Las nuevas corrientes sindicales, representantes que se dicen independientes y el sindicalismo charro, que se encuentran al frente de sindicatos en nuestro país, siempre utilizan una frase muy particular: Hay que tener “paz laboral”. Es preciso preguntarnos, ¿para quién es esa paz?
Martes 23 de mayo de 2023

Es necesario dejar claro qué significa la “paz laboral”, de quién, y para quién. También dejar claro si, esta “paz laboral” de la que hablan los dirigentes sindicales y también el gobierno, tiene algo de beneficioso para quienes trabajamos y generamos las ganancias.
Ya que hasta ahora se tiene al trabajador en un sometimiento de reglas no escritas, donde no debes de exigir tus derechos, porque afecta a la “paz laboral”. Los paros técnicos son un ejemplo. Por condiciones que nada tienen que ver con los trabajadores, como son la falta de microchips, quienes pagan esta falta de producción son los trabajadores con la reducción del 50% de su salario, en vez de que sea la empresa quien use su fortuna para pasar por esta "mala racha".
Por lo tanto parece que es un acuerdo entre las capas altas en donde se busca que esta misma frase, sea un sinónimo de un NO afectación de las ganancias de los patrones, aun y cuando se estén violando derechos del trabajador.
El discurso Lo han manifestado representantes sindicales, como Pedro Haces el dirigente de la CATEM. Alejandra Morales, cuando asumió el cargo de dirigente sindical en el comité del SINTTIA en GM planta Silao, Alejandro Rangel dirigente del SITTIM , el ex dirigente de FESIIAAAN y un sinfín de personajes propatronales
Con esta mención, intentan hacer creer a la clase trabajadora, que no debe cuestionar y mucho menos exigir mejores condiciones económicas, así como mejoras en el área de trabajo y en el entorno laborar, ya que según ellos van a ser quienes resuelvan los problemas sin que la base intervenga en asambleas y comités de discusión.
Hasta ahora, a tres años de la reforma laboral, las condiciones de inseguridad y salarios que no alcanzan siguen siendo la realidad de trabajadores y trabajadoras en todo el país. Entonces a la clase trabajadora como tal, no le ayuda ni le beneficia en nada esta “paz laboral” pues las condiciones y su entorno en su ambiente laboral son todo lo contrario.
Siguen latentes todas estas precariedades, donde hay gente trabajando en condiciones inseguras y con riesgo extremo, que inclusive llegan a perder algunas de sus extremidades y en el peor de los casos hasta la vida. En muchos casos deben buscar un trabajo extra porque en el que están no les alcanza el salario, precisamente porque hay sueldos bajos y por el alza a los productos de la canasta básica, lo cual no es por mala administración de los ingresos, sino por el aumento a la inflación que supera los salarios bajos.
También, como sabemos, existe la opresión , el hostigamiento, la precarización y jornadas inhumanas con trabajos de más de doce horas, además en la mayoría de los casos ya no hay ni tiempo para una vida social que dignifique tanto sacrificio. Es necesario que se valore y respete al trabajador ya que es la parte fundamental para las ganancias de la patronal. Pero esta valoración la tenemos que arrebatar y construir nosotros, ya que para los empresarios y sus marionetas en las direcciones sindicales, esto no tiene importancia.
El patrón nunca va a valorar y respetar al trabajador porque lo único que respeta son sus ganancias. Y es que, entre más produzca un trabajador (sin importar el incremento de ritmo de la producción de la jornada laboral, el estrés que le provoca la intensidad de la jornada y los cambios de horario o el trabajo nocturno), menos respeto y valoración puede haber a este mismo.
No habrá “ paz laboral” porque el incremento de las ganancias de los patrones implica peores concesiones de vida para la clase trabajadora. Es decir, que esto necesariamente genera roces y choques entre la clase trabajadora y las patronales, los cuales la burocracia sindical tratará de atenuar justificando a la patronal diciendo que: “no le alcanza para dar aumentos”, “hay pocas ventas”, “no hay utilidades”, “no digamos nada porque es nuestra fuente de empleo” etc.
Los comités sindicales deben de estar al servicio de la base trabajadora y no justificando al patrón y sus ganancias millonarias, deben realizar un acercamiento obligatorio con los agremiados, y romper con el mito de la “la paz laboral” que solo existe para la burguesía, que son dueños de las fábricas y plantas de producción
En última instancia, la clase trabajadora no puede estar por la “paz laboral”, porque ésta tiene un carácter reaccionario, y el movimiento obrero para conseguir sus demandas; tiene que romper con ella.