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Red Internacional
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Efemérides. Día de los azucareros y azucareras: una historia de lucha por retomar

Se conmemora el 6 de diciembre en homenaje al obispo J.E. Colombres, reconocido como uno de los primeros en incursionar en la producción azucarera hace más de dos siglos, con molienda en trapiches de quebracho colorado. Pero lejos de ser los obispos, misioneros, hacendados, terratenientes y empresarios, quienes hacen andar esta industria son los obreros y las obreras de los ingenios y las plantaciones de caña de azúcar. A esa clase trabajadora azucarera, que también es parte de historia del movimiento obrero jugando un rol destacado en huelgas, levantamientos y procesos revolucionarios, va nuestro abrazo este 6 de diciembre.

Miércoles 7 de diciembre de 2022 09:15

Es poco conocido entre los obreros y la familia azucarera del NOA (noroeste argentino) que el día de los azucareros tiene por fecha el 6 de Diciembre porque se homenajea a un obispo de Tucumán, José Eusebio Colombres, que además de ser impulsor de una proto producción azucarera a principios del siglo XIX, fue diputado por Catamarca al congreso de Tucumán del 1816. Vale decir que Colombres es homenajeado por iniciar la industrialización de la caña de azúcar en Tucumán, no por la inserción del cultivo de la caña de azúcar en lo que llamamos NOA. Esta data de mediados de 1600 y principios de 1700 según la provincia de la que se trate y fue llevada a cabo por los jesuitas en las misiones y franciscanos en reducciones, fuertes, presididos y finalmente en haciendas en las que reclutaban a pueblos originarios del chaco y las yungas de modo forzado.

Para los trabajadores y trabajadoras del azúcar este es su día. No el homenaje a un obispo o cura, porque son ellos y ellas y sus predecesores, los pueblos originarios del Chaco, las yungas y las quebradas, reclutados desde fines del siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX en condiciones semi esclavas, quienes hicieron y hacen andar los ingenios azucareros. Lo hacen desde mediados del siglo XIX en Tucumán, donde existían 24 fábricas de azúcar por aquellos años y en Salta y Jujuy desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando se establecieron los 4 ingenios que todavía están en pie. Son los trabajadores y las trabajadoras del azúcar, no los empresarios y terratenientes que resolvieron honrar al obispo en cuestión este día. Es así es que al 6 de Diciembre le dan especial importancia, organizando para esta fecha asados en horas del almuerzo y de la cena, se reúnen, brindan y se abrazan obreros de las fábricas de azúcar y los obreros de los campos de plantaciones de caña de azúcar.

Este 6 de diciembre, abrazamos a compañeros y compañeras que son parte de una clase social que además de hacer andar los ingenios azucareros, tienen una importante historia de lucha contra la explotación de empresarios industriales y terratenientes. Desde levantamientos de originarios conchavados en los ingenios, como los que tuvieron lugar en la primera mitad del siglo XX en Ingenio Ledesma, pasando por las huelgas bajo el primer gobierno de Perón que organizo y dirigió la naciente Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera FOTIA, por la cual fueron perseguidos dirigentes y asesores del sindicato. Pasando por la lucha contra los cierres de los ingenios en Tucumán bajo el gobierno dictatorial de Ongania, el rol en el tucumanazo junto a los estudiantes y las huelgas en la década del 70’, tanto en Tucumán como en Ingenio Ledesma.

A fines de la década del 90’ y principios del 2000, los obreros de Ingenio La Esperanza en defensa de los puestos de trabajo, contra un cierre patronal, hicieron una zafra corta bajo control obrero, garantizando así el pago de sueldos adeudados de meses a más de 2500 trabajadores. También estuvieron las últimas huelgas desde 2011 a 2017 en Ledesma, Río Grande e Ingenio El Tabacal por aumento salarial, mejoras en las condiciones laborales y contra los turnos relevantes, luego del operativo independecia en Tucumán y todo el NOA, los apagones del terror en Ledesma, y dos décadas de entrega y sumisión a las patronales de las burocracias sindicales amarillas como Goitea en Ledesma, Del Castaño en Tabacal y Farfan en La Esperanza.

