DDHH. “Después de dos años de juntarnos las mujeres, pudimos hacer la denuncia y hoy Lucero está preso”

Ivonne Klinger fue una de las 28 mujeres ex presas políticas que se animaron a denunciar los maltratos y abusos que sufrieron de parte de los militares durante la dictadura. Ella nos contó cómo fue el proceso de esas mujeres, de sus miedos y de sus fortalezas.

Las marcas de la dictadura, en la subjetividad y en el cuerpo, son difíciles de manejar. “Pasaron muchos años hasta que pudimos hablar … es que no podíamos hablar de estos temas ni con nuestros maridos … “. Pero poco a poco, con mucha confianza y apoyo mutuo, un grupo de mujeres se envalentonó y realizó una denuncia que involucra a más de 100 personas, entre militares y civiles por crímenes de torturas y abusos sexuales en un largo período que va desde 1973 a 1983 en 20 unos lugares del territorio uruguayo. “Fue un plan planificado lo que nos hicieron (los abusos sexuales), no fue alguien que se pasó conmigo …”. Reconocer esto fue muy difícil, pero ayudó a dejar la culpa de lado, esa culpa que sentimos las mujeres, propia del patriarcado.

Para los militantes, y en especial para las mujeres militantes, el mensaje era muy claro: todo lo que te ocurre es por tu culpa, si te vejaban, si te torturaban, si pasabas frío o hambre … Ivonne cuenta muchas anécdotas de los momentos de prisión: la solidaridad entre las mujeres, el “uso del papel higiénico”, la menstruación, los secretos guardados, la coraza mental que ejercía como defensa frente a la denigración, la despersonalización y el anonimato.

Ivonne cuenta con cierta ironía que la jueza interviniente – Julia Staricco – no procesó sin embargo, al militar Lucero por los abusos sexuales denunciados porque “no se pueden comprobar”. Ironías de impunidad.

Entre la presentación judicial – en 2011 – y el procesamiento de Lucero, “dos compañeras denunciantes fallecieron”, se lamenta Ivonne. Para ellas, también va nuestro homenaje.