Organizaciones de derechos humanos denunciaron este martes la represión del gobierno de Etiopía que se cobró la vida de más de 500 manifestantes en los últimos 10 meses.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Martes 4 de octubre de 2016 12:23
Grupos defensores de los derechos humanos condenaron este martes la violenta represión por las fuerzas de seguridad etíopes, que el último domingo provocaron una estampida durante una festividad en la región de Oromia en la que fallecieron decenas de personas, y temen que haya más muertes en otras zonas del país.
La represión del pasado domingo se suma a la que viene llevando adelante el gobierno contra la protesta social. Mediante la aplicación de la ley antiterrorista a los opositores, el gobierno etíope ha asesinado a más de 500 manifestantes en los últimos diez meses.
La Asociación por los Derechos Humanos en Etiopía (AHRE, por sus siglas en inglés) denunció en un comunicado "la actuación violenta de las fuerzas de seguridad que causó la muerte de decenas de personas en el festival Irrecha", la ceremonia más importante de los oromo, el mayor grupo étnico del país y hostigado desde casi un año por las autoridades.
Según los datos de opositores al régimen de Hailemariam Desalegn y activistas oromo habrían sido centenares los muertos el pasado domingo en el municipio de Bishoftu, a 42 kilómetros de Adis Abeba, donde varios de los que asistían a la fiesta tradicional lanzaron consignas antigubernamentales que desataron una brutal represión policial.
El lunes y martes se hay registrado se han registrado protestas en la región de Oromia, la más grande del país, y en los alrededores de la capital etíope.
Las fuerzas de seguridad han respondido a estas nuevas manifestaciones lanzando gas lacrimógeno, pelotas de goma y munición de plomo para dispersar las protestas.
AHRE sostiene que, tras la masacre del domingo, se han registrado más muertes en otras localidades de Oromia, donde las movilizaciones comenzaron en noviembre de 2015 tras la aprobación de un plan urbanístico para expandir Adis Abeba que ponía en peligro las tierras de cultivo de los oromo.
Tanto HRW como AHRE pidieron al Ejecutivo de Desalegn que deje de emplear una fuerza "letal" para atajar las protestas pacíficas de los oromo y libere a los manifestantes detenidos de forma arbitraria.
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AHRE advirtió también del aumento de la represión excesiva y mortal contra manifestantes también en la región de Amhara, hogar del segundo grupo étnico más importante del país, y en otras zonas de Etiopía.
Cerca de tres millones de personas celebraron el pasado domingo en todo el país la Irrecha, festividad que sirve a los oromo para agradecer a la naturaleza los medios de vida que ofrece a su pueblo al final de la estación de lluvias.
