En marco al día internacional de la mujer, reivindicamos nuestros derechos alcanzados tras años de lucha y movilización. Sin embargo, existen derechos democráticos que aún se encuentran postergados en las salas del Congreso y que el movimiento feminista no ha logrado emplazar. Se trata del derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, el cual hoy se encuentra en peligro con la objeción de conciencia en las instituciones sanitarias. Mientras que, el derecho al cuidado no se refleja tras la falta políticas públicas hacia las madres trabajadoras.
Viernes 8 de marzo de 2024
La conmemoración del 8 de marzo, día internacional de las mujeres, visibiliza las demandas sentidas de las mujeres y los derechos democráticos que debería garantizar cada Estado. Es el día de la reivindicación de nuestros derechos alcanzados, como también un día para conmemorar la organización de las mujeres y la lucha por la emancipación de la sociedad.
En nuestro país, la demanda del movimiento de mujeres por los derechos civiles y políticos tuvieron un gran protagonismo a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, donde el impulso del movimiento obrero fortaleció que mujeres trabajadoras cuestionaran su triple rol en la sociedad (ser el sustento familiar, cuidar a los miembros del hogar y organizar a la comunidad).
Han pasado años con avances y retrocesos. Hoy, nuestros derechos sexuales y reproductivos se encuentran en el debate ante una ofensiva conservadora y reaccionaria de sectores de la ultraderecha. Ya lo vemos en Argentina con Javier Milei, quien niega el derecho al aborto legal y una educación sexual integral, a través de la anulación del reconocimiento a las identidades sexogenéricas.
La lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, ha sido una de las principales consignas del movimiento feminista contemporáneo, tanto en Chile como en el resto de los países de Latinoamérica. En nuestro país esta demanda no ha presentado avances durante el gobierno de Boric, donde incluso se encuentra amenazada con la objeción de conciencia en las instituciones sanitarias.
Tampoco hay avances en materia de protección a la maternidad y al cuidado, el diseño de un Sistema Nacional de Cuidados es un registro que no interviene ni modifica las condiciones de quienes cuidan y son cuidados. Sobre este punto, las organizaciones de cuidadoras han sido muy enfáticas en denunciar el abandono del Estado y de este Gobierno.
Lo cierto es que, el desempleo en Chile marcó un 8,4 % en el trimestre noviembre-enero, lo que significó un alza de 0,4 puntos en 12 meses, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la situación de las mujeres trabajadoras ha aumentando en 0,2 puntos porcentuales durante el periodo observado. Es decir, el rostro de la pobreza continúa siendo de mujer.
Si bien, el gobierno ha centralizado su política de género frente a las demandas hacia los progenitores por pensiones de alimentos a través de la "Ley Papito Corazón", la situación económica de las mujeres se encarece a medida que el sueldo mínimo y las condiciones laborales son inestables para quienes ejercen labores de cuidado y la crianza. Un reciente ejemplo es la lamentable tragedia de las familias damnificadas por el mega incendio en la región de Valparaíso, quienes han perdido su vivienda y muchas mujeres han pasado a tener un triple rol: ser sostenedora del hogar, ejercer el cuidado y labores domésticas y organizar la reconstrucción de la vivienda. Para esto, urge expropiar los terrenos ociosos de grandes empresas, un impuesto a los grandes empresarios y un plan integral de obras públicas organizado y planificado con las comunidades.
Un polo independiente al gobierno
Desde Pan y Rosas hacemos un llamado a organizarnos y marchar desmarcándonos totalmente de un gobierno que sigue haciendo acuerdos con la derecha y los empresarios. Esto se ha expresado en postergar nuestros derechos, para luego hacer la vista gorda de las promesas que impulsó para llegar a ser gobierno: aborto libre y una Ley de Educación Sexual Integral. Recientemente, con la muerte de Sebastián Piñera, el gobierno manifestó su relativismo hacia los derechos humanos y su cedida a la derecha. Con este hito, desde el Partido Comunista hasta la extrema derecha blanquearon en impunidad los crímenes de Piñera - y junto con ello, perpetuaron su legado- a través de la asistencia de sus ministros en el funeral. ¿Qué significa esto? Que debemos retomar las movilizaciones en las calles desde nuestros lugares de estudio y trabajo para disputar nuestras demandas.
Este 8 de marzo nos movilizamos porque decimos ¡BASTA! y hacemos un llamado a los organismos de estudiantes y trabajadores, a organizaciones políticas y sociales a levantar un polo independiente al gobierno de Boric para levantar un plan de lucha y movilización por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito; por una Educación Sexual Integral Gratuita y de Calidad; ¡No a las AFP!; por un sueldo mínimo y pensiones sobre los 700 mil pesos y por la libertad de las y los presos políticos de la revuelta y la desmilitarización del Wallmapu.
