Fernando Peña, de 35 años, tiene el 90 por ciento de su cuerpo quemado. Ocurrió en la planta que Dreyfus tiene en la localidad santafesina de Timbúes.
Lunes 7 de enero de 2019 12:28
Este domingo un operario que realizaba trabajos de desolventización (limpieza de conductos) en la planta Dreyfus de Timbues, cayó dentro de una fosa que contenía agua caliente y productos tóxicos, como hexano y ácidos. Se trata de Fernando Peña de 35 años, oriundo de la ciudad de San Lorenzo, quien fue rescatado por sus compañeros y trasladado en ambulancia al Sanatorio Británico de Rosario. Se encuentra internado en estado delicado, con quemaduras que cubren el 90 por ciento de su cuerpo.
El complejo agroexportador de San Lorenzo y el Gran Rosario, uno de los más importantes del mundo, vuelve a ser noticia por la desidia patronal y los accidentes laborales. Gigantes multinacionales funcionan sin condiciones elementales de seguridad habilitadas por el gobierno provincial, amasando fortunas incalculables. Las contratistas completan el triángulo mortal de precarización que año tras año protagonizan accidentes laborales evitables, en los que en muchos casos se cobra la vida de trabajadores constituyendo verdaderos crímenes patronales.
El sindicato de Aceiteros de San Lorenzo ve repetirse estos accidentes desde hace años sin exigir medidas de seguridad y prevención para evitarlos. Hace poco más de un año fallecieron dos trabajadores en Cofco de Puerto San Martín a raíz de una explosión, y varios resultaron con heridas de distinta gravedad. Durante el año pasado se multiplicaron los accidentes de todo tipo en las empresas agroexportadoras: en Terminal 6, Vicentín y Cargill hubieron importantes explosiones e incendios, por nombrar sólo algunas empresas.
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En las empresas no existen Comités de Seguridad e Higiene, y allí donde existen son mixtos, es decir conformados por obreros y representantes patronales. Estos son testimoniales ya que la parte empresarial tiene la mayoría del comité, y aprueba o veta las medidas que quiere. Es necesario poner en pie Comités de Seguridad obreros, con delegados de todos los trabajadores, tanto efectivos como contratados y tercerizados, elegidos en asambleas por sus compañeros. Es importante la representación de los trabajadores contratistas, ya que ni siquiera son considerados aceiteros por el sindicato, y se encuentran más expuestos a tareas peligrosas. Estos Comités de Seguridad obreros tiene que discutir integralmente la prevención y las medidas de seguridad que se requieren para trabajar, y deben tener la potestad de parar cualquier tarea que consideren que entraña un riesgo para la salud o la vida de los y las trabajadoras.
Hay que pararle la mano a las empresas que por su voracidad de ganancias no invierten lo necesario para la seguridad de los obreros. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.
