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Red Internacional
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Catalunya. Del fusilamiento de Companys a la inhabilitación de Torra

A lo largo de los dos últimos siglos han sido numerosos los presidents de la Generalitat de Catalunya que han sido represaliados por parte del Régimen del Estado español, ya sea en plena dictadura franquista o durante la democracia.

Martes 7 de enero de 2020

Imagen: Toni Albir / EFE

Al general Espartero se le adjudica la frase de "por el bien de España, hay que bombardear Barcelona una vez cada cincuenta años". Lo cual da una idea de la represión que Catalunya viene sufriendo históricamente por parte del Estado español.

Más allá de si la frase salió de los labios del General, éste reprimió duramente con un copioso bombardeo una insurrección popular sucedida en Barcelona en 1842, mientras era el regente de Isabel II. La represión se hizo con saña y prueba de ello es el saldo de El balance final arrojó 1014 proyectiles lanzados, 462 edificios destruidos o dañados y entre 20 y 30 muertos.

Hoy, el Régimen del Estado español no puede realizar una represión de esas magnitudes. No obstante, no se queda atrás. Lo vemos constantemente y desde hace años con judicialización del conflicto catalán con la intención de aniquilar de raíz el movimiento independentista.

El último episodio represivo es la decisión de la Junta Electoral Central para inhabilitar al president Quim Torra, sin esperar a sentencia firme. Lo mismo con la inhabilitación como eurodiputado de Oriol Junqueras.

Los métodos con los cuales el Régimen del 78 está reprimiendo hoy al pueblo catalán son un poco más sofisticados. En la sentencia del Supremo se vio cómo la realidad fue suficientemente retorcida como para hacerla caber en el Código Civil.

No obstante, Torra no es el único president de la Generalitat que ha sido represaliado durante los dos últimos siglos.

La larga lista de presidents represaliados

Cabe destacar que antes que Torra, Carles Puigdemont decidió exiliarse a Bélgica una vez que el Gobierno de Mariano Rajoy aplicara el artículo 155 de la Constitución española ante la proclamación simbólica de la República el 27 de octubre de 2017.

Y más significativo es también que posteriormente el Tribunal Supremo impidiera que tanto Puigdemont, como después Jordi Sánchez y Jordi Turull fueran investidos como president tras las elecciones del 155. El Constitucional y el Juez Llarena se encargaron de decidir quien podía y quien no encabezar el govern catalá.

Carles Puigdemont es el enemigo número 1 para el centralismo del Régimen del 78 y la cantidad de euroordenes contra los políticos exilados, el juicio del Supremo contra una parte del Govern y todas las maniobras de las máximas instancias judiciales tienen como primer objetivo encarcelar a Carles Puigdemont en España. Esa fue, además, una promesa de Pedro Sánchez durante un debate electoral.

Sin embargo, si miramos más hacia atrás en el tiempo, veremos como la represión hacia la figura del president de la Generalitat se repite a través de las décadas.

El caso más grave fue el fusilamiento del president Lluís Companys a manos del régimen franquista. Companys presidió la Generalitat en dos períodos. Durante el primero, entre el 33 y el 34 del siglo pasado, declaró la República catalana, siendo reprimido por las fuerzas militares de la segunda república y encarcelado posteriormente.

El segundo período en el que Companys estuvo al frente de la Generalitat fue del 36 hasta la caída de la República por parte del bando nacional de Franco. Una vez finalizada la Guerra Civil, Companys tuvo que exiliarse en Francia, donde fue capturado por los nazis y servido en bandeja al dictador Franco el 29 de agosto de 1940. Fue torturado y sufrió un consejo de guerra en el que finalmente fue sentenciado a ser fusilado el 15 de octubre de ese año.

Además de Companys, cabe destacar también que anteriormente Enric Prat de la Riba había sido encarcelado mientras estuvo también al frente de la Generalitat.

Josep Puig i Cadafalch y Francesc Macià, ambos también ex presidents, tuvieron también que exiliarse en el extranjero. Lo mismo que Josep Irla, presiddent que precedió a Companys en el exilio y Josep Tarradellas, el que fuera president cuando regresó del exilio ya durante la Transición.

Jordi Pujol, pese a que fue el máximo exponente de la política del "peix al cove" en la segunda mitad del siglo XX con la que la burguesía catalana hizo tantos negocios con el Régimen del 78, también fue encarcelado bajo el franquismo.

Durante las últimas décadas, tan solo Pasqual Maragall y Jose Montilla, ambos del PSC, no han sido represaliados por parte del Régimen del Estado español.

Tras ellos y posteriormente a Carles puigdemont, Artur Mas fue inhabilitado (y aun sigue) por organizar la consulta del 9N en 2014. Más de 2,3 millones de catalanes y catalanas fueron a votar. El Gobierno de Rajoy trató de frenar de múltiples formas éste “proceso” en el que más de 2,3 millones de catalanes y catalanas salieron a votar. La movilización fue tan alta que sólo Rajoy aun cree que no hubo votación. No obstante, Artur Mas, junto a las conselleras Joana Ortega e Irene Rigau, fueron condenados a dos años de inhabilitación y al pago de una sanción económica de 36 mil euros.

Todas estas décadas de represión, ya sea de mayor o menor intensidad; ya sea hacia los dirigentes o hacia los cientos de jóvenes represaliados, detenidos y presos en la actualidad bajo ésta democracia blindada para ricos, son la clara muestra de cómo las instituciones políticas del Estado español “resuelven” siempre las diferencias políticas y territoriales.