabricar una Hilux cada 90 segundos y Ford quedó paralizada a las 12. A esa misma hora, a pocos metros, las obreras del turno mañana de Mondelez Pacheco se levantaban de las máquinas. Lo mismo pasaba a pocos kilómetros en Georgalos (ex Stani) y en Fate. Los obreros del neumático iniciaban sincronizadamente un paro junto a sus compañeros de Pirelli y Bridgestone que no duraría 12 horas sino 19. Los edificios telefónicos que “comunican” el país quedaban casi vacíos al mediodía. Los hospitales solo atendían urgencias. Si uno ponía el dedo en distintos puntos del mapa del país se encontraba con muchos puntos “calientes”: en la cuenca neuquina el paro petrolero tenía un fuerte acatamiento, lo mismo que en las aceiteras del cordón del Paraná, las grandes siderúrgicas de Campana, Villa Constitución y el sur bonaerense, o las flotas de camiones que cargan muchos puertos. El “granero” del mundo y otras de las perlas de la Argentina capitalista se habían quedado sin los músculos que las mueven. Un diario decía que si el paro fuera de 24 horas arrojaría pérdidas por 1500 millones de dólares. A su manera confesaba quién produce la riqueza. El transporte seguía funcionando, con el argumento de “ayudar a las movilizaciones”. Pero cuando se hicieron las 6 de la tarde no quedaron trenes ni micros y muchos negocios tuvieron que cerrar las persianas. Las avenidas quedaban vacías.
Hora a hora, a empujones, el paro general fue mostrando de lo que es capaz la clase trabajadora cuando se pone de pie. A pesar de las conducciones gremiales, de sus pocas ganas y sus pactos con las patronales, millones mostraron toda su bronca cuando recién van 40 días de la gestión Milei.
No es poco. Hacía 5 años que la tenían atada de manos. “Hay que aguantar” le juraban. Los mismos que este 24 no pararon el transporte para que los precarios puedan “justificar” su ausencia pero tampoco pusieron micros para poder marchar. Por eso, más allá de la campaña de la derecha, las huelgas y movilizaciones de este miércoles mostraron dónde está la fuerza para derrotar el plan de Milei y los grandes empresarios (no para negociar "mejoras" imposibles).
El martes o el día que se trate la Ley, hay que exigirle a la CGT, la CTA y nuestros sindicatos que convoquen una jornada mucho más contundente. Mientras, hagamos todo lo posible por impulsarla desde abajo.
Ahora recorramos el país para ver cómo se vivió en cada lugar.
Entre las fábricas y el Congreso
La Izquierda Diario fue reflejando, desde las primeras horas de la mañana, cómo se iba armando el paro y las movilizaciones en todo el país. Nuestros corresponsales mandaban la data que los grandes medios ocultaban. "Total normalidad" (ponele). Los que estaban en la Zona Metropolitana además del paro tenían el desafío de “reventar” Congreso. Aunque sus dirigentes no le pusieran mucho empeño. Arranquemos por ahí.
“300 vuelos cancelados. Hace rato no veía eso”, decía Federico, controlador aéreo. El mensaje era doble: las y los aeronáuticos rechazan las medidas de Milei pero además la privatización de Aerolíneas Argentinas. Martín Brat, delegado de GPS, cuenta que “se paró totalmente el aeropuerto. La columna de APA (personal aeronáutico) éramos dos mil, con 120 compañeros fuimos a plantear unidad y plan de lucha”.
Aeronáuticos. Empezó el paro con decenas de vuelos cancelados: este martes todos a la huelga y las calles https://t.co/XUrvhKUP61
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) January 24, 2024
“Paramos a partir de las 12, salimos todos desde las oficinas en Subte hasta la sede del sindicato” mandó Florencia Saracho, integrante de la directiva de Foetra (Telecomunicaciones) por la Agrupación Violeta. “Ahí concentramos en la sede del sindicato y eran más de 1.000 compañeros hacia el acto”.
