Ante posibles conflictos que surjan ante la vuelta de la presencialidad laboral y la continuidad de la prohibición de despidos y la doble indemnización, Javier Madanes Quintanilla propuso “algún modelo prejubilatorio” . Tras los descuentos a los no vacunados, se viene el “descarte de grupos de riesgo”.
Lunes 16 de agosto de 2021 11:00
Los empresarios están haciendo cuentas. Como siempre. En las últimas semanas iniciaron una campaña para descargar la crisis sanitaria y económica sobre sus trabajadores y trabajadoras. Se trata de distintas iniciativas, fuera de la ley (por ahora). La semana pasada, amenazaron con descontar sueldos de quienes no estén vacunados. En medio de la crisis sanitaria, el atraso en la vacunación y la gestión de la pandemia por parte de empresarios y funcionarios, se trata de un robo al bolsillo obrero, además autoritario.
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Ahora Javier Madanes Quintanilla, dueño de neumáticos FATE y la gigante metalúrgica ALUAR, tuvo otra “creativa” idea: "prejubilar" al “personal de riesgo”. No es que planteó que quienes trabajaron décadas en una fábrica puedan tener derecho a jubilarse voluntariamente antes, con el 82% móvil, para disfrutar otra etapa de su vida. Su única preocupación son la cantidad de licenciados por la pandemia.
Entrevistado por Radio Milenium, aseguró que "el nivel de licenciamiento es elevado y el promedio en lo que va del año debemos haber tenido entre las distintas compañías una caída de la producción previa entre un 25% y un 30%". Un dato incierto: cuánto es el personal licenciado actualmente y cuánta fue la “caída de la producción”. Además se trata de rubros que en los últimos años han tenido buenos ingresos por las exportaciones.
Ante esa supuesta cantidad de licenciados, Madanes se mostró preocupado por cualquier tipo de límites a su “potestad” para disponer la vida y el puesto de trabajo de sus miles de empleados. "El Ministerio de Trabajo definió que las personas vacunadas con una dosis podían nuevamente ser convocadas”. Se refería sobre todo a “gente de cierta edad y con ciertas enfermedades podía nuevamente ser convocada”. O sea, los llamados “grupos de riesgo” por el mismo Ministerio de Salud. Para el empresario, “ahí se presenta una contradicción porque usted tiene vigente el impedimento de despidos y la doble indemnización". Según el empresario, "el único causal que permitiría insistir con respecto a la convocatoria y que la gente responda sería que fuera causal de despido el no concurrir a pesar de que la resolución de Trabajo aún no lo ampara. Yo lo veo muy difícil de resolver eso".
Podemos tomar esta primera queja como otra presión para que el gobierno permita sanciones a quienes no vuelvan a trabajar, porque tengan una sola dosis o porque no se hayan vacunado aún.
Pero Madanes fue un paso más allá. Como opina que “es difícil imaginar la salida de la pandemia”, esto generará complicaciones en las relaciones de trabajo. Entonces propone “algún modelo prejubilatorio que permita quitar de alguna manera estos impedimentos y que las compañías sientan que tienen un poco más de libertad o vean menos complejo en incorporar gente nueva a la plantilla".
El millonario empresario no aclaró en qué consistiría el “modelo prejubilatorio”. Más bien parece un retiro “voluntario” o una “jubilación anticipada”, pero en este caso impuesta por las patronales. Como la pandemia sigue, como la gestión de la pandemia y la vacunación siguen siendo una crisis, no solo por las decisiones del Gobierno sino también por los negocios de los empresarios de la salud amigos de Madanes, la solución es "descartar" a trabajadores con enfermedades previas o algún riesgo mayor ante la pandemia.
Aunque impacte la voracidad de estos empresarios, no puede sorprender. Hace pocos meses contamos sobre la muerte de Javier Giménez y Víctor Sotelo, trabajadores de la planta de neumáticos en San Fernando. Como decíamos en ese momento, “en FATE, la patronal se resiste a cumplir los protocolos y entre los compañeros tercerizados prácticamente no se cumplen, sin la intervención del sindicato. Madanes fue uno de los primeros que comenzó a presionar al gobierno desde el inicio de la pandemia para asegurarse que su industria sea considerada de hecho como esencial, aun cuando los neumáticos no sólo no son esenciales, sino que estas empresas tienen stock suficiente para abastecer por meses el mercado”.
Arriesgar la vida, tocarle el bolsillo o descartarlo: las opciones de los grandes empresarios para los trabajadores y trabajadoras en pandemia. ¿El gobierno les va a seguir haciendo caso?