La Ministra de Trabajo calificó la discusión y aprobación en Diputados ayer miércoles como una “jornada histórica”. La derecha votó en bloque en contra. Dirigentes de la CUT manifestaron sus críticas aunque lo consideran un paso adelante. Otras organizaciones sindicales criticaron que no termina con el Código laboral de la dictadura.
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Jueves 18 de junio de 2015
El extenso debate y la votación
Fue un largo debate, de más de seis horas. Fue también un fuerte debate, manifestado en que, por ejemplo, cuando tomó la palabra el diputado UDI Ernesto Silva algunos diputados le dieron la espalda, como expresando que debía abstenerse de la votación aquellos que estén involucrados en casos de financiamiento irregular.
El diputad de RN Nicolás Monckeberg descalificó a las organizaciones sindicales planteando que las próximas directivas de la CUT serían dirigidas por “sindicatos truchos”, y fundamentó su rechazo por considerar que la reforma no considera la capacitación, los jóvenes, las mujeres y la tercera edad.
El diputado PPD Tucapel Jiménez con relación a una de las críticas sindicales, planteó que la negociación por rama queda como “un desafío pendiente a futuro”.
Concluyó con la aprobación por 67 votos de toda la Nueva Mayoría, 42 en contra de toda la derecha, y una abstención. También votó en contra el diputado Gabriel Boric, aclarando que por motivos distintos a los de la derecha.
Sigue ahora su discusión en el Senado.
En sus palabras finales, Ximena Rincón aclaró el sentido de su proyecto de ley diciendo que “creemos que con estas nuevas condiciones institucionales podremos mejorar la productividad de las empresas y alcanzar mayores niveles de paz e integración social”.
Las reacciones
Las organizaciones sindicales siguen divididas con relación al proyecto.
Para Nolberto Díaz vicepresidente de la CUT, quedan deudas pendientes con los trabajadores, y se trata de la reforma laboral del Gobierno, no la de la CUT. Aún así, considera este proyecto un primer paso. “Este proyecto no resuelve todos los problemas de los trabajadores, pero avanza. En qué avanza, avanza en derecho a huelga, avanza en el fin a los grupos negociadores, avanza en terminar con paralelismos, pero deja pendiente la negociación más allá de la empresa, deja pendiente la negociación más allá del núcleo propiamente empresarial, por tanto existe una deuda pendiente. Ahora nosotros esperamos que estos mínimos se aprueben, y seguimos esperando que el Senado corrija aquellas cosas que faltan. Esta es una Reforma Laboral del Gobierno. Esta no es la Reforma Laboral de la CUT. Esta Reforma Laboral del Gobierno avanza menos de lo que esperábamos, pero avanza”.
Para los sindicatos estratégicos, que realizaron ya dos paros a propósito de esta discusión, el 17 de marzo los trabajadores portuarios, y el 21 de abril los sectores estratégicos de la economía, la rechazan por considerar que “mantiene el Plan Laboral y lo profundiza”. Para este jueves 18, convocaron a un paro con movilización por una reforma laboral hecha a la medida de los trabajadores.
En una Declaración con más de 40 sindicatos, señalaron que “el proyecto de reforma laboral no cumplía con la promesa de terminar con los lineamientos formulados por el Plan Laboral, sino que lo mantiene y en algunos casos profundiza la injusticia. Se trata, ya no le cabe duda a nadie, de la consolidación definitiva y en democracia del citado Plan Laboral de la dictadura”.
Agregan que se trataría de una reforma que “en lo más sustancial, no incluye la negociación colectiva por rama ni la interempresa de carácter vinculante, precariza aún más las condiciones de trabajo con los pactos de adaptabilidad, no prohíbe el reemplazo de la función de los trabajadores en huelgay consagra servicios mínimos universales que debilitan el derecho a huelga efectiva”.
Entre las organizaciones firmantes están la Unión Portuaria de Chile, la Confederación de Trabajadores del Cobre, la Confederación de Sindicatos Bancarios, la Confederación Nacional de la Energía y la Federación Nacional de Sindicatos de las AFP.
La jornada de paro y movilización del jueves 18
La jornada del 18, comenzó con barricadas en más de 8 puntos de Santiago, también en regiones. Culminará a la noche con cacerolazos y una movilización convocada por el movimiento NO+AFP.
Fue preparada en los días previos con un Encuentro de Organizaciones Movilizadas que reunió a más de 200 trabajadores, estudiantes y organizaciones de izquierda en el Salón Víctor Jara en la Usach, como informamos desde La Izquierda Diario Chile.
Fue convocada por la Confech, Unión Portuaria, trabajadores forestales, del Transantiago hoy en paro. Participaron entre otros, la Federación de Pescadores de Valdivia; espacios de los estudiantes en lucha como la Asamblea de Movilizados de la toma de Casa Central de la Universidad de Chile; sindicatos la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), dirigente de sindicato Fruna, dirigente de sindicato Fundación León Bloy, Sintec (Sindicato Trabajadores de la Construcción y Montaje Industrial, en huelga en línea 3 del metro), SINTRAC (interempresa contratistas); organizaciones estudiantiles como Somos USACH, Izquierda Autónoma, Agrupación Combativa y Revolucionaria (ACR); agrupaciones de trabajadores como la de profesores de Nuestra Clase, Alternativa Obrera; organizaciones de izquierda como el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR).
Lo que se viene
La discusión en el Senado será dura. Para el 11 de julio, la CUT convoca a un día de movilización por las reformas.
Aunque en contraste con estas organizaciones sindicales que han convocado ya a tres jornadas de paro y movilización, el 17 de marzo, 21 de abril y hoy jueves 18 de junio, la dirigencia de la CUT decidió la discusión en el Parlamento y el Ministerio de Trabajo.
El debate que viene será más duro. A pocos días del 1º de mayo, los senadores de la DC advirtieron que no aceptarían “imposiciones sindicales”, trayendo a la memoria la “cocina” del Senado que el DC Andrés Zaldívar implementó con la discusión de la reforma tributaria. Poco después, los empresarios se constituyeron en asamblea, rechazando la reforma por ser “pro-sindical”, y en cada declaración desde entonces alertan contra la reforma laboral.
En este escenario por venir, la unidad de los trabajadores resultará fundamental. Las organizaciones sindicales movilizadas deben sumar al resto del movimiento sindical, exigiendo a la CUT que se organice y convoque también a las jornadas de paro y movilización que seguirán.