En CABA otro de los gremios en la mira de Milei son las y los estatales. “ATE convocó paro de 24 horas que tuvo una adhesión desigual y UCPN con la modalidad de 12 horas de la CGT. Hubo participaciones importantes como las de ATE Trabajo, Desarrollo Social, CONICET . Con los gremios “en primera” cómo ATE o con freno de mano cómo UCPN, a base mostró disposición a salir a pelear” cuenta Leonardo Améndola, delegado de Trabajo por la Marrón Clasista.
Los colectivos y subtes se sumaron al paro a las 19 y la Ciudad quedó semivacía. En el gremio “subterráneo” los delegados clasistas habían dado un debate para hacer un paro más contundente.
Las conducciones de otros gremios carnerearon la huelga. Lo más claro fueron Comercio y Gastronómicos. En otros como Camioneros, Bancarios, Gráficos, fue fuerte.
Sigamos en la Zona Metropolitana.
Zona Norte. “La fábrica paró a la tarde y al inicio de la mañana” cuentan activistas de la Agrupación Bordó de Mondelez Pacheco. A pesar de la actitud de la interna y el sindicato, el acatamiento fue del 90%. “Mucha bronca. 40 compañeros marcharon con nosotros al Congreso”. En Georgalos (ex Stani), se paralizó la producción y un sector marchó con la oposición. En las automotrices el paro fue muy fuerte. “Toyota paró y movilizó un turno entero, mucha gente, en Ford fue total el paro. VW está “de vacaciones” pero 200 marcharon” cuenta un activista de base del Smata. Uno de los ejemplos más interesantes fue en Lustramax, una logística encuadrada en Comercio que tiene una interna combativa. “Para nosotros fue un gran paro y 40 compañeros fuimos en micro a Congreso”. Fate fue otra de las fábricas donde la huelga se sintió. Fue de 19 horas y más de 200 obreros fueron a la movilización con el Sutna. La Agrupación Granate dio la pelea para que sea lo más activo posible. En otras donde los gremios anunciaron paro pero pactaron con las patronales tener “puertas abiertas” la adhesión fue importante, como en Pilkington y varias metalúrgicas. Siderúrgicas como Siderca (Techint) pararon un turno entero pero el gremio (Furlán) movió sin ganas. MadyGraf, la gestión obrera, volvió a dar la nota, llevando dos micros a la movilización (lo mismo que la UOM Campana) y juntándose con asambleas vecinales. Lo mismo hizo el SUTEBA Tigre que viajó hacia Retiro y luego a la plaza con las asambleas de su zona. Y nos siguen llegando informes.
Zona Sur. “El aeropuerto de Ezeiza fue uno de los lugares donde se sintió fuerte: solo Flybondi continuó operando con la importancia que tiene Ezeiza en cuanto a tránsito de pasajeros como de mercadería para importación y exportación” cuentan delegados de base de El Despegue. Trenes y bondis pararon desde las 19 horas. La Naranja del FFCC Roca y otras agrupaciones marcharon con activistas. En el sector metalúrgico, las importantes fábricas del Grupo Techint Tenaris-Siat (Valentín Alsina) y Ternium-Siderar (Canning) pararon desde las 12 del mediodía. En el Polo Petroquímico de Avellaneda hubo distintas situaciones: Uocra adhirió al paro desde las 8, pero el sindicato petrolero impidió que los obreros de Raizen-Shell fueran parte. “La planta de Bridgestone de Llavallol fue escenario de la adhesión de sus trabajadores a la medida de fuerza, al igual que numerosos hospitales y centros de salud donde el sindicato Cicop paró por 24 horas, movilizándose unos 600 al Congreso” cuenta Verónica, cronista de La Izquierda Diario.
