Es una de las unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense con mayor hacinamiento y peores condiciones de detención. Presos y familiares denuncian que hay detenidos con síntomas a quienes no les hacen el hisopado, pese a que ya hay casos confirmados.
Miércoles 15 de julio de 2020 14:16
La situación en el penal de Dolores, como en otras cárceles del país es desesperante. La pandemia puso a la luz una vez más las inhumanas condiciones de detención y la violencia del Servicio Penitenciario contra las personas privadas de su libertad.
Este medio dialogó con uno de los detenidos y familiares, que denuncian que son seis los internos que presentan síntomas de coronavirus, a quienes no les hacen el hisopado, a pesar de que ya hay casos confirmados en el penal.
Uno de los presos estuvo internado en el hospital de Dolores, y ayer por la tarde se confirmó el resultado positivo por Covid-19, debiendo ser trasladado al Hospital de Melchor Romero porque tiene un pulmón muy comprometido.
"No tenemos nada, ni lavandina, no tenemos atención médica, nos están dejando morir. Hay compañeros que tienen síntomas, yo los tengo y no nos hacen el hisopado. No tenemos ni canillas, ni comida como debe ser, sirven huesos con grasa y fideos pegados, nos morimos de frío", relata uno de los presos a este diario.
"A un pibe que está al lado de mi celda por pedir una frazada con este frío lo sacaron los guardiacárceles y lo molieron a palos, lo trajeron todo mojado y ahí quedó, tirado en el piso muerto de frío. Nos están matando y dejando morir. Estamos encerrados en la celda sin luz, sin agua, sin atención médica, ni siquiera nos toman la fiebre".
Este relato desesperado de Juan (de quien por razones obvias reservamos su verdadero nombre) podría describir las condiciones inhumanas de detención en otras cárceles del país, que recrudecieron con la pandemia. "Acá somos cinco con síntomas y los demás están en área de visita".
A fines de mayo, cuando aún el pico de contagios se mantenía estable, el presidente Alberto Fernandez dijo en un reportaje radial: “tener personas en riesgo en las cárceles es inhumano”. Pero lo cierto es que desde que comenzó la pandemia sectores de derecha y funcionarios del propio Gobierno nacional han aprovechado la oportunidad para montar campañas reaccionarias basadas en mentiras y fack news.
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Ni el Poder Ejecutivo nacional ni el provincial de Axel Kicillof han hecho nada para resolver la crisis sanitaria en las cárceles ni en otros lugares de encierro, como las comisarías, cuando la salubridad y las condiciones de detención de las personas privadas de su libertad dependen del Ministerio de Justicia de la Nación y de sus respectivos ministerios provinciales, que nada han hecho para resolver la situación.
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La cárcel de Dolores: hacinamiento y torturas
La sobrepoblación en las cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense es una realidad de hace años. Ningún Gobierno ha tomado medidas serias para resolver la situación.
La cárcel de Dolores estuvo en todos los medios ya que los rugbiers que golpearon hasta matar al joven Fernando Bez Sosa en Villa Gessel están detenidos allí. Pero no sufren las mismas condiciones que el resto de los detenidos.
Un informe de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, de noviembre de 2019, habla de 958 internos para 422 plazas, una cifra que la convierte en una de las más sobrepobladas del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Cabe mencionar que aproximadamente la mitad de las personas detenidas lo está con prisión preventiva.
La entidad contabiliza las camas que se sumaron luego de una ampliación de noviembre de 2018, pero la cifra es engañosa, porque se cuentan como plazas las cuchetas insertadas una arriba de otra en las celdas ya superpobladas.
Distintas denuncias de organismos de derechos humanos señalan las pésimas condiciones edilicias, el hacinamiento extremo y la falta de higiene, entre otros en este penal que depende del Ministerio de Justicia bonaerense, a cargo de Julio Alak.
Según un informe de la Comisión Provincial por la Memoria, la Unidad 6 fue en 2018 la más sobrepoblada del Servicio Penitenciario Bonaerense: alojó a 3,4 personas por cada una plaza disponible, es decir, una sobrepoblación del 398 por ciento.
Ya en ese momento el organismo denunciaba en un habeas corpus que el sector de Sanidad no contaba con los recursos mínimos. Además en esa presentación pidieron la clausura del "Sector de Aislamiento de Convivencia" de la prisión (sector del pabellón al que son destinados los internos con "mal comportamiento") "por resultar inhabitable".
Tortura, falta de atención médica en plena pandemia, trato cruel, inhumano y degradante, torturas son algunas denuncias de los presos del penal de Dolores y sus familiares, que se multiplican en otras cárceles de la provincia de Buenos Aires y del resto del país.
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