Entre el crecimiento voraz del neoliberalismo, en el Reino Unido como en Estados Unidos, principales productores de rock de todas las épocas, en el medio de la década del 80, surgía esta conmemoración.
Miércoles 13 de julio de 2016
Origen, UK
El músico y actor Bob Geldof, (Pink Floyd, The Wall), se conmocionó por una noticia aparecida en la BBC, que hablaba del “Infierno en la Tierra”, haciendo referencia a una gran sequía que tuvo lugar en el norte del país africano de Etiopía entre 1983 y 1985, y que estaba provocando muertes masivas en la población por falta de alimentos y de agua. Geldof, viajó a África, con el objetivo de tomar contacto con esa situación, pensando en fundar la Band Aid Trust, organización que se encargaría de distribuir la ayuda humanitaria que se consiguiera con el impulso de conciertos a gran escala.
Junto con el productor Midge Ure, dieron forma a la idea de los conciertos, que se llamarían “Live Aid”, y para los cuales convocarían a los principales músicos del momento. Para llamar la atención del público mundial, invitaron a los más destacados músicos del Reino Unido, y Europa, para grabar el tema “Do They Know It’s Christmas?", (Sabrán ellos que es Navidad?), que se editó bajo el nombre de la Band Aid, y que fue grabado a fines de noviembre de 1984, en 5 horas, con la participación de músicos como Sting, Bono, George Michelle, Boy George, Phil Collins, Status Quo, Duran Duran, entre otros.
Al día siguiente Bob Geldolf comenzó a promocionar el disco, anunciando que todo lo que recaudado iría a la causa, generando un conflicto con el gobierno de Margaret Tatcher, que no estaba dispuesta a ceder los impuestos del Estado Británico sobre las ventas del disco. Geldof recurrió al escrache mediático, y finalmente el gobiernos cedió ese impuesto.
Cinco días más tarde el disco salía a la venta, y lograba en el primer día vender más que todos los discos del chart juntos. Vendió tres millones de copias antes de fin de año.
En U.S.A
Ken Kragen, era manager de Geldof, y de Harry Bellafonte, en U.S.A. a quien comentó el proyecto que Geldof llevaba adelante en Europa. Bellafonte, se entusiasmó con repetir la idea en su país, y formar una banda que editara un sencillo, como se conocía en esa época, con fines puramente benéficos, destinados al proyecto de Bob Geldof.
La banda se llamó USA for Africa, y grabó “We are the world”,(Nosotros somos el mundo), tema compuesto por Michael Jackson y Lionel Richie, y producida por Quincy Jones, y se grabó el 25 de enero de 1985, en Hollywood. Geldof viajó para presenciar la grabación y contar la experiencia vivida en Etiopía. Los músicos que participaron fueron, entre tantos, Jackson y Richie, Paul Simon, Bob Dylan, Cindy Lauper, Bruce Springteen, Willie Nelson, Tina Turner, Ray Charles, Stevie Wonder, Billy Joel, y muchos más. “We are the world”, salió a la venta el 7 de marzo de 1985, llegando a vender 800.000 copias en el primer fin de semana.
Conciertos
Live Aid (Ayuda en Vivo) fueron 2 conciertos realizados el 13 de julio de 1985 de forma simultánea en el Estadio Wembley de Londres (Inglaterra) y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia (Estados Unidos), cuyo motivo fue recaudar fondos para Etiopía.
En Wembley, el espectáculo comenzó a las 12 del mediodía, con un saludo de la guardia real a los Príncipes Carlos y Diana. Luego Status Quo, abrió un show en donde fueron pasando las figuras más rutilantes del momento. Después tomarían el escenario Sade, Spandau Ballet, Elvis Costello que solo con una guitarra eléctrica tocó el clásico de The Beatles, “All You Need Is Love” logrando una buena respuesta de la audiencia. El primer momento alto del concierto lo dieron Sting y Phil Collins, acompañados por Winston Marzallis en clarinete, que recorrieron algunos temas con solo piano y guitarra, de sus respectivas discografías.
También fue llamativa la presencia de Roxy Music, con Brian Ferry, y el guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour, quien no podía tocar en vivo por su cuenta, debido a un litigio por los derechos del nombre Pink Floyd, con Roger Waters.
