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Red Internacional
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Universidad. Medicina UBA: por falta de presupuesto harán las prácticas con YouTube

Los estudiantes y docentes de la cátedra de Bioquímica denunciaron que no pueden adquirir los materiales necesarios para usar en el laboratorio, por lo que deberán reemplazarla con un video de YouTube.

Martes 24 de abril de 2018

Hace unos días se conoció la noticia de que la única cátedra de Bioquímica de la facultad de medicina de la UBA no tiene el presupuesto para costear los materiales necesarios para un trabajo práctico de laboratorio de la materia, por lo que lo van a reemplazar por un video de YouTube.

El recorte de presupuesto a la cátedra no es un hecho aislado. Todos los días en las redes sociales de la facultad aparecen reclamos por los problemas edilicios que hay ante el aumento de ingresantes, con aulas muy chicas o incluso con distintas materias a las que se les otorga un mismo salón para dar la clase, como pasó el lunes.

Esto pasa en el marco del paro docente que se realizará el 26 y 27 de abril, debido al magro 15% de aumento que ofreció el gobierno y las autoridades. Mientras el macrismo dice que no hay plata para la educación, le regala millones de pesos a las empresas de servicios, con tarifazos que están muy lejos de los aumentos salariales que ofrece.

El desfinanciamiento responde a la necesidad de instalar un discurso demagógico, que se replica en los medios de comunicación, sobre la mala situación de la educación pública, para recurrir como "solución" al financiamiento externo o, en otras palabras, que la educación se financie a partir del dinero de sectores que no son el Estado. Ese rol, para el macrismo, lo deberían cumplir las empresas.

La injerencia de los laboratorios en la Facultad de Ciencias Médicas no es nuevo. Desde la aplicación de la Ley de Educación Superior durante el menemismo, los convenios con empresas como Glaxosmithkline Argentina S.A., Biogenesis Bagó S.A., Fresenius Kabi S.A. han implicado un financiamiento que no es gratuito para la universidad: a cambio, establecen un sistema de pasantías.

Si bien en la actualidad solo un sector reducido participa de ellas, en momentos donde aumenta la desocupación las empresas que la generan incorporan al plantel laboral a un importante sector de estudiantes, para que trabajen en condición de pasantes y así reducir los costos. Esto implica que no tengan ni aportes ni obra social, que cobren un porcentaje mucho menor que el salario fijado por convenio y que no estén sindicalizados. Es una modalidad de trabajo en negro.

Las pasantías son parte de construir un modelo de universidad que busca que los profesionales de la salud se vuelquen al sector privado: obras sociales, hospitales privados y laboratorios. El plan de estudios de la carrera está lejos de cuestionar el estado de la salud pública en Argentina y la inserción de profesionales en hospitales públicos que atienden a la gran mayoría del pueblo trabajador.

La conducción del centro de estudiantes, Nuevo Espacio, publicó una declaración solicitando una reunión con las autoridades. Hace pose de preocuparse por las demandas estudiantiles, pero lejos está de cuestionar este modelo educativo del cual es parte, ya que su agrupación representa a Cambiemos en la facultad.

Eugenia, estudiante de primer año y militante de la agrupación Pan y Rosas y de En Clave Roja, declaró: “Es indignante ver cómo los docentes discuten por quién puede usar un aula, o tener que degradar así nuestra práctica educativa por falta de presupuesto. Las autoridades son las principales responsables de esta situación y los estudiantes tenemos que organizarnos junto a los docentes y no docentes de manera independiente para luchar contra los ataques a la educación pública.”


Celeste O’Higgins

Integrante del Comité editorial de Armas de la crítica. Es Socióloga egresada de la Universidad de Buenos Aires y estudia profesorado de Geografía en el Joaquín V. González.