Zona Oeste. El paro tuvo acatamiento en muchas empresas de logística y camioneros, algunas metalúrgicas, fue fuerte en Pirelli. La planta de Manaos en Virrey del Pino se paralizó de 10 a 22 horas, igual que las plantas de Coca de Pompeya y Monte Grande. La jornada empezó temprano en el Hospital Posadas, donde se convocaron trabajadores de la salud, residentes y asambleas vecinales. Marcharon en varios “trenes de la resistencia” en las formaciones del FFCC Sarmiento junto a la columna de la seccional Haedo que es parte del sindicalismo combativo. La vuelta mostró el ánimo de quienes habían protagonizado la jornada. “Asambleas populares, ferroviarios, hospital Posadas sumándose trabajadores de fábricas que se habían movilizado, delegaciones de sindicatos que volvían, cantando unidad de los trabajadores, con esto solo no va a alcanzar, los trenes no se venden” cuenta Virginia Gómez, militante del PTS.
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Jujuy, Córdoba, Rosario: la fuerza del desencanto
Milei se jacta de que su libertad “avanza” desde el interior, pero en muchas ciudades donde sacó el 60% el paro fue el canal para empezar a expresar el malestar por las políticas del nuevo gobierno. Veamos ejemplos.
En Santa Fe el paro se sintió fuerte. Gremios como Aceiteros se destacaron. Paralizaron las grandes fábricas, en San Lorenzo con piquetes incluidos, y movilizaron 7 micros al Congreso. Como cuenta esta crónica, “en Rosario una multitud desbordó el Monumento demostrando el masivo rechazo a las políticas del gobierno de Milei. Las tres centrales sindicales convocaron. Allí hubo un bloque independiente encabezado por Amsafe Rosario, ATE Rosario, CTA Autónoma, Jaboneros, becarios del CONICET, organizaciones sociales y el Frente de Izquierda”. Otro punto caliente fue la histórica Villa Constitución. “A partir de las 12 del mediodía la ciudad vio paralizadas todas las empresas metalúrgicas y la gran siderurgia Acindar. Centenares de trabajadores abandonaron sus puestos y fueron sumándose a la concentración en la rotonda de la empresa Acindar” cuentan nuestros corresponsales.
En Córdoba el paro fue desigual. Las centrales sindicales llegaron al colmo de organizar…dos actos. El primero con gremios estatales (delegaciones de Alimentación, Uocra, Aeronáuticos y Bancarios) y movimientos sociales. La UEPC Capital, el gremio docente recuperado por la izquierda, tuvo una muy buena columna. El Cordobazo Cultural puso su impronta. Más tarde hubo otro acto de Camioneros, SMATA, UOM y Luz y Fuerza centralmente. Más de 20 mil personas se movilizaron en una ciudad que fue un caos todo el día. También hubo marchas en Río Cuarto, Rio Tercero, Traslasierra, Punilla y otras localidades.
En Jujuy la CGT y CTA se movilizaron y realizaron un acto en la capital, aunque no impulsaron con fuerza el paro. Un bloque independiente de organizaciones sociales, sindicales y la izquierda exigieron a las centrales sindicales un plan de lucha. También hubo importante marcha en el territorio de Ledesma. Como cuenta La Izquierda Diario, “hubo movilización y luego un corte de la ruta 34 donde participaron organizaciones gremiales (delegados azucareros, ruruales, estatales, municipales, docentes)” junto a organizaciones sociales y del Frente de Izquierda. En Salta fueron más de 10 mil personas. “Difícil imaginarse que en pleno verano la disposición a enfrentar el ajuste en curso se haría tan concreta, con trabajadoras y trabajadoras de estaciones de servicio, judiciales, ADP, Sitepsa, ADIUNSa, viales, UPCN, gastronómicos, UATRE, estatales, camioneros, aeronáuticos, ordenanzas, de los movimientos de desocupados y precarizados” cuentan nuestros corresponsales. En Tucumán también las calles dieron su mensaje, aunque la mayoría de los sindicatos no hicieron huelga. En la plaza Independencia estuvieron ATSA, SEOC, ATEP, SADOP, UOCRA, ATE, y una importante columna de La Bancaria, que arrancaron la jornada con un abrazo simbólico al Banco Nación en repudio a la intención privatizadora contenida en la Ley Ómnibus.
Mientras Morales, Sáenz y Jaldo negocian o directamente pactan con Milei, las calles del NOA le dijeron NO a los ataques de Milei.