Los despidos masivos en los ingenios de Jujuy y Salta impulsados por las patronales que contaron con el amparo del gobierno nacional de Cambiemos (Macri) y provincial de Cambia Jujuy (Morales) y el silencio de la "oposición responsable" del PJ FDT que se llamó al silencio, le dieron un golpe al proceso de reorganización y lucha de los obreros azucareros del NOA.

Las direcciones sindicales dejaron pasar los despidos y no estuvieron a la altura de coordinar la fuerza de los trabajadores del azúcar y los pueblos ingenio de Salta y Jujuy para defender los puestos de empleo, ya que en vez de organizar la lucha por la reincorporación de los despedidos, llamaron a confiar en el PJ FDT con el "hay 2019" y a votar por Alberto Fernández, argumentando que desde el ministerio de trabajo de la nación los funcionarios del PJ iban a bregar por los derechos de los trabajadores poniendo freno a los abusos patronales de los Blaquier de Ledesma, Budeguer de La Esperanza, la Seabord Coorporation de Ingenio Tabacal y los Jorge de Río Grande La Mendieta, nada de esto ocurrió.

Por lo que además de estar reunidos hoy los trabajadores del azúcar en diferentes pueblos ingenios del NOA para pasando juntos el día de los azucareros, comiendo un asado y hablando de anécdotas de su rica historia, están sacando como conclusiones la necesidad de reorganizarse desde las bases y de modo independiente de los gobiernos y partidos patronales, en la perspectiva de unir y coordinar esa fuerza social que las patronales, gobiernos y burocracias sindicales dividen, valiéndose de las lecciones de su historia de lucha, para así pararle la mano a las patronales que ganan millones pero pagan salarios de alrededor de 90 mil pesos cuando la canasta básica total en Jujuy para no ser pobre está en 128.000 y dejan sin trabajo, y por consiguiente sin ingresos, obra social y aportes jubilatorios, durante 6 o 7 meses a decenas de miles trabajadores temporarios, cuando las patronales con la zafra azucarera tienen ganancias anuales.

Los ingenios azucareros son los enclaves del NOA dónde el trabajo está más socializado, miles de obreros/as acuden a ellos para vender su fuerza de trabajo y son parte inmensos engranajes que producen azúcar, alcohol, bio combustible, hojas y cuadernos, naranjas, pomelos y limones, jugos y aceites concentrados, que se colocan en el mercado interno y el mercado mundial, pero la apropiación de la venta de toda estas mercancías que generan decenas de miles de obreros/as contratados de modo directo y otros miles empleados de modo indirecto por tercerizadas y contratistas, es privada e individual de un puñado de familias, la embolsan los Blaquier, Budeguer, Jorge o la yanqui Seabord Corporation. Estas empresas millonarias organizan la producción de monocultivo de azúcar o citrus en menos de un 1/4 de las cientos de miles hectáreas que poseen en el norte argentino, presionan para intensificar la plantación, riego y cosecha, y la molienda, refinado y fraccionado en los ingenios, en pocos meses, así emplean sólo por algunos meses y luego le cortan la ficha a una mayoría de trabajadores, para así ahorrarse costos salariales y cargas sociales de obreros temporarios, eventuales y tercerizados que son mayoría en ingenios.

Para cambiar esto de raíz es clave que la auto organización de los trabajadores del azúcar, su coordinación con los obreros rurales y sectores populares de los pueblos ingenios, además de ponerse en juego para frenar el ajuste económico de gobiernos y la avanzada de las patronales, de pie también para juntos planificar una salida de control obrero de la producción que debe partir de exigir a las patronales diversificar los cultivos y producir en las miles de hectáreas que hoy por hoy están ociosas, para así garantizar trabajo todo el año con derechos para miles de trabajadores/as temporarios, como así también reducir la jornada laboral a 6 horas sin rebaja salarial, para repartir las horas de trabajo con los/as desocupados/as e incorporarlos a la producción, generando trabajo genuino para un sector de la clase obrera que desde hace casi 3 décadas que no para de aumentar. Esta salida de fondo al problema de la pobreza, precarización y desocupación solo la pueden dar los trabajadores azucareros aliándose con los sectores populares del los pueblos ingenios. Felicidades compañeros azucareros en su día, tenemos una historia gloriosa plagadas de derrotas como de triunfos parciales, y de las enseñanzas que estás dejan, y también la fuerza social para forjar una sociedad nueva, sin explotadores ni explotados, una vida digna de ser vivida para nosotros y las generaciones por venir.