×
×
Red Internacional
lid bot

Crisis Migratoria. Denuncian trato inhumano a niños refugiados en Grecia

Luego de que el pasado jueves 8 se conociera un informe la ONG Human Rights Watch que relata las terribles condiciones en las que son detenidos miles de niños refugiados que llegan al país mediterráneo, el sábado la Unión Europea respondió con una cínica “ayuda económica” de 115 millones de euros para paliar la situación.

La Izquierda Diario

La Izquierda Diario @izquierdadiario

Lunes 12 de septiembre de 2016 12:12

“Juro por Dios que duermo al lado de ratas”, dijo un joven argelino de 15 años detenido en el centro de Amygdaleza. El informe de Human Rights Watch titulado “Why are you keeping me here: Unaccompanied Children Deteined in Greece” (“¿Por què me mantienen encerrado aquí?: Niños no acompañados son detenidos en Grecia”), relata en sus 27 pàginas, como miles de niños son detenidos arbitrariamente por tiempos prolongados, violando todo tratado de derecho internacional.

El informe se elaboró en base a 42 entrevistas a niños que habían estado detenidos en comisarías y en centros de refugiados, en condiciones deplorables. La falta de higiene, de alimentos, el hacinamiento, las celdas atestadas de insectos y hasta de ratas, son moneda corriente en la “estadía” de estos niños en su entrada a Europa. A estas condiciones se suman los maltratos policiales, con golpes y humillaciones a los niños que viajaron solos hasta Europa o se separaron de sus familias durante el trayecto.

Así relata uno de los jóvenes detenidos cómo la policía los atormenta. “Acababa de despertarme. No tuve tiempo ni siquiera de lavarme la cara, así que estaba andando medio dormido cuando el agente de policía se acercó y me dio una bofetada tan fuerte que me quedé (temporalmente) ciego”. – “Roda A.”, un joven sirio de 17 años entrevistado en el centro de detención de Paranesti, dijo que un agente de la policía le golpeó mientras lo llevaba a una cita médica.

Las autoridades griegas registraron a más de 3.300 niños no acompañados que habían solicitado asilo y a otros niños migrantes que llegaron a Grecia en los primeros siete meses de 2016, bajo la figura de la “custodia protectora”, que no es otra cosa que la más absoluta violación a los más elementales derechos de niños, niñas y adolescentes.

La legislación griega establece que los niños no acompañados pueden ser detenidos durante 25 días a la espera de ser trasladados a un refugio, y hasta 45 días en algunos casos muy limitados. Human Rights Watch descubrió que, a menudo, los niños son retenidos incluso más tiempo que estos períodos ya de por sí excesivos, con una estancia promedio de 40 días.

La hipocresía de la UE

Ante la difusión mundial de este informe, la UE se mostró “preocupada” y afirmó que desembolsará 115 millones de euros para ayudar a “mejorar” la vida de esos niños. Sin embargo, la real preocupación europea es que Grecia pueda seguir conteniendo los enormes flujos migratorios hacia Europa.

Estos nuevos fondos sirven para "ayudar a mejorar las condiciones de los refugiados en Grecia y marcar la diferencia antes del próximo invierno” dijo el responsable europeo para la gestión de crisis y “ayuda humanitaria”, Christos Stylianides.

En lo que va del año, llegaron a Grecia más de 160 mil migrantes, entre ellos miles de niños. El gobierno de Syriza aduce no tener más lugares para ubicar a todos los que solicitan el asilo, pero hasta ahora no se ha pronunciado sobre las condiciones en que mantiene encerrados arbitrariamente a miles de niños y niñas. Mientras tanto, los Estados miembros de la UE rechazaron una petición por parte de Grecia en junio para que todos los niños no acompañados tuvieran derecho a ser reubicados, independientemente de su nacionalidad.

En septiembre de 2015, se adoptó el plan de reubicación de emergencia de la UE, con el fin de trasladar a más de 66.400 solicitantes de asilo de Grecia a otros países de la UE. Pero hasta el 2 de septiembre, sólo 49 niños no acompañados habían sido reubicados, quedando al desnudo no sólo la hipocresía europea, sino su directa responsabilidad en las condiciones de vida de los niños y niñas que cruzan el Mediterráneo escapando del horror de la guerra en sus países se origen.