En 15 días de lucha, las obreras y los obreros desplegaron una enorme disposición a pelear, acompañados por toda la población de Pérez Millán. Este jueves la Federación de la Carne se acercó los portones y anunció que está negociando con la empresa.
Viernes 12 de marzo de 2021 12:17
Ilustración: Marco Caprile
Hace 15 días Hugo Borrel anunciaba megáfono en mano y como si estuviera dirigiéndose a sus esclavos en una plantación de algodón hace un siglo y medio, que como pretendían ganar un sueldo digno y elegir a sus propios representantes, cerraba la fábrica y los despedía a todos. Los medios, cómplices, escribieron, contaron y mostraron como un pobre empresario tenía que cerrar el quiosco familiar por una “interna gremial”. El gobierno y sus ministerios miraron para otro lado, como sin en la provincia de Buenos Aires no importara si mil (1000) familias quedaban en la calle. Y en Pérez Millán, los obreros se plantaron junto a toda la población que rodeó los portones por los que desde hace 100 años cruzan sus hermanos y hermanas, sus padres, primos y amigos. Cansados de la prepotencia patronal, las y los obreros dijeron basta, ocuparon la empresa, y la población organizó una acampe y una olla popular en apoyo.
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En estos 15 días pasó de todo: se tomó la fábrica, hubo movilizaciones enormes de todo Pérez Millán, amenazas de desalojo, ocupación del sindicato y bloqueos en los portones. Se acercaron solidariamente sindicatos y organizaciones, los diputados Nicolás del Caño y Claudio Dellecarbonara que impulsaron el pronunciamiento a favor de los trabajadores de la legislatura de Bueno Aires. Estuvo Castells, se acercaron los docentes del SuTeBA. Y este jueves, tras dos semanas de la lucha, la Federación de la Carne conducida por José Fantini, vino a la fábrica a traer novedades. Miguel Tapia, Secretario General de la seccional de Salto, anunció que están negociando con la empresa pero no trasmitió aún ningún resultado concreto. Sí aclaró que el odiado Luis Perez, que desde hace 40 años es el Secretario General de la Federación en la región, no quiere renunciar y que la Federación no va a intervenir, por lo que el dirigente odiado por todos los trabajadores aún sigue atornillado a su sillón. E instó a los trabajadores a volver a trabajar, diciendo que hay una conciliación vigente hasta el jueves que si los obreros no cumplen, las negociaciones no pueden continuar. Los trabajadores deben volver a laburar, y la empresa puede seguir sacando los camiones con carne para exportación. El verso de la amenaza de cierre se cae por el peso de la urgencia empresarial de mantener los negocios.
El jueves 18 prometieron traer novedades. Esta semana será una tensa espera, donde cada uno de los laburantes del frigorífico tiene que mantener la confianza en sus propias fuerzas. En que la unidad que garantiza la asamblea entre todos, donde cada obrero puede plantear su opinión y entre todos resuelven, junto a la solidaridad y a la pelea en común con la población de Pérez Millán y las organizaciones solidarias expresa la fuerza que ha permitido llegar hasta acá. Pasaron décadas de opresión, de maltratos, de tener que agachar la cabeza y eso se acabó. Se terminó por la propia fuerza de los laburantes, nacida del hartazgo de no llegar a fin de mes pero también de ver dirigentes sindicales vendidos que se atornillan a sus sillones.
Esta es la fuerza para terminar con el látigo de Hugo Borrel y la complicidad de Luis Perez. La de las y los obreros decidiendo en asamblea, con las medidas de lucha que lograron sentar a negociar a esta patronal prepotente: la toma de la fábrica, la olla con las compañeras y los vecinos, los bloqueos para que no salgan los camiones, la permanencia en el sindicato. Esa es la fuerza que hay que mantener para lograr que estos empresarios den una respuesta concreta a los dirigentes que van a negociar.
En momentos en los que la CGT y los sindicatos dejan pasar los ataques a los trabajadores sin convocar a medidas de fuerza, cuando los Ministerios de Trabajo miran para otro lado frente a los despidos y el gobierno negocia la cuota Hilton y los cortes “populares” con empresarios como Borrel, los obreros de ArreBeff muestran un camino de lucha para defender nuestros derechos. Manteniendo las asambleas, manteniendo la unidad entre todos los laburantes y con la población y en estado de alerta para responder a cualquier provocación que haga la patronal o la comisión dirigida por Luis Perez, se puede ganar. ¡Nunca mas esclavos! ¡Hay fuerzas para ganar!