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Red Internacional
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Salud. Desmantelamiento de la salud pública: entre la deuda y bajos presupuestos

El actual sistema de salud en Chile es heredado de la dictadura, siendo mantenido y perfeccionado por los distintos gobiernos de turno desde el año 1990 y sobre el cual, se han realizado cambios que han profundizado la división público privada, con un permanente fortalecimiento del componente privado ¿Qué crisis ha generado esto al sistema de salud?

Raúl Muñoz

Raúl Muñoz Dirigente Fenats Hospital Barros Luco

Lunes 9 de septiembre de 2019

Actualmente el 42% de pacientes son beneficiarios de FONASA a través de la MLE. Según estudios de Clínicas de Chile: mientras en el sector privado aumentaba las camas en un 34,5% , en el sector público disminuían un -5,3%; es así que la participación de los prestadores privados ha mostrado un alza sistemática a través del tiempo, evolucionando respecto a la participación del 2010 (46%) y 2014 (47%) hasta alcanzar un 48% al año 2016.

Este verdadero proceso de desmantelación del sector público, entrega el 48% de las atenciones de especialistas a prestadores particulares (según datos registrado en memorias de clínicas para el año 2018), lo que se corresponde con una derivación de pacientes al sector privado en donde el 52% de los médicos que ejercen en Chile atienden.

Para este 2019, lo partidos del Gobierno han reducido en $1.500 millones la compra de insumos para el servicio público sólo durante el primer semestre. Así mismo, el plan de contención de gasto también pone énfasis en la reducción de personal hospitalario. Ante esta situación, sin embargo, el sector privado se ha visto favorecido recibiendo promedio de 60 mil millones más de lo inicialmente había sido presupuestado.

[Como en todos los inviernos, las salas de espera de CESFAM, SAPU o Urgencia hospitalaria se ven colapsadas y evidenciando escenas indignas como las hospitalizaciones en pasillos o más crudamente, la muerte, el recién pasado jueves, de un adulto mayor de 70 años en el H. Regional de Antofagasta luego de 3 horas de espera.
el 80% de la población, las y los usuarios de FONASA.]

Estos 60 mil millones al presupuesto privado (Clínicas e Isapres), se corresponden principalmente por la compra de servicios que no logra cubrir la red del Ministerio de Salud (exámenes, hospitalizaciones y atenciones de especialistas) y aún más: el monto acumulado por pago de deuda alcanza los $ 383 mil millones, el cual ha aumentado en un 36.4% de lo originalmente aprobado ($ 254.000 millones).

Un ejemplo del desmantelamiento del sector público, es lo que ocurre año tras año en las famosas “campañas de invierno”, en donde el incremento de enfermedades respiratorias genera un aumento en la presión asistencial y con ello, el colapso permanente de servicios de urgencias - con un nivel de ocupación sobre el 90% diariamente- situación que ha significado un traspaso de recursos públicos a instituciones privadas por un monto de $ 11.853 millones de dólares entre los años 2005 y 2018, lo que equivaldría a lo mismo que 9.845.215 intervenciones quirúrgicas.

La solución al problema de la salud pública debe pensarse de manera social, en donde la participación de trabajadores, trabajadoras y usuarios en las decisiones de gestión, administración y gobierno de los lugares de trabajo sea el eje. En donde la demanda de atención a las necesidades de salud de la clase obrera sea el foco y no una meta - cuantitativa - más por cumplir.

Sin embargo lograr este objetivo es contrario a la norma ética y económica que propone el sistema capitalista en su conjunto. Sistema que privilegia el desarrollo individual sobre el colectivo; la propiedad privada sobre la socialización de recursos; la decisión de unos poco por sobre la decisión de la mayoría.