Salud mental. Depresión, ansiedad y estrés: padecimientos laborales

El 12 de abril se agregaron 33 padecimientos a la lista de enfermedades de trabajo, que pasó de 161 a 194, a una legislación que no se tocaba desde 1970, es decir, desde hace 53 años. Por lo que para el próximo periodo de sesiones que será en septiembre, se está analizando incorporar a la Ley Federal del Trabajo un grupo de trastornos mentales con cuatro padecimientos que afectan la salud mental.

Dentro de las enfermedades de tipo psicosocial y de origen laboral se encuentran los trastornos de ansiedad, asociado con el estrés como el burnout (cabeza quemada), el trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia (insomnio y otras alteraciones al ciclo de sueño) y el trastorno depresivo. Los trabajadores que se consideran afectados son del sector público y privado en salud, educación, transporte, seguridad, atención a usuarios, comercio, industria, sistema financiero, entre otros.

Como hemos visto en otros artículos, el 43% de las y los trabajadores tienen cargas y jornadas laborales excesivas, que desde hace años ha incrementado el impacto en su salud física y mental, ya que el estrés que genera la explotación puede convertirse en algo significativo entre los miembros de la clase obrera. El estrés produce reacciones de tipo fisiológicas (presión arterial alta), emocionales (irritación), cognitivas (problemas de memoria) o conductuales (agresividad).

Desencadenando problemas de tipo psicológico como son: la depresión, o crear problemas de adicciones, lo cual repercute enormemente en el bienestar de la mayoría de la población, quienes se levantan todas las mañanas para ganar un salario que les permita sobrevivir al día a día. Situación que ha sido señalada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes alertan del impacto negativo de las sobrecargas de trabajo y las jornadas extensas, así como su relación directa con padecimientos que afectan la salud mental.

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A ello se suma que, si se incorporan estas cuatro condiciones mentales a la tabla de enfermedades del trabajo a LFT, se está visibilizando que “ciertos empleos ocasionan estrés grave o depresión”, según Hosanna Rodríguez, especialista en Medicina del Trabajo.

El estrés laboral es aquel que debido a la creciente presión en el entorno laboral puede provocar la saturación física y/o mental, generando diversas consecuencias que afectan la salud, el entorno más próximo ya que genera un desequilibrio entre lo laboral y lo personal.

Y es que basta con repasar las labores y los distintos tipos de trabajo, para darnos cuenta de que algunos como aquellos que implican una jornada nocturna o una gran exposición a factores de riesgo pueden detonar alteraciones al sueño, ansiedad o depresión. Por ejemplo, en Walmart, hay un sector de trabajadores que deben rolar todos los turnos matutino, mixto y diurno, con lo que se altera el ciclo de sueño, en el que deben cambiarlo radicalmente en muy poco tiempo, de un mes a otro.

Además, estos problemas se suman las condiciones laborales, como la inestabilidad, la negativa de seguridad social lo que impone no poderse enfermar (lo cual es imposible), hostigamiento y acoso laboral así despidos injustificados, entre otros, los cuales también pueden ser detonadores de las enfermedades.

La insuficiencia de la reforma y de la NOM-035

Sin embargo, aunque parezca un avance el reconocimiento legal de más enfermedades, la realidad es que, si la legislación establece cada cierto tiempo un cúmulo de padecimientos que son actualizados conforme al tiempo de las reformas y a la “voluntad” de los legisladores y los patrones, dejará siempre afuera aquellos casos que ahora o en un futuro son urgentes, aunque estén reconocidos médicamente que afectan la salud física y/o mental.

Como hemos visto en otro artículo, la NOM-035 y la pandemia echaron abajo dicha oposición y allanaron el camino para su reconocimiento, pero la clase trabajadora requiere no son más legislaciones que no resuelvan hasta el final sus padecimientos, porque como hemos dicho la solución no vendrá de manos de los patrones ni los legisladores, sino de organizarse y luchar para enfrentar la explotación capitalista que se dan tanto por los privados, como por el Estado.

Es decir que, para liberarse de las cadenas del estrés laboral, es necesario luchar por conquistar mejores condiciones laborales que brinden condiciones cotidianas más dignas de la vida humana. Por lo que se vuelve primordial establecer comisiones de salud creadas por los trabajadores que ponga un freno a los abusos perpetrados por los empresarios, el Estado y sus instituciones.

Estas comisiones de salud, debe exigir mejores condiciones en primer lugar para los trabajadores de la salud, para que puedan brindar un mejor servicio para el bienestar físico y mental de los trabajadores, pero esto también tendría que ser exigido por el resto, ya que el tema de la salud cruza a toda la clase obrera. Dicha organización, que buscamos que se encarnen en asambleas, hay que buscar que esté libre de las presiones de los patrones, las burocracias sindicales, que pongan de frente la exigencia de un aumento sustancial al presupuesto a salud, que tanto ha sido atacada sistemáticamente por las políticas neoliberales en los últimos 40 años.

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