Tratando de desvincularse del creciente rechazo popular al PT originado por el empeoramiento de las condiciones económicas y las denuncias de corrupción, varios representantes del PT amenazan migrar hacia otros partidos.
Sábado 3 de octubre de 2015
Tratando de desvincularse del creciente rechazo popular al PT originado por el empeoramiento de las condiciones económicas y las innumerables denuncias de corrupción involucrando al gobierno federal, diversos representantes petistas amenazaron, la semana pasada, migrar hacia otros partidos, generando una preocupación en las filas del PT al punto que fue el propio Lula el que tomó la tarea de frenar el “éxodo”. En la misma semana, Marta Suplicy se afilió al PMDB con un fuerte discurso de oposición, coincidiendo con Eduardo Cunha en su ruptura con el gobierno.
Como la crisis de representatividad del gobierno de Dilma se profundiza, nuevas combinaciones se forman en el juego político, dejando la crisis política con contornos cada vez más impredecibles. Sólo este año, 21 intendentes, 1 diputado federal y 1 senadora abandonaron la sigla partidaria y la cúpula petista estima que más de 10 diputados y 1 senador puede seguir ese camino. Entre ellos se encuentra Luciano Cartaxo, intendente de João Pessoa que migró al PSD de Kassab y puede liderar una desafiliación masiva en Paraíba. Otro que puede provocar una ola de rupturas es el diputado federal Alessandro Molon (RJ) que migró a la sigla de Marina Silva y puede arrastrar a 3 diputados federales, según informa el diario O Globo. En un momento en que el PT cuenta con votos para protegerse de un posible proceso de impeachment (destitución) fue necesario recurrir a Lula y al presidente del partido, Rui Falcão, para evitar una desbandada.
Estas rupturas, sin embargo, no están motivadas por desacuerdos sobre la aplicación del ajuste fiscal sobre las espaldas de los trabajadores o por los escándalos de corrupción sino por disputas de cara a las próximas elecciones municipales.
Esta "danza de bancas" puede representar un cambio significativo en el equilibrio político, repercutiendo incluso sobre los partidos de izquierda. Prueba de esto es la afiliación del empresario y ex diputado federal por el PT, Jesús Rodrigues (PI) al PSOL. Luego de renunciar a presentarse a su reelección en 2014 por desavenencias con la dirección partidaria en el estado, Rodrigues se afilió al PSOL. Estos movimientos deben ser observados atentamente, así como la creciente contradicción del PSOL que viene integrando en sus filas a políticos burgueses como Glauber Braga y Jesús Rodrigues sin grandes cuestionamientos al mismo tiempo que impone restricciones a al ingreso de los trabajadores y la juventud del Movimiento Revolucionario de los Trabajadores (MRT).
