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Red Internacional
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Perfiles. Diego Fernández de Cevallos, el nombre del tráfico de influencias

Fernández de Cevallos es el apellido de una familia que desde inicios del siglo XX ha organizado y aglutinado a la derecha mexicana en la zona del Bajío, desde el porfiriato y los cristeros, hasta el Yunque y el PAN.

Miércoles 24 de noviembre de 2021

“La ley es como una vara. Yo la doblo, la doblo lo más que se pueda pero sin quebrarla. Yo no rompo la ley” (1)

En México el nombre de Diego Fernández de Cevallos refiere de forma inmediata al poder ostentoso, al tráfico de influencias o al enriquecimiento por la vía de la administración pública.

Diego nació en 1941, hijo de José Fernández de Cevallos y de Beatriz Ramos, quienes tuvieron 15 hijos y se asentaron en la zona de San Juan del Río, en Querétaro, lugar en dónde la familia ha construido un feudo de miles de hectáreas.

Historias de familia

El padre apoyó hasta el final a Porfirio Díaz y estuvo del lado del clero durante la Guerra Cristera en el periodo presidencial de Plutarco Elías Calles, incluso mandó construir una iglesia dentro de su hacienda para poder asistir a misa en el momento de la prohibición de cultos.

José Fernández de Cevallos compró el casco de la Hacienda de San Germán, lugar de más de cien hectáreas que sirvió como centro de reunión de los conservadores José Gómez Morín, Juan Gutiérrez Lascuráin, Aquiles Elorduy, entre otras figuras de la historia de la derecha mexicana. En la Hacienda de los Fernández de Cevallos se planeó la constitución del Partido Acción Nacional (PAN) hasta que se hizo realidad en 1939.

En esta hacienda fue el lugar en el que creció y se formó Diego, según sus propias palabras sus padres lo concibieron junto a la idea del PAN y dice recordar una niñez en medio de las reuniones y asambleas del partido conservador.

Carrera política

Oficialmente Diego, el junior, se afilió al PAN al cumplir los 18 años en 1959. A partir de ese momento comienza una carrera política bajo la protección de las principales figuras del PAN; al terminar sus estudios de derecho, por ser recomendado de su padre, el joven abogado realiza sus prácticas profesionales en el bufete de José Gómez Morín.

Su trayectoria como sanguijuela del erario nacional comienza en 1967 entra al Congreso como Diputado suplente y en 1991 se hace diputado por la vía plurinominal para dirigir la bancada panista. Es en el periodo de gobierno de Carlos Salinas de Gortari cuando se hace conocido el nombre de Diego Fernández de Cevallos, encargado del PAN para negociar con Los Pinos, Diego aumentó su influencia en el poder y su fortuna.

En ese momento fue pieza clave para que se aprobaran las iniciativas de ley que se presentaban en el Congreso con el objetivo de cerrar la fuerte crisis política abierta por la elección presidencial de 1988, cuando se le cayó el sistema al gobierno del PRI. Una de ellas, y quizás la más recordada fue la quema de boletas que evidenciaban el fraude, a cambio de tan generoso favor Diego fue generosamente recompensado, como veremos más adelante.

En 1994 fue el candidato presidencial del PAN; del 2000 al 2006 fue senador por la vía plurinominal. En distintos medios ha sido expuesto el tráfico de influencias con el que operó valiéndose de su cargo público, impulsó la llamada Ley Televisa que le hizo ganar millones a las televisoras privadas con dinero del Estado, su despacho, especializado en defender a importantes figuras de la corrupción política y empresarial, litigó casos millonarios en contra del SAT lo que incluso provocó que se aprobara una ley que impide que los legisladores litiguen en contra del Estado.

Terrateniente

Diego es propietario de incontables inmuebles y haciendas en Querétaro, Guanajuato y Guerrero que juntas valen millones de dólares. Una de sus propiedades más conocidas está en Punta Diamante, en Acapulco, Guerrero.

Esta propiedad fue expropiada en 1992 por el entonces gobernador de Guerrero José Francisco Ruiz Massieu, por la fuerza los ejidatarios fueron obligados a aceptar un miserable pago por sus tierras que fueron cedidas a la iniciativa privada para desarrollar un complejo turístico exento de impuestos, el dueño de vastos terrenos de este emporio terminó siendo Diego Fernández de Cevallos, los cuales fueron cedidos por el gobernador Ruiz Massieu dos días antes de finalizar su mandato. Como relata Alberto Nájar:

” En 1997 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) acusó al Jefe Diego de ocultar el origen lícito del dinero con que obtuvo más de 50 mil metros cuadrados de terrenos en Punta Diamante, una de las zonas más cotizadas del país.

En ese entonces la dirigencia del tricolor aseguró que la valiosa propiedad, que se extendió con el paso de los años, fue el pago por organizar la operación en la Cámara de Diputados para quemar las boletas de la controvertida elección de 1988.(2)

Ranchos ganaderos y forrajeros aumentan su fortuna día a día, lo que contrasta con la miseria en la que viven los pobladores de los alrededores y que muchos de ellos trabajan en las tierras del panista. La Hacienda de San Francisco Xavier de la Barca fue construida en el siglo XVI por monjes jesuitas, en su momento sirvió como centro de detención de la Inquisición, un terreno de 480 hectáreas valuado en más de 13 millones de dólares, que el exsenador compró en el 2005 y en donde festejó hace unos años su cumpleaños acompañado de personajes como Carlos Slim y Carlos Salinas de Gortari.

Diego ha ocupado el poder político para hacer de Querétaro el feudo de su familia, ha acumulado millones protegiendo la fortuna de los más ricos del país, ha defendido empresarios sin ningún tipo de escrúpulos. En el 2001 consiguió desacreditar la demanda de 11 mil niños en contra de la empresa Metmex Peñoles, acusada de envenenar a estos chicos con la contaminación de metales pesados en el agua de Torreón, Coahuila.

El regreso mediático de un Diego marchito

La miseria ideológica de la derecha conservadora encarnada en Ricardo Anaya y Marko Cortés necesita del auxilio de la anquilosada figura de Fernández de Cevallos para intentar atraer un poco del descontento a derecha que puede generar el gobierno de López Obrador.

El PAN busca convencer mostrando sus cimientos, es la razón por la que reaparece el terrateniente queretano en los medios burgueses, Diego es exactamente lo que representa y defiende el PAN: los negocios por encima de la vida, el privilegio de unos cuantos a costa de la miseria de otros, el nepotismo y la avaricia insaciable de los dueños del dinero.