Compartimos la columna de Diana Asunción, trabajadora de la Universidad de Sao Paulo (USP) y dirigente del Sindicato, militante del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT), fundadora del grupo de mujeres “Pan y Rosas”, y también impulsora de la Red Internacional de La Izquierda Diario.
Domingo 27 de noviembre de 2016
El secretario de gobierno golpista, Geddel Vieira Lima, Renunció después de le denuncia de que él y Temer presionaran al Ex Ministro de Cultura, Marcelo Calero, para que encontrara una solución para una construcción de interés de Geddel, que estaba paralizada por dañar el patrimonio histórico de la ciudad de Salvador. Es el sexto ministro caído, en un gabinete repleto de corruptos (Geddel articulaba la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) sobre el techo de gastos, mientras ganaba un sueldo que estaba muy por encima del techo constitucional).
Temer está implicado directamente en la denuncia, es por eso que la prensa golpista desvía el tema, mientras el tucano Calero es criticado por Aécio Neves del PSDB, que quiere “investigar la denuncia”. Un choque de proporciones llevado adelante por Lava-Jato: ¿para combatir la corrupción?, Nada de eso. El objetivo de Sérgio Moro y los fiscales de Lava-Jato es “limpiar” y “renovar” el régimen político de los ricos para dar más legitimidad a la implementación de los ataques aún más duros, o directamente implementar estos ataques con la propia toga (como es el caso de la reforma laboral). Basta ver que el Ministerios Público Federal está consolidando un pacto de impunidad con la Cámara de Diputados, permitiendo la amnistía de los casos de lavado de dinero (Caixa dois) “siempre que no se trate de crímenes relacionados”. Un escándalo de corrupción aceptado por el Poder Judicial, que demuestra que se busca apenas sustituir un tramado de corrupción con el sello petista por un tramado con el sello de la derecha (en función de esto es que avanzarán sobre algunos políticos reaccionarios, como los exgobernadores del PMDB carioca, Garotinho y Sérgio Cabral).
Con el empeoramiento de la economía, los efectos negativos de la elección de Trump y el retraso en la implementación de las reaccionarias contrarreformas que los parlamentarios venían votando como podían, se tornó más profunda la identificación del empresariado con el rápido avance de Lava-Jato. Es un instrumento autoritario de su clase. Ya nosotros los trabajadores, mujeres y la juventud no tenemos nada que ganar con el fortalecimiento del autoritarismo del Poder Judicial y de la pro-imperialista operación Lava-Jato.
Increíble cómo, en medio de la clara relación de Lava-Jato con los intereses de la derecha y de la patronal, cierta “izquierda” considera que para acabar con la corrupción es necesario que Moro “valla hasta el final” en plano autoritario. Para enfrentar al gobierno golpista y no trabajar para el retorno del PT y su proyecto fracasado de conciliación de clases, es necesario buscar una salida independiente. La organización de la resistencia en las luchas, con exigencia a las burocracias sindicales, debe estar ligada con una salida política independiente: una nueva Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, impuesta por la lucha y que eche abajo la constitución de 1988 tutelada por los militares. Esta ya está siendo modificada por los golpistas contra los trabajadores.
Una nueva Constituyente sería un paso para levantar a la clase obrera como sujeto político independiente en la situación, acabando con todos los acuerdos económicos fraudulentos y poniendo fin a la deuda externa ilegitima, cuestionando los privilegios de los políticos y jueces, como paso para cuestionar todo el régimen político burgués, sobre el cual solo se podrá avanzar con un gobierno de los trabajadores en ruptura con el capitalismo.
