Masistas y golpistas se disputan oficinas de la APDHB. Hace una semana Amparo Carvajal trepó a la terraza de la sede de la APHDB, quedando aislada y sin acceso a los sanitarios. La victimización para provocar una movilización derechista está en marcha. Por su parte, a Edgar Salazar, lo protege la policía y el ministerio de Gobierno. Basta de instrumentalizar los derechos humanos.
Jueves 20 de julio de 2023
Foto: eldiario.net
La disputa por el control de las oficinas de la Asamblea Permanente de los DDHH de Bolivia (APDHB), luego de que Edgar Salazar, y burócratas afines, tomaran la sede hace casi dos meses, pareciera tender a agravarse. Amparo Carvajal, quien viene actuando como cabeza de la pandilla golpista, trepó a partes altas de la sede de los DD.HH. poniendo en riesgo su salud y vida, en una acción que busca victimizarse con el objetivo de alentar una movilización derechista que pueda respaldar sus pretensiones. Por su parte, en horas de la noche del martes, Edgar Salazar, quien encabeza al bloque oficialista, dio a entrever la posibilidad de un diálogo y negociación con Carvajal.
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La vigilia de Carvajal, que ya lleva casi dos meses en las puertas de la APDHB, busca recuperar las oficinas para ponerlas al servicio de desgastar al gobierno de Arce y mantener el encubrimiento y la complicidad de los golpistas responsables de las masacres del Pedregal, Sacaba y Senkata. Recordemos que la APDHB a la cabeza de Carvajal guardó silencio cómplice a todas las violaciones a los DD.HH que se dieron en el contexto del golpe de Estado en noviembre del 2019, llegando incluso a reivindicar a la “juventud de la Resistencia Juvenil Cochala” (RJC), grupo paramilitar que mediante una virtual caballería motorizada agredió y sembró el terror en Cochabamba contra sectores populares y mujeres de pollera en esas oscuras jornadas.
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Por su lado, el grupo encabezado por Salazar y afín a la burocracia sindical oficialista, quienes tomaron las oficinas luego de múltiples intentos fracasados, están lejos de ser la expresión pura y limpia de los DD.HH en Bolivia. Hay que recordar que previo al golpe de Estado del 2019, esta pandilla intentaba tomar estas oficinas para poner la APDHB al servicio del gobierno de Evo Morales y del encubrimiento de las violaciones a los DD.HH que se produjeron durante el mismo. Así tenemos los casos de manifestantes asesinados por el uso de armas no convencionales, por parte de la policía, como sucedió con Jonathan Quispe, estudiante de la UPEA (Universidad Pública de El Alto), o los asesinados en San Julián, Terebinto y diversos lugares en los que la represión policial se realizó con este tipo de armas ilegales.
No es posible olvidar el encierro, las torturas y finalmente la muerte en prisión de Marco Antonio Aramayo, casos en que estos defensores de los DD.HH guardaron prudente silencio. De la misma manera que Carvajal y los golpistas guardaron silencio frente a las violaciones de DD.HH en noviembre del 2019. Es tal la debilidad de esta camarilla que necesita de la protección policial para poder garantizar la toma de las oficinas poniendo en evidencia el desprestigio y la deslegitimidad de las diversas camarillas que se jalonean y disputan la APDHB.
La victimización impulsada por Carvajal, buscando alentar una movilización derechista y recuperar algo de la legitimidad perdida durante el golpe, ha empezado a surtir efecto. Un ejemplo de esto lo vimos en una entrevista a la activista feminista María Galindo, quien si bien denuncia correctamente el papel de Carvajal durante el 2019 y su complicidad con los crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares y el gobierno de Áñez, termina planteando que Carvajal debería poder ingresar a esas oficinas para evitar que su salud se siga deteriorando. Con esta posición, María Galindo vuelve a equivocarse de la misma forma que lo hizo durante el golpe. No se puede hacer concesiones a las y los golpistas, con el pretexto de "humanidad". Ninguna concesión ni a la golpista Carvajal ni al oficialista Salazar, hay que democratizar la APDHB.
Son estas visiones, que capitulan a derechistas de diverso calibre, que pretenden dejarle al bloque golpista un punto de apoyo para ponerlo al servicio de la impunidad de los torturadores y masacradores de noviembre.
¡Basta de instrumentalizar los DD.HH!
Desde la LOR-CI, organización que impulsa La Izquierda Diario Bolivia, repudiamos la instrumentalización de la APDHB que hacen tanto desde el gobierno como desde los golpistas. Ambos han sido cómplices en el encubrimiento de violaciones a derechos fundamentales en función de sus intereses políticos y personales.
Exigimos la convocatoria a un verdadero congreso de la APDHB, convocado con la participación de los trabajadores y trabajadoras de base de las organizaciones sociales que fundaron la APDHB hace ya más de 40 años.
Solo una participación democrática de los trabajadores y trabajadoras de base puede impedir que burócratas corrompidos como los que apoyan a Salazar vuelvan a hacerse con la APDHB, de la misma forma que redomados golpistas que defienden a Carvajal a punta de insultos y acciones racistas puedan volver a usar esta institución contra las y los trabajadores del campo y la ciudad y el pueblo.