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Red Internacional
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REPRESIÓN A INMIGRANTES. Deportación de Víctor Mejía: el Estado mexicano al servicio de Trump

La deportación, nombrada como “retorno asistido”, de Víctor Mejía, es la política del Estado mexicano para deshacerse de los migrantes sin importar cuántos derechos humanos se violen. Así, el INM se convierte en la migra local de Estados Unidos.

Miércoles 28 de noviembre de 2018

El pasado 21 de Noviembre Víctor Ricardo Mejía Martínez, joven migrante hondureño de 26 años que en su paso por México como parte de la Caravana Migrante, se propuso para colaborar con La Izquierda Diario; uno de los pocos medios alternativos que mostró lo que verdaderamente sucedía con la caravana.

Víctor fue detenido mientras grababa la llegada de camiones al albergue Benito Juárez, en Tijuana. La detención se hizo de forma arbitraria y con el pretexto de no poder grabar y documentar lo que pasaba, Víctor fue golpeado por la policía y sometido con uso excesivo de violencia.

La comunicación que estableció después de su detención, la hizo con el celular que él contaba, nunca tuvo derecho a una llamada en los separos y tampoco en el Instituto Nacional de Migración de Tijuana. Con la ayuda de organizaciones de derechos humanos y haciendo presión en México y en diferentes países, logramos saber que se encontraba en Tijuana, y que sería deportado siendo blanco de acusaciones falsas y amañadas, para después saber que llegaría el pasado viernes a la estación migratoria las Agujas, ubicada en la delegación Iztapalapa de Ciudad de México.

El camión donde venía Víctor ingresó alrededor de las 15:00 horas a la estación antes mencionada. Migración informó a Sin Fronteras y a una persona de confianza , que iba a empezar su proceso y que el sábado se permitiría su entrada para visitar a Víctor. Sin embargo, a las 18:00 horas de ese viernes Víctor fue trasladado a Tapachula, Chiapas; según información que proporcionó el “subsecretario” que había firmado el "retorno asistido" y que, efectivamente no había tenido derecho a comunicarse.

Cuando Víctor llegó a Tapachula, se entrevistó con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), organismo que a partir de que el caso trascendiera públicamente ejerció presión para darle seguimiento a la queja interpuesta por las graves violaciones a sus derechos. Víctor se pudo comunicar, donde planteó que decidió firmar el “retorno asistido” porque las condiciones de la estación las Agujas eran espantosas, gente golpeada que pedía auxilio y que él prefirió volver a su país que estar detenido en ese lugar. Pero ratificó su queja con la CNDH para que se castigue a los policías y a los agentes del Estado que violaron sus derechos.

El caso de Víctor no es aislado

El caso de Víctor Mejía es el caso de miles de centroamericanos deportados a sus países. Víctor fue detenido arbitrariamente con cualquier excusa con tal de sumar mayor número de deportados por el Estado mexicano para quedar bien con EE UU, instalando una campaña de criminalización contra los migrantes, que fue reforzada por el gobierno de Tijuana.

Que Víctor no tuviera derecho a comunicarse, generaba incertidumbre sobre su integridad personal, en este estado podía ser víctima de una desaparición forzada o de tortura, al mismo tiempo que se le impidió tener una representación legal y que conociera sus derechos. Por ende sólo escuchaba de su inminentemente deportación y que si no firmaba tendría que pasar meses detenido, en centros de detenciones con condiciones similares a las cárceles, donde impera la violencia física y psicológica, así como el hostigamiento por parte de la migra mexicana para que su decisión sea firmar el "retorno asistido".

El “retorno asistido” de Víctor se da en circunstancias donde se violaron diversos derechos: ser detenido de forma arbitraria, derecho a la libertad de expresión, daño a su integridad personal y psicológica, y no contar con el derecho de tener un abogado. Se le conoce como una forma “amistosa” de resolver la deportación, pero la realidad son medidas impuestas a través de las violaciones descritas y con diversos métodos de desgaste psicólogico para obligarlos a firmar.

La deportación de Víctor no es un caso aislado, es la realidad de miles de centroamericanos y en especial de los integrantes de la caravana migrante. El gobierno mexicano busca congratularse con el gobierno de Trump y jugar el papel de la migra de EE.UU., promoviendo discurso xenófobos y racistas, discriminando y criminalizando a los migrantes que buscan una mejor vida para sus familias.

El pasado domingo el gobierno de Trump reprimió en la frontera, al igual que la policía mexicana. Se detuvieron alrededor de cien migrantes que intentaron cruzar la frontera por “ser violentos”; en días anteriores el gobierno de la Ciudad de Tijuana empezó una casa de migrantes fabricando delitos para que sean trasladados a su país de origen, sin importar cuál es el motivo de violencia o de un peligro en esos países.

Desde La Izquierda Diario México queremos agradecer las muestras de solidaridad, el apoyo con firmas, vídeos y diversas muestras de apoyo a nivel nacional e internacional con todos los migrantes reprimidos y detenidos, y en particular por Víctor, así como el acompañamiento para poder encontrarlo y tener comunicación. Fueron miles los que se sumaron a la campaña de firmas para exigir su libertad inmediata.