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Red Internacional
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Trabajadores. Desde 1990 entregando salarios de hambre para el pueblo trabajador

Un promedio de $8.666 anual es el monto que los gobiernos han destinado al aumento del salario mínimo desde hace 26 años, manteniendo sueldos de hambre, mientras que las autoridades reciben cifras millonarias.

Miércoles 29 de junio de 2016

Quienes reciben sueldos millonarios cada mes, que superan los $8.000.000, también deciden cuánto deben ganar los trabajadores del país. Según las autoridades, Chile está pasando por una situación económica “débil” y “delicada”, la que se torna de estas características solo cuando se trata de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, sin embargo, al momento de tratar los sueldos de los parlamentarios ahí sí la “billetera fácil” toma la delantera.

Este 2016, el gobierno de la Nueva Mayoría- con un destacado apoyo del Partido Comunista- decidió aumentar el salario mínimo en $10 mil (4% nominal), es decir, de $250 mil a $260 mil, hasta llegar a $276 mil en 18 meses. ¿Se supone que a una familia le tendría que alcanzar el sueldo con ese mísero monto? ¿Menos de $300 mil al mes para costear vivienda, salud, educación, transporte, alimentación, cuentas, entre otros aspectos? Si quienes legislan consideran que esa cifra es suficiente, de mínima que vivan con los mismos salarios que la mayoría aplastante de la población.

“La medida de lo posible” también atañe a los salarios de los trabajadores

Esta indignante situación que afecta a millones de personas no comenzó este año, sino que ha sido mantenida durante 26 años por todos los gobiernos post Dictadura. De este modo, Patricio Aylwin fue el primero de la ex Concertación en proceder, aumentando $7.000 en junio de 1991; Ruiz-Tagle, $6.150 en 1994; Lagos, $9.500 en el año 2000; Bachelet, $7.500 en el 2006; Piñera, $7.000 en el 2010; y, nuevamente, Bachelet, esta vez con $10 mil de aumento.

En promedio, desde 1990, cada año se ha aumentado $8.666 en el sueldo mínimo, perpetuando la miseria y precariedad para miles de personas. Así, Chile se une a los países que poseen un “mini salario mínimo”, mientras las autoridades ganan como gerentes.