Al más puro estilo priista, el director de la FES Acatlán, Manuel Martínez Justo, movilizó a todas las coordinaciones de carrera para el diálogo con estudiantes el cual finalmente rompió.
Lunes 8 de octubre de 2018
“Vamos a defender al director” fue la consigna con la que se movilizaron las jefaturas de programa de todas las divisiones en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán para intentar que el director saliera lo mejor librado posible del diálogo con estudiantes del viernes pasado.
El director y su equipo intentaron armar un escenario, abarrotando las tribunas de gente “de su lado” e impidiendo que los estudiantes y académicos asistentes pudieran ingresar al campo de fútbol donde se llevó a cabo el encuentro. Sin embargo, y aún con todo el montaje, no lograron que se callara la voz de los estudiantes que cuestionaron a las autoridades sin miedo.
El diálogo surgió de la demanda de estudiantes organizados de la facultad luego de que se diera a conocer un video donde la periodista Fernanda Tapia señala que el director, junto con Nora Goris Mayans, secretaria General de la facultad, habla de dividir el movimiento estudiantil y tachan de “mugrosos” a quienes lo integran.
Es un suceso histórico el que el movimiento haya logrado sentar a un director a tener que rendir cuentas de su actuar y ser cuestionado. Este hecho habla de la fuerza de la organización estudiantil que, de mantenerse y fortalecerse, puede transformar efectivamente la Universidad.
En el diálogo se cuestionó no solo el video, sino la forma en que el director ha incorporado a priistas a la planta docente y a las jefaturas de programa. El repudio a este partido es generalizado y se expresó en múltiples intervenciones que dejaban claro que profesores nefastos que no sólo no van a dar clase sino que intentan desprestigiar a la organización estudiantil e imponer visiones conservadoras en sus clases, no serán más tolerados en la facultad.
Otros cuestionamientos en el diálogo fueron los relacionados con la poca claridad de las credenciales del director y la forma en que se asigna el presupuesto en la facultad. En este punto algunas intervenciones plantearon que justamente la democratización de la vida universitaria que impulsa el actual movimiento, apunta a que la comunidad sea partícipe en la toma de decisiones, también en las que hacen al presupuesto.
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Antes de que se agotaran las intervenciones y se desahogaran los puntos a tratar (en particular lo que hace al tema de violencia de género), el director cerró de forma unilateral el diálogo y decidió retirarse del espacio a toda prisa, lo cual fue denunciado desde la mesa por los estudiantes que la integraban. Claramente quería que terminaran ya los cuestionamientos y no seguir siendo increpado.
Así, los estudiantes organizados demuestran que su fuerza impone que el Rector tenga que recibir un pliego petitorio o que un director tenga que rendir cuentas a una comunidad. No obstante, aún con sus acarreados (que aplaudían a cualquier autoridad mientras abucheaban a cualquiera que hablara de democracia), los estudiantes dejaron claro que la Universidad no va a seguir operando como hasta ahora y que el PRI en la UNAM tiene sus días contados.
