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Red Internacional
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MEDIOS Y GENOCIDIO. Dictadura: Alejandrina Barry se reunió con el juez Casanello por la causa Editorial Atlántida

En el marco del proceso por la responsabilidad del grupo mediático en delitos de lesa humanidad contra ella y sus padres, Barry estuvo en Comodoro Py. Luego habló con este diario.

Rosa D'Alesio

Rosa D’Alesio @rosaquiara

Jueves 14 de julio de 2016

¿Por qué pidieron la audiencia con el juez Sebastián Casanello?

  •  La audiencia junto a organismos de derechos humanos es por la parálisis de la causa que atañe a los dueños de los medios de comunicación que fueron partícipes necesarios del plan genocida.

    Le manifestamos al juez que la cantidad de pruebas aportadas durante todos estos años, que iniciamos la querella en 2010, demuestra el rol que jugaron, tanto los dueños de Editorial Atlántida como todo su staff editorial y los miembros jerárquicos.

    Algunos son personajes muy conocidos, como Samuel “Chiche” Gelblung, Héctor D’Amico, jefe de redacción del diario La Nación, Serra de la revista gente, y el exdirector de Para Tí en la dictadura Agustín Botinelli.

    ¿De qué acusan a estos medios?

  •  Denunciamos que ellos, junto a marinos de la ESMA, armaron una operación de prensa, publicando supuestas notas informativas, con fotos mías cuando estaba apropiada por los militares, diciendo que había sido abandonada por mis padres terroristas subversivos.

    Tenía tres años, mis padres habían sido asesinados por los militares y a mí me usaron como botín de guerra para llevar adelante lo que ellos llamaban medidas de acción psicológica y de propaganda para legitimar el terrorismo de Estado.

    Las tres revistas Somos, Gente y Para Tí me ponían a mí con imágenes terribles, mostrando una cuna donde supuestamente dormía rodeada de armas, diciendo que mis padres merecían morir.

    Me usaron para legitimar su accionar ante la población civil y justificando también la apropiación de los hijos de los militantes. Copiado de la Alemania nazi y su aparato de propaganda.

    Planteamos que hay fallos que han avanzado en condenar a los responsables de estas prácticas realizadas durante la dictadura, como el diario El Mercurio de Chile y el diario O Globo de Brasil.

    Sabemos que es una pelea difícil porque nadie quiere enfrentar a los civiles y en particular a los grandes intocables que son los dueños de los medios de comunicación.

    ¿Qué otras cosas plantearon en la audiencia?

    Myriam Bregman, que fue mi abogada en esa causa hasta que asumió como diputada nacional, planteó que nuestra pelea ha sido sistemática y firme para demostrar que hubo un genocidio.

    Y que vamos a seguir reuniendo todas las pruebas para que se condene a los empresarios que idearon, planificaron y apoyaron el golpe militar. En mi caso en particular vengo peleando desde mi adolescencia.

    A los 13 años vi las publicaciones en que habían usado mis fotos para su campaña. Y al revés de los que pretendían los militares y esos medios de comunicación, conocer esa historia de mis padres me llevó a reivindicar la militancia.

    Y todos estos años he peleado, investigado y aportado junto con mis compañeros todas las pruebas que hay en la causa.

    ¿Qué pruebas hay en la causa?

    Está demostrado que en el operativo en 1977 en Uruguay, junto a las Fuerzas Armadas uruguayas y la patota de la ESMA, asesinaron a mis padres y me secuestraron a mí y además a los militantes que allí estaban.

    Planificaron estas publicaciones en común, como parte del modus operandi de esta editorial durante toda la dictadura, en casos muy conocidos como el de Thelma Jaraz de Cabezas.

    Ernesto Moreau, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, también fue muy claro al respecto. Sostuvo que el rol de los medios de comunicación no fueron casos aislados, sino que fue un plan sistemático.

    Por lo tanto que tiene que avanzar la causa para demostrar que fueron cómplices necesarios de la dictadura en los delitos de lesa humanidad.

    ¿Cómo sigue la pelea?

    La causa está paralizada con justificaciones absolutamente formales, como la declaración de incompetencia de los distintos jueces.

    Nunca han dado argumentos sólidos legales de por qué no avanzan en condenar a los responsables. Trasmitimos que nuestra voluntad es luchar como lo hemos hecho siempre hasta que sean juzgados y condenados todos los militares y civiles.

    El mensaje de impunidad, reconciliación, provocación del actual gobierno con genocidas en las calles como este 9 de Julio, nos indigna. A su vez hace que redoblemos las fuerzas para enfrentar esta política y avanzar contra la impunidad. Nuestras fuerzas y convicciones están más firmes que nunca.

    Al salir de la audiencia me enteré de la triste noticia del fallecimiento de nuestro compañero Enrique “Cachito” Fuckman, quedé consternada y con una tristeza profunda.

    No puedo dejar de decir en estas páginas que se sintió su ausencia. Él me acompaño con una fuerza enorme desde el primer momento en esta causa, declarando, peleando con los jueces que querían mantener la impunidad.

    Esta también fue una de las tantas peleas contra la impunidad y la represión que llevamos adelante juntos.


  • Rosa D’Alesio

    Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.

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