Cuando comenzaba a caer la noche, estaba U2 en el escenario, y se generó un momento de antología, cuando Bono abandonó el escenario y se mezcló con el público para invitar a bailar a una dama de la concurrencia. Literalmente barrió las barreras entre el artista y el público. Luego de eso Dire Straits, brillo con dos de sus grandes éxitos, acompañados en coros por Sting, en “Money for Nothing”. El punto más alto del concierto es sin duda la participación de Queen quien se lució tocando furiosamente, versiones recortadas, para ajustarse a los quince minutos por artista. Una actuación que hasta la fecha se considera una de las mejores actuaciones en vivo de la historia del rock.
Luego, subió otro legendario, que logró un gran clima, David Bowie, quien al finalizar recordó a todos cual era el fin del evento. Luego, los míticos The Who, rockearon salvajes como en sus buenos tiempos. Acercándose al final de la noche, Elton John, interpretó algunos éxitos del momento y algunos clásicos, para cerrar con George Michael como invitado. Luego de eso el gran cierre lo hizo el ex beatle, Paul McCartney, cantando “Let it be”, acompañado en coro por Pete Townshend, Bob Geldof, David Bowie y Alison Moyet, logrando uno de los momentos más emotivos del concierto.
Al final todos los artistas se despidieron, agradeciendo a la concurrencia, e interpretando “Do they know it’s christmas?, junto a los 85.000 presentes en el estadio.
J. F. Kennedy Stadium, Filadelfia
El concierto en Filadelfia, comenzó 4 horas más tarde que el de Wembley, fue presentado por Jack Nicholson, ante 99.000 personas. El primer momento destacado el concierto estuvo marcado por el reencuentro de Ozzy Osbourne, con Black Sabbath, después de 6 años de ausencia. También brilló Simple Minds, que era el grupo más popular el momento a nivel mundial. Aparecieron legendarios como los Beach Boys, Neil Young, Crosby Still & Nash, Carlos Santana, y, luego, los metaleros Judas Priest.
Madonna que estaba en la cumbre de su popularidad por esos días fue muy aplaudida al momento de ocupar el escenario. Eric Clapton y Tom Petty, deslumbraron cada uno a su tiempo con sobrias e impecables actuaciones. Phil Collins, que viajó en un vuelo chárter desde Wembley a Filadelfia, fue el único músico que estuvo presente en los dos conciertos, interpretando “In the air tonight”
al piano, y luego sentándose a la batería para acompañar a Led Zeppelin.
Duran Duran otro grupo del momento, fue ovacionado. Mientras que Patti La Belle, logró un momento mágico interpretando “Imagine” de John Lennon. Luego vino el pop de Hall & Oates, y la fiesta la pusieron Mick Jagger y Tina Turne, con “State of Shock”, en donde todo el mundo bailó y se divirtió.
Bob Dylan, Ron Wood y Keith Richards interpretaron versiones acústicas de temas de Dylan. Y finalmente Lionel Richard invitó a todos los músicos y audiencia a interpretar “We are the world”, en una versión, con un coro infantil, que quedó bastante desprolija.
Live Aid, duró en total más de 16 horas, fue visto por más de 3.000 millones de personas en todo el mundo, de hecho fue una de las primeras transmisiones en vivo de MTV, recién fundada por esos años.
El objetivo de enviar ayuda a Etiopía se cumplió con creces, aunque hay versiones que el gobierno de ese país usó el dinero para comprar armamento.
La idea de la solidaridad va perdiendo autenticidad a medida que se va transformando en un evento multitudinario, por momentos los artistas pierden la visión del objetivo, para pasar a sentirse en la obligación de participar para no quedar fuera de la elite del rock de esos años, hay un reportaje a los cuatro miembros de Queen en donde esto queda muy en evidencia. Esto no quita, de ninguna manera, que por la envergadura del proyecto, y el nivel de artistas convocados, se logran momentos de altísimo vuelo en lo musical, aunque también, y muy en menor medida, otros momentos decididamente malos, sobre todo en Filadelfia.
Por último, el mayor contra sentido es que Live Aid de 1985, quede grabado en la historia como el origen del Día Mundial del Rock, cuando predominaba en esa época el más plástico de los sonidos pop. Entiendo que por lo faraónico del proyecto y el esfuerzo puesto en la organización no es un día que pueda pasarse por alto para quienes nos gusta el rock. Pero si hay que celebrar un Día el Rock, debería pensarse en el Festival de Woodstock del 69, o el de Monterrey, de ese momento, en donde el espíritu de la época, con una juventud cuestionando varias áreas de lo establecido socialmente, se condice mucho más con el espíritu del rock.