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ESCALADA DE ENDEUDAMIENTO. Deuda eterna: sigue la fiesta de los bancos amigos del Gobierno

Se efectivizó un nuevo tramo del préstamo “Repo” acordado con la banca internacional. La izquierda plantea terminar con esta estafa.

Pablo Anino

Pablo Anino @PabloAnino

Sábado 5 de agosto de 2017

El Gobierno nacional concretó este viernes el segundo tramo del préstamo "Repo" (Contrato de Recompra) que había acordado a principios de año con bancos internacionales por un monto total de U$S 6.000 millones.

El primer tramo se había concretado el 30 de junio por U$S 1.500 millones. Sumado al segundo tramo efectivizado este viernes, en total ingresaron U$S 4.200 millones del préstamo. Es decir, resta un tramo del préstamo por U$S 1.800 millones.

El “Repo” tiene una duración de dieciocho meses y su rendimiento está vinculado a la tasa Libor. Fue acordado a principios de año como señal de confianza del capital financiero internacional con el ajustador Gobierno de Mauricio Macri frente a la incertidumbre generada por la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.

Los bancos que en enero acordaron la operación “Repo” son Santander, BBVA Francés, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y J.P. Morgan. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, quien comanda el festival de endeudamiento fue empleado de dos de ellos: Deutsche Bank y J.P. Morgan.

Esos seis bancos son los “sospechosos de siempre”: participaron en todas las grandes operaciones de deuda argentina en la historia reciente.

Intervinieron en el Blindaje y el Megacanje de la Alianza de Fernando de la Rúa. Luego participaron de las restructuraciones de deuda realizadas por Roberto Lavagna en 2005 y Amado Boudou en 2010, ambas bajo los gobiernos kirchneristas. Los buitres buenos que aceptaron la propuesta de canje obtuvieron ganancias de hasta 300 %, como reconoció Axel Kicillof.

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Finalmente, volvieron a participar el año pasado en la operación de cancelación de la deuda con la mayoría de los fondos buitre que litigaban en Nueva York en el juzgado de Thomas Griesa.

Ese acuerdo con los buitres, que habilitó el reinicio de un ciclo de endeudamiento con una dinámica tendencialmente explosiva, fue aprobado en el Congreso de la Nación gracias a los votos del Frente Renovador de Sergio Massa y muchos legisladores del Frente para la Victoria, principalmente en el Senado.

Para completar la operación “Repo” el Gobierno anunció a través del Boletín Oficial una ampliación por U$S 4.000 millones del Bonar 24. Esos bonos son entregados a los bancos como garantía de la operación.

Los Bonar 2024 fueron emitidos originalmente por el Gobierno de Cristina Fernández cuando Axel Kicillof conducía el entonces Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

En enero, durante el anuncio del “Repo” acordado con los bancos internacionales, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, presentó el programa financiero de 2017, que contempla endeudamiento por un total de U$S 40.350 millones para atender los vencimientos de deuda previa, los pagos de interés de la deuda pública y el déficit primario.

Poner fin a la estafa

En 2016 se emitió deuda por alrededor de U$S 70.000 millones, a lo que sumarán los U$S 40.350 millones del programa financiero de este año.

Que parte de la deuda cancele deuda anterior no cambia la tendencia. Se está generando una hipoteca para las generaciones presentes y futuras: el bono a cien años por U$S 2.750 emitido meses atrás es una muestra elocuente.

Según los registros oficiales del Ministerio de Finanzas, la deuda pública se incrementó de U$S 240.000 millones a finales de 2015 a U$S 275.000 a finales de 2016. Es decir, que en el primer año de Cambiemos la escalada es de U$S 35.000 millones.

El ratio de la deuda pública en relación al Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó al 54,2 % el año pasado, habiendo sido el mínimo de la última década 38,9 % en 2011.

En las economías dependientes como la Argentina, la deuda externa no solo financia el déficit primario sino que juega el papel de compensar los desbalances externos, es decir, el déficit en divisas ocasionado por un comercio exterior deficitario o por la sangría de las remesas al exterior de empresas extranjeras o de sectores de la burguesía local.

El Indec dio a conocer recientemente el déficit de la balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) del primer semestre del año: un rojo de U$S 2.613 millones que se transformó en el más alto desde 1994.

En simultáneo, está teniendo lugar una fuga de capitales y remisión de ganancias de las empresas imperialistas a sus casas centrales de carácter inédito en los últimos años.

Se pretende resolver a través del crédito internacional este drenaje de divisas, para evitar que se genere el tipo de estrangulamiento externo que tantas veces ocurrieron en la economía argentina.

Pero esto crea un nuevo drenaje, vinculado a los servicios de deuda, y por eso estos intentos se vuelven a la larga insostenibles y se agravan las crisis fiscales y de desbalance externo, que conducen al ajuste sobre el pueblo trabajador.

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Este año, sólo de intereses de deuda se pagarán $ 248.000 millones, una cifra que supera a la suma de lo destinado a educación y salud en el presupuesto nacional.

Las operaciones con la intervención de los “sospechosos de siempre” transforman a la deuda en un juguete en manos del capital financiero internacional.

Pagarla aumenta las imposiciones de los especuladores y las penurias del pueblo trabajador: los reclamos del establishment económico de más ajuste para después de las elecciones de octubre son cada vez más audibles.

Por eso es de interés fundamental para la clase trabajadora impulsar el no pago de la deuda, planteo que esta estrechamente asociado a un conjunto de medidas para que las masas obreras y populares no asuman los costos de la crisis.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores es la principal alternativa que se planta frente a la prepotencia del capital financiero internacional.

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Pablo Anino

Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.

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