La Patagonia fue otro punto caliente de la jornada. “En Neuquén fue unas de las movilizaciones más grandes de los últimos años” cuentan muchos activistas que han recorrido esas calles. Se movilizaron más de 60 sindicatos de la CGT y CTA en el marco del paro general. Petroleros hizo un paro con total acatamiento (y “guardias mínimas”) pero no marchó. Pero miles de trabajadores y trabajadoras de esos gremios, junto a organizaciones sociales, de la cultura y la izquierda dijeron presente en el Monumento San Martín. En esta nota te lo contamos. Como dijo Andrés Blanco, dirigente ceramista y diputado del PTS-FITU: “Hoy quedó demostrado dónde está la fuerza para derrotar por completo el ajuste de Milei”.
En Río Negro también hubo importantes movilizaciones en Viedma, Cipoletti, Bariloche, Fiske Menuco, como te contamos acá. El paro fue mucho más desigual. También hubo una importante participación de sectores de cultura y un bloque independiente que exigió la continuidad de las medidas.
En Chubut las marchas en Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Esquel, Rawson y en la Comarca Andina fueron importantes, así como el paro en muchos gremios. Acá todas las crónicas y fotos de la jornada.
En Mendoza hubo dos datos destacados: el polo independiente superó la convocatoria de las centrales sindicales y con esa moral rompió el corralito policial que venía imponiendo el gobierno provincial. El paro no fue fuerte por decisión y desprestigio de las centrales sindicales, pero la movilización fue masiva. Mucho tuvo que ver la Asamblea de Necesidad y Urgencia que impulsan trabajadores y trabajadoras de la cultura, del Conicet, organizaciones sociales, ambientales, estudiantiles y feministas, junto a la izquierda y delegados combativos, como los Autoconvocados Vitivinícolas.
Paro, piquete y cacerola: la fórmula anti Milei
El paro de hoy expresó el malestar de un importante sector del pueblo trabajador pero con las "formas" que le permitieron los que conducen los sindicatos. Pero fue un primer round. Como vimos en este rápido recorrido, temprano se empezaron a mostrar los dientes. Fue una foto para la derecha. Pero también para quienes rosquean en el Congreso y los burócratas que acompañan esa negociación a cambio de contener la fuerza obrera.
Porque si tenemos que resumir tres conclusiones de este 24, podemos decir:
Primero. La clase trabajadora mostró quién hace funcionar el país. Lo confirman esos llantos por las ganancias perdidas y los cientos de operativos represivos de Bullrich. A las 12 se apagaron muchas máquinas, viajes y cargas. A las 19 la ciudad quedó casi vacía. La huelga puso en escena el “peligro” al que temen los dueños del país. Pero también ayudó a que millones empiecen a reconocer sus propias fuerzas. Como decía Lenin hace 100 años, "la huelga enseña a los trabajadores a adquirir conciencia de su propia fuerza y de la de los empresarios".
Segundo. En las grandes ciudades se mostró la confluencia de los sindicatos con otros sectores agraviados por el ajuste. Las asambleas populares fueron un “aire fresco” pero también una fuerza desde abajo que pide pista en las calles. Los sectores de la cultura, del movimiento de mujeres y la juventud también reclaman su puesto de lucha. El kirchnerismo los dejó en banda y no van a esperar.
Tercero. Hay otra alternativa. Al sindicalismo combativo, las organizaciones sociales y la izquierda nos quisieron mandar “al fondo”. Pero en cada lucha, contra cada gobierno, el 20 y el 27 de diciembre, nos ganamos un lugar. No lo vamos a entregar. Guste a quien le guste los “bloques independientes” se hicieron lugar en cada jornada, con la bandera de “plan de lucha hasta que caigan el DNU, la Ley Ómnibus y el ajustazo”.
Por eso, para la izquierda clasista la jornada de hoy es una buena noticia. Si la clase trabajadora se pone de pie, si pone en juego toda su potencialidad, no hay derechista ni protocolo ni burocracia que la detenga.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.