Cristina Fernández de Kirchner apeló a la imparcialidad de los números, para lograr un diálogo con la oposición de derecha al respecto de la economía argentina. ¿En qué se parecen el planteo del liberal Melconian y la ubicación política del oficialismo?
Sábado 17 de septiembre de 2022 19:36
Cristina Fernández de Kirchner volvió a la escena pública, luego del atentado de extremaderecha que vivió, y convocó a un diálogo entre el Gobierno y la oposición: para apuntalar el "orden" y la "institucionalidad" de la democracia capitalista argentina y lograr un acuerdo económico con los sectores de la derecha. Ahí mismo, recordó su encuentro con el economista liberal Carlos Melconian, quien es partidario de un ajuste más duro y de mayores beneficios para las grandes patronales.
Para tender estos puentes, CFK planteó: "Miren, si la economía tiene problemas hay que discutir de números y ponernos de acuerdo discutiendo de números. Es lo más fácil... porque dos más dos es cuatro y no hay posibilidades de que sea cinco o seis. En cualquier otra cosa la política, la religión, es lo que cada uno piensa y siente, pero la gran ventaja que te da la economía es que podés discutir sobre números".
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La izquierda no fue mencionada por CFK para este acercamiento. Es que, a pesar de haber sido la primera fuerza política en repudiar el atentado, el FIT-U jamás entraría en pactos de ajuste con los partidos políticos del régimen, quienes, por ejemplo, votaron juntos el sometimiento al FMI en el Congreso.
Aludido, Carlos Melconian habló éste sábado, sobre el llamado al "diálogo" que hizo Cristina Fernández de Kirchner y sobre el presupuesto 2023 aprobado en el Congreso, también con votos de la oposición de Juntos por el Cambio.
Melconian consideró importante que se plantee el ajuste fiscal: "Es una maravilla, se terminó el populismo. Hay un cambio cultural, vemos sindicalistas que van a la Embajada de EEUU se sacan foto y la tuitean con orgullo. Todo eso es brillante para el futuro argentino”.
¿Sorprenderá quizás, que además de poder ponerse de acuerdo en "matemáticas" -como plantea CFK- la derecha liberal también reivindique los gestos políticos de las direcciones sindicales oficialistas?
Queda claro que la novedad no es que los liberales de derecha aplaudan las relaciones con la embajada norteamericana. El paso a la derecha (y al norte) lo dieron las direcciones sindicales kirchneristas; mientras el FMI impone -con la gestión del superministro Massa- un ajuste fiscal que perjudica a todo el pueblo trabajador y, además, en particular, a los trabajadores estatales que representan tanto Roberto Baradel como Hugo Yasky.
Aunque parece que en cuestión de números hay menos acuerdo que en los gestos de cipayismo. “La inflación en serio no va bajar, está condenada en este modelo”, sentenció Carlos Melconian, quien cuestionó la meta inflacionaria del 60% que el Gobierno dibujó en el presupuesto.
Recordemos: el propio Gobierno confirmó que la inflación para éste año cerrará en 95% y no se explica cómo irían a bajarla. Por otro lado, de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central sobre estimaciones privadas, la inflación esperada rondará el 84 %.
Claro que a Melconian no le preocupa que el Gobierno haya puesto esta pauta inflacionaria ficticia, para licuar el presupuesto 2023; porque lo que él busca es mayor ajuste.
Su crítica apunta en otro sentido, "lo que se necesita es un cambio de régimen”, plenteó. Para el liberal, la manera de que baje la inflación, es dándole mayores beneficios a las grandes patronales y a quienes especulan y manejan la formación de precios, quitándo toda regulación estatal. "Hay que entender y facilitar los procesos que permiten aumentar la producción, que el sector privado genere empleo, producción negocios. Todo eso de castigar, obstruir, no va más”, dijo.
El "diálogo" al que llama Cristina Fernández de Kirchner, queriendo dejar de lado la ideología, para poner por delante una supuesta imparcialidad en los números de la economía, parece ser una justificación de la profundización del giro ajustador y proimperialista que toma el Gobierno, sometiendo al país a las directivas del FMI.
Pero, como planteó Lenin, "la política es la expresión concentrada de la economía". No se puede separar a la economía, no sólo de la política y de la ideología, sino aún más, de los intereses económicos por los que pugnan los distintos sectores del empresariado, nacional y extranjero.
El Frente de Todos rompió el "contrato electoral" con el que el voto popular lo llevó al Gobierno, defendiendo intereses económicos ajenos a las grandes mayorías. Durante éste mandato, las grandes patronales se quedaron con 41 mil millones de dólares, que antes estaban repartidos entre los bolsillos del pueblo trabajador. Acá los "números" muestran intereses claros.
El pueblo trabajador y las grandes mayorías necesitan organizarse para luchar por sus propios intereses: recompisición del salario, trabajo genuino, vivienda, educación, entre otras.
Para esto, es necesario construir desde abajo, con los métodos de la democracia obrera y popular, una fuerza social que tire abajo el ajuste del FMI y avance en tomar el control de los resorte centrales de la Economía, para ponerla al servicio de las necesidades populares y en armonía con el medioambiente.
El proyecto político, económico e ideológico que plantea esto, es el socialismo; y para conquistarlo, es necesario construir un gran partido socialista de la clase trabajadora.