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Red Internacional
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Medios Y Política. Desde el diario La Nación los genocidas reclaman impunidad

El “Foro de Generales Retirados” publicó ayer un aviso pidiendo la libertad de un “digno” miembro, el general retirado Eduardo Cabanillas, según ellos injustamente detenido.

Rosa D'Alesio

Rosa D’Alesio @rosaquiara

Jueves 21 de julio de 2016

Además de ese aviso, también en el diario La Nación el domingo pasado se publicó una carta firmada por el Coronel (R) Guillermo César Viola, en la que se cuentan los motivos de la huelga de hambre que inició el militar Eduardo Cabanillas, condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, entre ellos el del hijo y la nuera del escritor Juan Gelman. Cabanillas fue condenado en 2011.

En la carta, titulada “Falta otro muerto”, Viola relata que el pasado 13 de julio comenzó una huelga de hambre Eduardo Rodolfo Cabanillas, quién está alojado en el penal de Ezeiza. Viola denuncia que “este hombre de 74 años, persona de bien y cabal profesional de las armas, lleva diez años privado de su libertad en cárceles comunes, lapso dentro del cual fue arbitraria, inconstitucional e ilegalmente condenado”.

La carta de Viola no hace más que defender lo hecho por la última dictadura militar. Allí indica que “2140 presos políticos, mujeres y hombres (incluidos los 269 muertos en cautiverio) han padecido un proceso persecutorio, teñido de venganza ideologizada; a la luz de las consecuencias de aquella guerra revolucionaria que más de 30 organizaciones terroristas desataron contra nuestra patria entre 1959 y 1989, sumados luego dos hechos terroristas más en 1992 y 1994”.

Además de llamar a los procesos judiciales contra quienes cometieron un genocidio de clase, “un proceso persecutorio, teñido de venganza ideologizada”, al mismo tiempo exige al actual gobierno que “adopte la solución político-jurídica con el objeto de poner fin a estos procesos viciados de nulidad absoluta, según lo reiteradamente expuesto por numerosos especialistas del derecho que trabajan en este tema. Así lo vienen denunciando ante los tribunales nacionales e internacionales”.

Termina la carta lamentando que “desde el 10 de diciembre de 2015 han fallecido 27 personas. Ellos, pese a la esperanza de un real cambio, no pudieron acceder a una verdadera justicia, imparcial, objetiva e independiente”.

¿Quién es este fanático defensor de genocidas?

Guillermo Viola fue ascendido a coronel durante el gobierno de la Alianza, a pesar de que organizaciones de derechos humanos se opusieron. El militar aparece en el listado de represores detallado en el libro “Como los nazis, como en Vietnam” de Alipio Paoletti.

Tiempo después, cuando se derogaron las leyes de impunidad, militares, familiares y amigos constituyeron la Unión de Promociones (UP) del Ejército, creada para reclamar la libertad de los represores. El rabino Sergio Bergman, actual ministro de Medioambiente, fue parte de esta iniciativa.

Otra carta

La carta de Viola y el anuncio reclamando la libertad de Cabanillas son parte de una campaña a la que se suma otra carta del propio genocida en huelga de hambre que se titula “Dejar de luchar es empezar a morir”.

Cabanillas también dirige su carta al actual gobierno. Allí dice: “Quise dar un respiro al nuevo gobierno y creo que ya es tiempo de que hable, creo que debo dar un ejemplo pues ‘dejar de luchar es empezar a morir’”. Y agrega: “La realidad actual está inspirada por el amor, amor a la verdad completa pero seguimos anclados en el pasado, seguimos después de 40 años recorriendo un camino difícil pues no se han curado las heridas y cicatrices del pasado pues hemos politizado hasta los muertos”. Y culmina la carta pidiendo la libertada para estar con su familia.

Así firma la carta: Eduardo R Cabanillas G, Gral Div (R) \ Preso político

Cadena perpetua

A fines de marzo de 2011 Cabanillas fue condenado a cadena perpetua como principal responsable del centro clandestino de detención Automotores Orletti durante la dictadura cívico-militar.

Fue declarado culpable de crímenes de lesa humanidad por haber sido coautor de cinco homicidios calificados y 29 casos de privación ilegítima de la libertad y aplicación de torturas. Automotores Orletti funcionó como una de las principales bases de las fuerzas de inteligencia extranjera que operaban en Argentina en el marco del Plan Cóndor, implementado entre las dictaduras de los países del Cono Sur en los años 70.

Entre los crímenes que se le imputaron a Cabanillas se encuentran el del hijo y la nuera del escritor Juan Gelman. El escritor había denunciado que en 1976 Cabanillas fue uno de los dos capitanes destinados en la SIDE a cuyas órdenes se encontraba el Centro Clandestino de Detención conocido como “Automotores Orletti, donde habían estado secuestrados su hijo, Marcelo Ariel Gelman, y su nuera embarazada, María Claudia García Iruretagoyena.

El propio Cabanillas admitió en un expediente militar de 1977 su desempeño en Orletti y aún hoy lo admite en una entrevista realizada el último fin de semana

"No es justicia, sino venganza", es uno de los lemas que utilizan los represores y sus aliados para cuestionar los juicios por causas de lesa humanidad. Hoy el coronel Viola junto a su organización vuelve con este análisis, pero con el énfasis puesto en que fue una guerra contra la guerrilla.

Por su parte el diario mitrista, que apoyó el golpe genocida, se ha convertido no tan solo en la tribuna de los reclamos de los militares, sino en voceros, a través de sus editoriales del reclamo de acabar con los juicios y condenar a los organismos de derechos humanos porque buscan venganza y no Justicia.

En algunos párrafos de estas editoriales señalan que "Justicia y condena" es una frase con “sed de venganza” y una imposición que “es el reverso del espíritu de reconciliación”.

No extraña que La Nación sea tribuna y vocero de la impunidad, porque justamente el directorio del diario apoyó el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976. Un día después del golpe, el 25 de marzo, el diario publicó un editorial en el que el golpe era presentado como “el gran cambio”.

Una editorial que mostró todo su apoyo a las Fuerzas Armadas. “Todos sabemos que se necesitan planes sólidos para facilitar la rehabilitación material y moral de una comunidad herida (…) por la magnitud de la tarea por emprender la primera condición es que se afiance en las FF.AA. la cohesión con la cual han actuado hasta aquí”, decían entonces desde la "tribuna de doctrina".

Los Mitre apoyaron el golpe y fueron parte del negociado mafioso y terrorífico de Papel Prensa, que llega hasta la actualidad con la plena vigencia de la sociedad entre Clarín, La Nación y el propio Estado como dueños de la empresa que fue arrancada bajo torturas al Grupo Graiver.


Rosa D’Alesio

Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.

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